Movimientos sociales impulsan el cooperativismo
Los movimientos sociales que se han gestado este año alrededor del mundo, que en Estados Unidos han tomado por nombre “Ocuppy” y que llegaron a la prensa tras las movilizaciones de Occupy Wall Street, han dejado clara la inconformidad de los ciudadanos con la banca corporativa. Aunque los reclamos de los campamentos que se han visto en ciudades como Nueva York, San Francisco y Los Ángeles cuestionan el sistema capitalista y la ausencia de participación ciudadana en los procesos políticos, uno de los principales focos de crítica es el control de la banca sobre el sistema económico.
Además de las molestias como consumidores por la libertad de la banca para aumentar tarifas sin previo aviso, la inconformidad surge a raíz de la crisis financiera estadounidense provocada por la industria financiera y las irresponsables conductas especulativas, y más aún, por la influencia a nivel gubernamental para conseguir un rescate financiero.
Mientras la ciudadanía continúa esperando por un mayor control legislativo sobre el libertinaje de los bancos, han surgido campañas para transferir las cuentas de los bancos comerciales hacia cooperativas locales o uniones de crédito.
Las campañas de transferencia de cuentas se evidenciaron en las redes sociales como Facebook con el evento “Bank Transfer Day” (Día de Transferencia de Banco). La iniciativa, creada por Kristen Christian surgió a partir de su molestia con los procedimientos de la banca comercial para aumentar y añadir tarifas sin consultar al consumidor.
Sin embargo, se considera que el detonante de las campañas cibernéticas fue el “Move Your Money Project” (Proyecto Mueve tu Dinero), una campaña que comenzó en el 2010 con el cortometraje “Move Your Money”, creado por el cineasta estadounidense Eugene Jarecki. Las reproducciones en la red del cortometraje fueron catalogadas como virales, y luego vino la creación de la página en internet. En el portal se ofrece orientación para cambiar de banco, provee enlaces para motores de búsqueda de bancos locales y uniones de crédito según el área geográfica, además de mantener foros de discusión. Para Jarecki, la justificación del lanzamiento de esta campaña es simple: “Si los bancos fallan, obtienen un rescate financiero. Pero la gente común y corriente falla, y nadie los rescata financieramente”.
A partir del 2012, los bancos en Estados Unidos tendrán la libertad para cobrar mensualmente una tarifa de entre tres y cinco dólares a clientes que mantengan un balance inferior a los 20 mil dólares cada vez que utilicen sus tarjetas de débito. A nivel local, el Banco Popular aplicará a partir de enero 2012 un aumento de $2.00 a cualquier cliente del banco que retire dinero de un cajero automático independiente, adicional al cargo del retiro en sí.
¿Uniones de crédito?
Una unión de crédito (credit union),es el nombre con el que se conoce a las cooperativas financieras norteamericanas sin propósitos de lucro (non for profit). Éstas son poseídas por sus miembros, quienes a su vez escogen una junta directiva que supervisa el funcionamiento de las mismas. En Estados Unidos existen dos tipos: las federadas y las estatales. En el caso de las federadas son reguladas por la Administración Nacional de las Uniones de Crédito (NCUA, por sus siglas en inglés). Las estatales, por su parte, son reguladas por las leyes del estado y una autoridad supervisora radicada en las oficinas de la cooperativa. Los depósitos de las uniones son protegidos por un fondo de seguro nacional. Al ser instituciones sin propósitos de lucro no emiten acciones en la bolsa de valores. Además, reinvierten sus ganancias exclusivamente a beneficio de la organización y sus miembros.
Al parecer, este modelo atrajo a los inconformes con la banca comercial. De acuerdo a la Asociación de Uniones de Crédito en Estados Unidos, a fines de septiembre del 2012 se estimaron 650,000 aperturas de nuevas cuentas. En el 2010, las cuentas en uniones de crédito sumaban sólo 600 mil para todo el año.
Y no sólo los inconformes se unen a las uniones de crédito. A principios de diciembre del año pasado, miembros del movimiento de ocupación de San Francisco anunciaron planes de crear una unión de crédito bajo el área de membresía de grupos de interés. Al momento la llamarán Unión de Crédito de la Reserva del Pueblo (People’s Reserve Credit Union). El propósito de los miembros del movimiento de San Francisco es que los residentes, comercios, organizaciones sin fines de lucro y otras agencias de la ciudad, tomen control y mantengan el dinero fuera de la banca corporativa de modo que se redistribuya el dinero localmente. Se proponen comenzar con 500 miembros hasta llegar a los dos mil, tener dos sucursales y llegar a siete millones en activos para el próximo año. Además, crearían empleos a nivel local, ofrecerían micro préstamos personales y préstamos estudiantiles subsidiados a bajo interés.
En Puerto Rico existen uniones de crédito para algunos empleados de compañías estadounidenses. Aunque están radicadas aquí, responden a NCUA. Básicamente, cumplen un propósito social para un público que de otro modo no podría obtener ayudas financieras a crédito de parte de los bancos comerciales.
La opción local
En Puerto Rico, la opción a la banca recae en las cooperativas de ahorro y crédito. Éstas se dividen en cooperativas de ahorro y crédito cerradas y abiertas. Las cooperativas cerradas ofrecen servicios a los empleados de un gremio, centro de trabajo o empleados de empresas privadas o agencias y corporaciones públicas. Por su parte, las abiertas abarcan a las cooperativas de ahorro que sirven a los socios de determinada área geográfica.
De igual modo, las cooperativas de ahorro y crédito ofrecen mejores intereses en ahorro y préstamos personales, y cada miembro es socio dueño de la misma. Al momento de afiliarse a la cooperativa el socio dueño aporta una parte en activos, que no pagan contribución sobre ingresos, y que al final se reparten en dividendos entre todos. La regulación de las cooperativas recae en la Ley No. 239 de 2004, y en específico las de ahorro y crédito bajo la Ley No. 255 de 2002. Esta ley protege además el capital.
Según la Oficina del Inspector General de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), con una concentración de 118 cooperativas en Puerto Rico, este sector ha visto en los pasados siete años un modesto, pero constante, aumento en sus activos totales. Han crecido de $6,278 en el 2004 a $7,484 millones a septiembre del año 2010.
Más allá de que el modelo económico cooperativo haya ganado auge entre el movimiento de ocupación estadounidense, hay que reconocer que a nivel local ya el modelo gozaba de credibilidad y contaba con el apoyo de la población en general. Según un estudio publicado en septiembre realizado por el Instituto de Reputación (Reputation Institute) de Nueva York y la compañía Gaither International Inmark de Madrid, las cooperativas gozan de una alta reputación en comparación a la banca comercial, especialmente en indicadores como innovación, entorno de trabajo, ética, ciudadanía y liderazgo.
Cambiarse de banco no sólo significa alcanzar cierta satisfacción como consumidor, es también asumir un nuevo modelo económico democrático del cual formará parte activa, compartiendo justa y equitativamente con otros socios-dueños, los destinos de este tipo de empresa de propiedad conjunta que ayuda a fortalecer la economía local.
Este contenido se publica como resultado de la alianza entre Prensa Comunitaria y Puerto Rico Cooperativista, periódico de La Liga de Cooperativas de Puerto Rico.