Ejecuciones
No más, no más halar ese gatillo…
–Los Aterciopelados
1. Mientras columpiaba a su hija en el parque, sopesaba que si bien no se había logrado salvar la vida de Troy Davis, los pleitos legales y los esfuerzos comunitarios y publicitarios de veintidós años habían contribuido enormemente a la campaña por eliminar la pena de muerte. La última había sido una semana intensa –de apelaciones, mociones, actividades públicas y coberturas de prensa– en la que apenas había descansado física o anímicamente. Por eso, pensaba que era sumamente reconfortante poder dedicar nuevamente unos minutos a su hija y contemplar el cielo azul, cuando una bala muda y ciega atravesó el cuerpecito de cuatro años.
2. Sentado en su flamante oficina, ajeno a cuánto se asemejaba a un general garcíamarquezco, el Superintendente intentaba hallar razones que lo alejaran de su frustración. Aún le intrigaba qué era eso, que recordaba haber leído en algún comentario periodístico, de que la cifra de asesinatos ya superaba las exageraciones de las novelas mexicanas de la generación del crack. “Claro”, meditaba, “no tengo armas para combatirlos: ellos creen en la pena de muerte y nuestro estado no”.
3. Heme aquí, 23 de septiembre, hoy mis padres hubieran cumplido sesenta y seis años de casados… y heme aquí, mis dos hijas a mi alrededor: una duerme como un sueño, la otra ve televisión por Internet; y yo…, heme aquí, escuchando “Pueblo” de Rubén Blades y sin dejar de llorar por la muerte de un joven que nunca conocí.
4. Hay quien se mete, encadenado, dentro de una caja sellada con candados antes de que sea lanzada al agua helada, para luego asombrar al mundo que por dos minutos y medio angustiosamente espera su mágica fuga. Hay otros, tan escasos como esos Houdinis, que se ven obligados a colmar su vida con la magia de sentir el amor del mundo tras las barras de otra caja. Troy Davis:
I cannot answer all of your letters but I do read them all, I cannot see you all but I can imagine your faces, I cannot hear you speak but your letters take me to the far reaches of the world, I cannot touch you physically but I feel your warmth every day I exist.