Atlántida: Poesía de la tierra, el amor y la vida
¿Quién es esta voz poética que se mueve tan cómodamente entre dimensiones tan distintas? El autor parece reconocerle una autonomía ambigua en sus versos al emplear el condicional, el modo subjuntivo y la segunda persona al dirigirse a ella :
“y si la voz del poeta
fuese la mía…
solitaria clama
vívidamente en el desierto
tantas ausencias construyen
los tímidos andamiajes
de tu presencia alma
aquí entre los pliegues
de algún perverso espíritu
y si la voz del poeta
fuese la mía…
exploradora sideral
tímidamente
posada en tu regazo”
Los tres poemas que nos abren las puertas al libro y que el autor ha presentado como Obertura, ofrecen algunas claves importantes para comprender la lógica interna que organiza el material poético seleccionado por Álvarez Febles. En “La voz del poeta”, se expresa el desconcierto del propio autor ante esa voz que se manifiesta mediante él, como rescatada brevemente de su soledad y desamparo en medio de un infinito viaje sideral. El segundo es un poema muy breve que, aunque no responde a la precisión métrica del haiku japonés, exhibe rasgos que lo recuerdan, como partir de un ejemplo de la naturaleza para demostrar un principio filosófico aplicable a la vida humana y colocar una frase iluminadora, la llamada
“epifanía”, en el último verso. “Al viento” parece exponer metafóricamente la razón del autor para compartir estos poemas: porque es el único camino para conocer la esencia de su alma. “Vida retomada”, el tercero de los poemas introductorios, resume poéticamente el proceso de caer y levantarse cuando atravesamos las experiencias más duras de la vida. Mirados como un breve cuerpo introductorio, podríamos concluir de estos tres poemas que el autor busca dentro de sí esa voz de origen misterioso para abrirse al mundo, proceso que le permitirá conocer la esencia de su alma y salir de la oscuridad para retomar su vida porque “la alegría es necesaria” y “la libertad, posible”.
Luego de esos iniciales, Álvarez Febles agrupa varios poemas en una unidad mayor que titula Atlántida: poema en cuatro elementos y una esperanza. Desde el epígrafe, una cita de la descripción de la Atlántida que se encuentra en los Diálogos de Platón, el autor nos remite a la destrucción de la isla legendaria con una sorprendente voz poética en primera persona que nos permite “ver” el cataclismo desde el recuerdo doliente de uno de sus sobrevivientes. En el último poema de este grupo, “La esperanza”, ya se presiente el juego del desdoblamiento de la Atlántida en otras cuando dice:
“y así una tierra salida
desde los más ancianos reductos
de una renovada historia
una isla con su gente
que con nuevos bríos
en el horizonte forje lo mejor
mientras recobra tu experiencia
querida Atlántida
para de nuevo
pero esta vez sin violencia ni rabia
destruirte cariñosa y definitivamente”
Podemos observar cómo se sugiere en los versos anteriores la posibilidad de mirar la Atlántida como una alegoría, como una experiencia humana que se repite: la isla mítica, nuestra isla caribeña o los espejismos formidables de la pasión pueden derrumbarse en un solo día.
El resto de la colección poética está dividida en cuatro partes cuyos títulos están atados a sus temas: La tierra, El amor, La vida y Aún más. Títulos muy sencillos para encubrir poemas que son boletos de ida y vuelta a la Atlántida más íntima, construida cuidadosamente con la materia prima de los afectos, de las querencias y con la fuerza indómita de las pasiones. En estos versos se siente el latido del profundo amor del autor por su patria, por la tierra, la familia y los amigos, pero, sobre todo, nos conmueve aquí el sobresalto doloroso del desamor.
El libro que nos presenta Nelson Álvarez Febles es una selección de poemas, entre muchos, escritos a través de un cúmulo de años. Sin embargo, hay algunos rasgos de su estilo que podemos observar en el conjunto. Por ejemplo, el poeta opta por prescindir de las mayúsculas y de los signos de puntuación, y demuestra habilidad para usar los espacios entre frases o entre líneas para matizar, aclarar, o afectar de alguna manera el ritmo de los versos. También juega con los márgenes y con la colocación de las letras o las palabras en patrones no lineales. Eso es más notable en los caligramas, pero no se limita a ellos. Maneja
desenfadadamente las formas de los poemas, sin centrarse en la medida de los versos ni las estrofas; tampoco parece interesarse en aspectos de rima de ningún tipo. Tal parece que el material poético le incita a explorar sus posibilidades para construir significados. Hay poemas muy breves y otros muy extensos, así como tres piezas de prosa poética que desafían las fronteras entre el cuento y la poesía.
Esta trenza rebelde de pensamientos poéticos de duelo y agonía, vida y esperanza, piel y tierra, nos lleva por un sendero de versos maduros, añejados por el dolor y curtidos a la intemperie. La antigua Atlántida y la más cercana que se estremecen y nos mecen, que nos cautivan y nos atrapan.
Libro de Nelson Álvarez Febles, Publicaciones Gaviota, 160 págs, 2019