Indecisiones Sociológicas: Du Bois y su crítica de la Sociología

Aunque su concepción de la sociología influenció toda su obra, Du Bois la elaboró explícitamente en sus ensayos “A Program for a Sociological Society” y “Sociology Hesistant.” Este último, aunque póstumo, es el más rico e interesante. En “Sociology Hesitant” Du Bois exploró la historia de la sociología, destacando su objeto y método de estudio, así como su relación con las ciencias naturales. Además, Du Bois, luego de exponer las limitaciones de la sociología, ofreció una ingeniosa e innovadora definición de esta ciencia, una que intentaba superar la oposición entre la certeza y el azar. El ensayo fue producto de sus reflexiones acerca de los debates sobre la sociología en el International Congress of Arts and Science celebrado en 1904 en San Luis. El congreso reunió científicos, intelectuales y expertos de diversas disciplinas de todo el mundo, incluyendo varios conocidos sociólogos, entre estos Ferdinand Tönnies, Max Weber, W.I. Thomas, Charles Henderson, Charles Vincent y Albion Small. Du Bois no fue invitado al congreso como conferenciante, lo que no fue un evento aislado, sino una instancia más del racismo que muchas veces enfrentó. Sin embargo, Du Bois asistió al congreso. Este tenía razones importantes para ir, entre estas una reunión con el conocido sociólogo alemán Max Weber.
“Sociology Hesitant”, aunque relativamente corto, manifiesta que Du Bois, como muchos de los sociólogos clásicos, le dedicó mucho tiempo y esfuerzo a definir la sociología, una disciplina relativamente nueva en aquel momento. En efecto, los primeros sociólogos, como August Comte, Herbert Spencer, Eugenio María de Hostos, Emile Durkheim y Max Weber, entre otros, le dedicaron mucho tiempo, así como muchos de sus escritos, a definir la sociología. Estos terminaron por producir y definir no una sino varias sociologías: las sociologías organicistas de Comte, Spencer y Hostos, la de los “hechos sociales” de Durkheim, la sociología interpretativa de Weber y la sociología formal de Simmel, entre otras. Es indudable que la definición del campo u objeto de estudio de la sociología, así como de su método, ha sido, desde los inicios de esta disciplina, una tarea ardua. Pero si bien los primeros sociólogos produjeron distintas definiciones de la sociología, muy pocos de ellos la hubiesen descrito abiertamente como una disciplina ambigua, indecisa o vacilante. Pero, en 1905 fue esto precisamente lo que hizo Du Bois, denunciando la irresolución de los sociólogos clásicos con respecto a su verdadero objeto de estudio: la acción humana. Du Bois, en un intento por superar esa vacilación sociológica propuso una peculiar definición de la sociología como el estudio de los límites de la casualidad o la eventualidad en la conducta o acción humana.
La sociología era para Du Bois una ciencia dedicada a descubrir las leyes subyacentes de la conducta o acción humana. Así la definió en “A Program for a Sociological Society”: “Sociology is therefore the name given to that vast field of inquiry into human action as manifested in modern organized life. It cannot study all human action under all circumstances, but that human action which by its regularity gives evidence of the presence of laws.” Según él, los primeros sociólogos, entre ellos August Comte y Herbert Spencer, querían precisamente llamar la atención sobre el hecho de que aun en el contexto de las diversidades y variaciones extraordinarias de la vida humana era posible encontrar prácticas y pensamientos semejantes, ritmos y regularidades en la acción humana. Pero para el sociólogo afroamericano los primeros sociólogos, particularmente Comte y Spencer, titubearon con respecto al objeto de estudio de la sociología. Los fundadores abandonaron el estudio de la acción humana a favor de un objeto metafísico, la sociedad, una abstracción para Du Bois. Este rechazó el holismo metodológico de Comte y Spencer. Irónicamente, su crítica equivalía a decir que la sociología no había alcanzado todavía la etapa positiva en la “Ley de los Tres Estadios” de Comte, que todavía transitaba la etapa metafísica.
Du Bois criticó a Comte por haber propuesto el estudio deductivo de la cosa, de la sociedad, en vez del estudio de su formación y desarrollo, lo que para él implicaba estudiar la acción humana: “So Comte and his followers noted the grouping of men, the changing of government, the agreement in thought, and then, instead of a minute study of men grouping, changing and thinking, proposed to study the Group, the Change, and the Thought and call this new created Thing Society.” Para Du Bois, Herbert Spencer también contribuyó a la tendencia metafísica iniciada por Comte, esto porque estaba más interesado en la “mística totalidad” que en sus elementos. De hecho, Spencer, en The Principles of Sociology escribió lo siguiente al definir la sociedad:
Thus we consistently regard a society as an entity, because, though formed of discrete units, a certain concreteness in the aggregate of them is implied by the general persistence of the arrangements among them throughout the area occupied. And it is this trait which yields our idea of a society. For, withholding the name from an ever-changing cluster such as primitive men form, we apply it only where some constancy in the distribution of parts has resulted from settled life.
Du Bois fue crítico de ese holismo, de la idea de que la sociedad fuese un fenómeno sui generis irreducible a sus unidades más simples. Éste, quien también fue historiador, criticó además el organicismo de Spencer, así como su filosofía de la historia: “It is a description of those Thoughts, and Thoughts of Things, and Things that go to make human life an effort to trace in the deeds and actions of men great underlying principles of harmony and development–a philosophy of history with modest and mundane ends, rather than eternal, teleological purpose.” Para el sociólogo afroamericano la sociología era además idealista: “Instead of seeking men as the natural unit of associated men, it strayed further in metaphysical lines, and confounding Things with Thoughts of Things, they sought not the real element of Society but the genesis of our social ideas. Society became for them a mode of mental action, and its germ was–according to their ingenuity– ‘‘Consciousness of Kind,’’ ‘‘Imitation,’’ the ‘‘Social Imperative,’’ and the like.
En fin, para Du Bois los primeros sociólogos vacilaron con respecto a las partes que constituyen la sociedad, los individuos, y optaron por estudiar la sociedad en vez de la conducta o acciones de los individuos. Du Bois explicó ese titubeo vinculando la historia de la sociología al humanismo del siglo 19. Para él, aquel “nuevo humanismo”, propio de pensamiento ilustrado, llevó tanto a la filosofía como al pensamiento social hacia una paradoja, la contradicción entre la afirmación de que la acción humana estaba sujeta a ritmos o patrones conmensurables, las leyes naturales, y la aserción de que la acción humana era incalculable, sujeta al azar.
Según Du Bois proponer, como los primeros sociólogos, que la acción humana estaba sujeta a leyes y patrones era negar la “gran suposición de la vida real,” el supuesto de que en las acciones humanas encontramos junto con la norma y el ritmo, junto con las leyes físicas y biológicas, algo incalculable, algo que escapaba esas leyes. Es decir, la propuesta inicial de los sociólogos, revelar las leyes subyacentes de la acción humana, que negaba esa suposición, era demasiado audaz. Du Bois sugiere que estos, por miedo a la crítica, flaquearon y optaron por estudiar la sociedad. Es decir, los primeros sociólogos, particularmente Comte y Spencer, acorralados entre los devotos defensores del libre albedrío, que insistían en el rol del azar, y los científicos ortodoxos, cuyo determinismo insistía en que todo estaba sujeto a las leyes de la naturaleza, se inclinaron por la postura científica ortodoxa, la que sin embargo aplicaron no al estudio de la acción humana sino al estudio de la sociedad. Incluso aquellos sociólogos que como Du Bois rechazaron el colectivismo de Comte para afirmar que el individuo era el elemento básico de la sociedad, Hostos entre estos, insistieron en la búsqueda de las leyes científicas de la sociedad. Muchos de estos evitaron así confrontar la “gran suposición de la vida real.”
Para Du Bois ambas posturas, la que afirmaba lo incalculable en la conducta humana y aquella que afirmaba lo contario, negaban la realidad de la irresoluble paradoja. Para él, la conducta humana, aunque sujeta a ritmos, a la norma, era además de muchas formas inconmensurable, sujeta al azar. Para él, la acción humana no estaba completamente sujeta a leyes inmutables, totalmente inmersa en el campo de las leyes científicas. Si fuera así, las ciencias naturales bastarían para explicar la acción humana: “If this is a world of absolute unchanging physical laws, then the laws of physics and chemistry are the laws of all action of stones and stars, and Newtons and Nortons.” Pero para Du Bois la voluntad humana era capaz de redirigir las leyes de la naturaleza, por lo que el sujeto no sólo se adaptaba a las condiciones ambientales, sino que alteraba estas a su favor, participando activamente en la transformación de su ambiente y consecuentemente de su propia especie. Du Bois fue probablemente influenciado por la propuesta evolucionista de Jean-Baptiste Lamarck, muy popular entre los sociólogos de la época, incluyendo a Herbert Spencer, cuya teoría sociológica era más lamarckiana que darwiniana.
Para Du Bois la acción humana tampoco estaba, sin embargo, completamente sujeta a su voluntad ni muchos menos al azar o la eventualidad. La acción humana, aunque no completamente sujeta a las leyes naturales, era influenciada o regulada por ritmos sociales y biofísicos también. Desde el punto de vista de Du Bois, la conducta humana estaba sujeta tanto a leyes naturales y sociales como al azar. Este propuso entonces admitir la paradoja, declararla abiertamente, lo que implicaba partir de lo que llamó la “Hipótesis de la Ley y la Suposición del Azar”, una invitación a determinar por medios científicos los límites de la ley y el azar en la acción humana. Para el sociólogo afroamericano era eso precisamente lo que habían estado haciendo los sociólogos de su época:
They have adopted the speech and assumption of humanity in regard to human action and yet studied those actions with all possible scientific accuracy. They have refused to cloud their reason with metaphysical entities undiscovered and undiscoverable, and they have also refused to neglect the greatest possible field of scientific investigation because they are unable to find laws similar to the law of gravitation. They have assumed a world of physical law peopled by beings capable in some degree of actions inexplicable and uncalculable according to these laws. And their object has been to determine as far as possible the limits of the Uncalculable –to measure, if you will, the Kantian Absolute and Undetermined Ego.
Esto implica, sin embargo, que la unidad de análisis propia de la sociología era el individuo, no la sociedad. Según él, los sociólogos, evidentemente humanistas, estudiaban la conducta humana porque los humanos eran sencillamente lo más grande del universo. Además, la reforma o el “debería ser” era el objetivo más importante para los humanos, y por ello, para los sociólogos. No olvidemos que la sociología de Du Bois tenía objetivos morales, prácticos y reformistas, particularmente con respecto a la cuestión racial. Pero ese humanismo sociológico requería atender dos limitaciones: la unidad de los campos de estudio de la actividad humana y la relación entre la “ciencia del hombre” y la ciencia física, ambas preocupaciones comunes entre los sociólogos clásicos. Para Du Bois esto implicaba desarrollar una hipótesis que incluyera la sociología y la ciencia física. Es importante notar que para él la sociología equivalía a ciencia social, concepto que combinaba todas las ciencias sociales. Asimismo, su noción de la ciencia física se refiere a todas las ciencias físicas y naturales. Esa hipótesis interdisciplinaria abriría el paso a una concepción unificada de la acción humana, sujeta tanto a la naturaleza como a lo humano.
Du Bois proponía que la ciencia física produjera, entre otras cosas, conocimiento de las determinaciones físicas y naturales de la acción humana mientras que los sociólogos, tomando en cuenta ese conocimiento, estudiarían el impacto de la voluntad humana sobre esas determinaciones, prestándole así atención a lo indeterminado. Esto implicaba, por supuesto, una transformación de los fundamentos de la sociología, pues esta asumiría, aparte de la búsqueda y estudio de leyes científicas, el estudio del campo del azar (véase ilustración). La sociología de Du Bois, por su interés en las probabilidades, era cónsona con la física social de Lambert Adolphe Jacques Quetelet. Ambos reconocieron la importancia y utilidad de la estadística y las probabilidades en la investigación social. La influencia de sus profesores alemanes de economía está también presente en las ideas de Du Bois acerca de la sociología.
Para Du Bois, y en lo que respecta a las leyes o límites de las regularidades, los sociólogos debían estudiar dos ritmos u órdenes (véase la ilustración). Debían estudiar las leyes físicas y naturales, como las tasas de mortalidad, por ejemplo, y que Du Bois llamó los ritmos primarios. Debían además estudiar las regularidades y normas sociales, que llamó ritmos secundarios. Eran estos ritmos físicos y sociales los que para Du Bois limitaban el azar o lo indeterminado en la conducta humana. Este propuso entonces el estudio sistemático del grado en que esos ritmos y regularidades físicas y sociales limitaban o regulaban el rango de la elección y acción humana. Se trata de la sociología como la ciencia que estudia los límites del azar en la acción humana, los confines de lo incalculable e irregular en nuestras acciones. Claro, admitir y estudiar la presencia del azar y sus límites es admitir asimismo los límites de los ritmos físicos y sociales.