La cultura pesa…TacTacTac
Esta generación, los hijos de las estéticas del kitsch, el apasionamiento por lo vintage, la ironía a lo camp, ya no somos punk rockers. Aunque muchos lo fuimos. A muchos nos horrorizaban los ritmos de la percusión, los cuerpos tongoneándose en el vaivén de Willie Colón o Héctor Lavoe, las caderas al ritmo del Aguanile. Pero la cultura pesa, y en algún momento te llega a pisar.
Todos los halloweens desde que tengo la edad necesaria, acudo a la misma fiesta donde se congregan grupos de jóvenes que le huyen a los parties con nombre de cerveza. Estos grupos van a restregarse, a golpearse, brincar y sudar con la música que les alimenta el alma, el Tributo a Misftits: *Misfits Tribute Party, correctamente, asociándolo a nuestra situación colonial y a nuestro despego por la cultura nacional*.(Vease The Misfits, LA mejor banda de Horror Punk). Esta es la fiesta de los ¨rockeros¨, punkos, góticos, metaleros, hardcoleros, alguno que otro skinhead, «gente artsy»… todos los que no les interesa (o no pertenecen a) los grandes eventos donde se baila mucho reguetón. Este año celebramos el décimo-tercer Tributo a Misfits en La Respuesta en Santurce. Este año ha sido el mejor de todos los años, y llevo seis años corridos acudiendo. Este año, dejamos que la cultura nos pise y mientras nos aplastó el peso cultural, gozamos.
Gozamos porque bailamos salsa. Pisoteamos el piso porque nos pisó la cultura, nos picó un mosquito cultural que se nombra Orquesta El Macabeo. En resumen, una orquesta de salsa vieja, salsa gorda, al estilo La Fania, esa de la que huimos tanto en nuestra infancia porque no era cool.
El Macabeo es una orquesta de salsa compuesta de punkos. 13 muchachos jóvenes, la mayoría tatuados, integrantes de bandas locales de punk, hardcore y ska, que se han unido para poner a los rockeros a bailar de lo lindo. Porque la cultura pesa y hay veces que es rico que nos aplaste, como el pasado sábado en Santurce, donde en una fiesta de disfraces, nos atrevimos a quitarnos las máscaras sociales que utilizamos a diario. Un Halloween donde los fantasmas del ayer decidieron ocupar nuestros cuerpos al son del TacTacTac-tactac, y bailamos la danza prohibida de nuestros estereotipos del ayer, porque ya no nos importa ser tan cool y porque la salsa gorda, te aplasta. Es ese zapato que nos aplasta, en este caso un zapato que sonea’. Que baila el TacTacTac – tactac de la clave salsera. Esa clave que tiene tanto peso en nuestra cultura caribeña y nuyorican. Esas tonadas que nuestros tíos cantaban gracias al open bar de las bodas familiares o la neverita playera, esa música de “viejos”.
Esta orquesta representa una articulación de lo viejo con lo nuevo, la masa con la sub-cultura, el kitsch con lo contemporáneo. ¿Escuchar salsa es solo una manera de seguir el culto a lo vintage? ¿O es que luego de haber crecido, esta generación se está comenzando a aceptar por lo que es? Somos rockeros, pero nos gusta la salsa a puerta cerrada. Somos salseros de closet. Ahora está el Macabeo, para ayudarnos a comenzar a abrir las puertas y seguir con el TacTacTac-tactac pero con las botas puestas.