El universo pictórico de Andrés Rodríguez Santos
–Michel Maffesoli
“Las fuerzas primitivas protectoras de la vida y guardianas de la ultratumba”, se manifiestan con elocuencia en el universo pictórico del pintor puertorriqueño Andrés Rodríguez Santos. En sus cuadros, la figura del andrógino –transformado en su versión más visceral del hermafrodita– emerge en los objetos de uso cotidiano.
El artista ensambla escenarios de formas orgánicas abstractas, acompañadas de un insólito catálogo de seres y objetos extraños que coexisten en ambientes oníricos. El amor y la muerte danzan juntas en el mundo desolado de sus pinturas, en donde una violencia erotizada devora y a la vez penetra y fecunda.
Sin embargo, el poderoso contenido de sus obras no nos hace olvidar que estamos ante pinturas bien construidas en donde el hecho plástico se impone por encima de todo.
Rodríguez Santos es un virtuoso del dibujo y la composición que ha desarrollado un manejo magistral de las texturas (reales e ilusorias) logrando otorgar a la superficie de sus pinturas de una rica plasticidad. Sus piezas se imponen ante el espectador como pinturas abstractas por derecho propio, más allá de la importancia del relato.
El gusto del artista por atmósferas sórdidas y truculentas no es gratuito. Sus crudas metáforas expresan con incómoda franqueza el grave “malaise” o malestar de nuestros tiempos, sin renunciar al oficio del pintor y a la belleza plástica de su medio.