Reforma Universitaria: crucial y necesaria
Me sorprendió sobremanera el titular, ya que precisamente me dirigía al Recinto de Río Piedras, donde colegas de la CMRU habían convocado una conferencia de prensa para dar a conocer el proyecto que habían estado trabajando desde 2018, y que catorce senadores y senadoras de tres partidos políticos y un senador independiente del Senado de PR habían acogido. El proyecto fue referido a la Comisión de Educación, Turismo y Cultura para su evaluación y ratificación.
La CMRU que convocó la conferencia está compuesta por representantes electos del sector estudiantil, docente, no docente y de comunidades aledañas a la UPR. Incluye entre sus miembros a colegas respetados y conocedores del quehacer académico y administrativo de la universidad, con vasta experiencia y muchos años de servicio. Su trabajo sobre la reforma universitaria comenzó en agosto del 2018. Divulgaron ampliamente sus informes de progreso y copias de los borradores del anteproyecto a toda la comunidad universitaria. Sostuvieron más de 33 reuniones en sesiones de trabajo sabatinas y cientos de horas adicionales de trabajo individual y colectivo. Presentaron el anteproyecto en los recintos para recibir el insumo de la comunidad universitaria, así como sugerencias de revisiones. Asistí a varias de estas reuniones, donde todos y todas tuvimos la oportunidad de comentar sobre el proyecto. Además, distribuyeron el borrador por correo electrónico institucional a modo de recibir retroalimentación adicional.
Para la elaboración de dicho proyecto la CMRU se nutrió de propuestas anteriores de reforma universitaria, de foros celebrados en 10 de los 11 recintos y las recomendaciones hechas por los consejos de estudiantes, asociaciones docentes, no docentes y comunitarias. También presentaron el proyecto ante Senados Académicos y sostuvieron reuniones con la Junta Universitaria, con el presidente de la UPR y con la Junta de Gobierno. La Junta Universitaria, que incluye los rectores de los 11 recintos, entre otros miembros, avaló el proyecto en su reunión del 9 de diciembre de 2020.
En otras palabras, hubo amplia divulgación y discusión del proyecto antes del día en que se presentara al país en la conferencia convocada por la CMRU. En todas estas instancias, la comunidad universitaria, y sobre todo los rectores, tuvieron oportunidad de hacer sus planteamientos, aclarar sus dudas y proveer sugerencias. De hecho, los puntos esbozados por los rectores que reseña el periódico desde su portada ya se habían atendido y aclarado anteriormente por la CMRU y, más recientemente, por algunos senadores (José Vargas Vidot y Rafael Bernabe), por ser errados y contrarios a las premisas contenidas en el proyecto de reforma universitaria, específicamente en lo referente a la gobernanza y la acreditación de la Middle States Commission on Higher Education. Como aclara el doctor Jorge Colón, miembro la CMRU, “el estudio minucioso del P del S 172, a la luz de cada uno de los estándares de acreditación de la MSCHE, con sus respectivos incisos, así como de los requisitos de afiliación, arroja resultados que distan mucho de las alegaciones que hace el grupo de rectores”.
La intervención inoportuna de los rectores en la mañana en que se programó la conferencia de prensa fue desacertada y a destiempo. Ahora solicitan turnos ante el Senado de PR para exponer sus puntos, que ya fueron refutados uno a uno, con una detallada comparación entre lo que ellos entienden es el proyecto y la realidad que especifica el mismo. Espero que sus dudas sean aclaradas nuevamente en las vistas públicas que programará el Senado de PR, por una vez y por todas, y que se coloquen en el lado correcto de la historia al apoyar esta reforma universitaria y a los recintos que dicen representar. Igualmente espero que este acto de aclaración reciba el mismo cintillo de primera plana y portada en algún periódico, con su artículo respectivo presentando los postulados según desglosados en el proyecto de reforma y lo acordado en la Comisión de Educación del Senado de PR. Como sabemos, las palabras tienen peso e impacto, aunque no siempre sean acertadas, y las aclaraciones son necesarias para establecer veracidad.
Solo desde la solidaridad, el respeto, la democracia participativa y la despolitización partidista es que se logran cambios y renovaciones necesarias en la UPR. Es esencial entender a la Universidad como proyecto de país, compuesta de varios sectores igualmente valiosos y en estrecha relación con las comunidades que la rodean para que estos cambios se materialicen. No lograremos verdadera reforma si continuamos remando en direcciones contrarias. Este proyecto de reforma universitaria es un paso importante en la dirección correcta de la autogestión y la gobernanza participativa y democrática al atemperar el proceso académico-administrativo universitario al siglo XXI. Unámonos a este esfuerzo colectivo, sin obstaculizar el trabajo serio y comprometido que llevan a cabo las personas de distintos ámbitos, con los mejores intereses de la Universidad como meta colectiva.