“Aquí se trabaja para el inglés”
Nunca hubo un referéndum o decisión legislativa. La construcción de un gasoducto que atravesaría la isla de norte a sur se implementó como un proyecto que, según el gobierno de Puerto Rico, reducirá los costos de energía y la quema de combustible que producen las plantas de la Autoridad de Energía Eléctrica. No obstante, según los panelistas del Foro sobre las Implicaciones Sociales, Económicas y Ambientales del Gasoducto, la promesa de un pueblo contento y un país ecológico es un acto de relaciones públicas por parte del gobierno y de engaño a los ciudadanos en beneficio de los bonistas extranjeros, o “del inglés”.
La iniciativa, llevada a cabo por el Movimiento Estudiantil Boricua (MEB) contó con el apoyo del profesor Ramón Nenadich, del colectivo de autogestión Casa Pueblo y con los panelistas Alfredo González, ex profesor de la UPR-Mayagüez, Abel Vale, presidente de la organización sin fines de lucro Ciudadanos del Karso, y con la colaboración del ausente en la actividad Benny Frankie Cerezo.
Según González, el proyecto Vía Verde se ha caracterizado por una evidente falta de un sistema de análisis y metodología predeterminados capaz de demostrar el impacto socioeconómico y los efectos a largo plazo de un proyecto de esta magnitud. Estimándose que le costará al pueblo de Puerto Rico aproximadamente unos 350 millones de dólares y se extenderá por un periodo de 20 años, esta baja presupuestaria adicional destruiría los Departamentos de Educación y Salud, a la Universidad de Puerto Rico, a la industria agrícola del país y pondría en peligro a gran parte de la población puertorriqueña, todo sin que se hubiese llevado un proceso democrático de toma de decisiones o una exposición oficial en la que se midieran estadísticamente los beneficios y costos tanto individuales y colectivos.
Tanto González como Vale enfatizaron que el uso del gas natural no es un tipo de energía renovable, y como ejemplo brindaron la experiencia de varios países europeos donde el gas natural ha creado el mismo nivel de dependencia de energía a largo plazo. Esto se debe a que el gas natural no es renovable ni infinito, y al extraerlo se afectan otros sectores; como el del agua potable, los alimentos, y con su uso se podría arriesgar, incluso, la vida humana por su peligrosidad y volatilidad. De otra parte, la construcción adicional de un incinerador de basura en Arecibo, puede aumentar el desastre ecológico en la isla.
La administración de Luis Fortuño para lograr el respaldo masivo hacia esta peligrosa iniciativa se ha valido de anuncios publicitarios y ha promovido la idea de que con Vía Verde habrán más empleos. Así que «no hay pérdidas, para el gobierno, sino solo ganancias». Sin embargo, otros piensan distinto.
“Cada pérdida son costos económicos que tienen más que nada un carácter social. Su verdadero costo es el sacrificio a la sociedad”, afirma González.
Para Vale y para González a la población le compete tomar acción y recibir información. Los panelistas instaron a continuar con una labor de educación masiva que busque conocer la «verdad».
Para conocer más sobre el tema, lo invitamos a que lea el reportaje de la periodista Melissa Solórzano de Radio Universidad: Vía Verde, ¿una promera segura?