#BlackLivesMatter: This is what Liberation looks like.
“The cruelties of property and privilege are always more ferocious than the revenges of poverty and oppression.” (CLR James)
Desde hace ya varios años en la Escuela Feminista Radical (ESFRA) de la Colectiva Feminista en Construcción se estudia el tema de la raza, el estado racial y los movimientos de liberación nacional como una de los asuntos más importantes de la formación y el activismo político en Puerto Rico. Conocer y entender sobre el Black Power Movement y el Caribbean Black Power Liberation no sólo nos ayuda a situarnos geográfica, política y epistemológicamente sino que nos ayuda encaminar nuestro quehacer político en Puerto Rico. Desde mi punto de vista, una vez se estudia la revolución haitiana y sus implicaciones filosóficas y epistemológicas, hay dos cosas que quedan claras: que la única liberación nacional en este continente ha sido la revolución haitiana, aunque reconozco que las comunidades caracol están en ese proceso, y que no hay liberación posible, de nadie, si seguimos participando de un sistema que le niega lo más básico a la población negra: su humanidad.Los movimientos de izquierda en muchos países, más del norte pero también del sur global, se han pasado las últimas tres décadas tratando de rearticular el socialismo del siglo XX y obviando lo que lxs marxistas negrxs llevan señalando desde hace más de 5 décadas: que la raza es un principio organizador de la sociedad moderna capitalista. Es decir, que no hay capitalismo sin racismo o como lo apalabra Daniel Montañez, la raza es un concepto económico. Por lo tanto, no puede haber un “obreros del mundo uníos” cuando a más del 80 % de esos “obreros del mundo” se les niega su humanidad, y no se puede estudiar cómo funciona el capitalismo en una región muy particular del planeta y tratar imponer esta visión al resto del planeta. Sin embargo, y a pesar de las innumerables publicaciones de lxs marxistas negrxs sobre este tema, seguimos trabajando la raza como algo añadido al sistema capitalista en vez de entenderla como el sistema en sí. En su artículo “¿Negros marxistas o marxismos negros?: una mirada descolonial”, Ramón Grosfoguel explica que ya desde la década del 40 del siglo pasado intelectuales afroamericanos y caribeños, como W.E.D Dubois, Eric Williams, Frantz Fanon, Cedric J.Robinson u Oliver Cox, entre muchxs otrxs, han demostrado que el racismo es intrínseco al capitalismo y por eso el capitalismo no se vive de la misma forma en las metrópolis que en las periferias o sur global. De hecho, como muy bien señala Grosfoguel, muchas de las teorías decoloniales parten de las investigaciones de lxs marxistas negrxs, por ejemplo, la teoría del sistema mundo la empezó a desarrollar Oliver Cox a partir de 1948; el capitalismo racial (que viene siendo lo que más adelante Aníbal Quijano nombra como colonialidad del poder) es un concepto planteado y desarrollado por Cedric J. Robinson en su libro Black Marxism. The making of the black radical tradition, publicado en 1983; y la teoría del colonialismo interno, o semi colonialismo la formuló el sociólogo marxista W.E.B. Dubois en 1945. Teorías que han sido los pilares para los estudios decoloniales y que, sin embargo, algunos de los intelectuales decoloniales (no todos) nunca reconocieron que estos planteamientos fueron propuestos por los marxistas negros en el siglo pasado. A esto Grosfoguel lo denomina como extractivismo epistémico.
Es debido a todas estas discusiones y lecturas que me atrevo a decir que en estos momentos estamos ante un movimiento radical de liberación que no ha sido espontáneo, porque se ha nutrido de muchas personas y movimientos que no han parado de hacer trabajo desde lo micro hasta lo macro, y que está resquebrajando los pilares del sistema mundo moderno capitalista. Recordemos que estas importantes movilizaciones llevan dándose hace más de un década y que hay nombres que han quedado marcados en nuestro inconsciente colectivo: Trayvon Martin, Sandra Bland, Eric Garner, Philando Castile, Breonna Taylor, George Floyd…
Aquí en Puerto Rico no estamos aisladxs de todo lo que está pasando y en estos últimos años con la imposición del pago de una deuda ilegal y Junta de Control Fiscal, y el espantoso manejo gubernamental después de los huracanes, terremotos y pandemias nos debe haber quedado bastante claro con quiénes debemos cerrar filas para poder sobrevivir, ¿con los Carrión y Fonalledas boricuas o con las poblaciones negras y racializadas de EE.UU y el Caribe?
Pensar en lo que está pasando en estas semanas en EE.UU me hace pensar en la revolución haitiana (1791-1804), en Granada en 1979, en Martinica y Guadalupe en 2009 y en Puerto Rico 2019, entre otros. Todos son movimientos sociales y revolucionarios trascendentales gestados por, como diría Fanon, lxs condenadxs de la tierra. Y es que las fronteras nacionales, ni siquiera las geográficas, tienen sentido, porque las experiencias compartidas por las poblaciones negras y racializadas han sido impuestas por el mismo sistema moderno colonial.
Por eso, más allá de cómo se siga desarrollando este movimiento, desde la infinidad de estrategias que hemos visto, con cada día más gente participando en más estados y más países, y reconociendo que falta mucho camino por recorrer, no cabe duda que este es el único movimiento de liberación que podrá romper de una vez y por todas con el sistema capitalista colonial. De ahí la premisa más básica y, a la vez, la más radical: las vidas negras importan.
Bibliografía
Colectiva Feminista en Construcción: Escuela Feminista Radical
Grosfoguel, R. (2018). “¿Negros marxistas o marxismos negros?: una mirada descolonial.” Tabula Rasa, (28), 11-22. Doi: https://doi.org/10.25058/20112742.n28.1
Montañez Pico, Daniel (2020) “Introducción” intoducción en Marxismo negro: pensamiento descolonizador del Caribe anglófono, Madrid.