En el discurso dirigido al Colegio de Abogados de Puerto Rico, Edgardo Rodríguez Juliá expresa su gratitud por la invitación y comienza destacando la tradición de defensa de los derechos civiles y políticos en la isla. Hace referencia a diversas figuras históricas que han dejado su huella en el ámbito legal y cultural. Sin embargo, el autor pronto se sumerge en anécdotas personales relacionadas con abogados y demandas por difamación en la década de 1980. Esto le lleva a reflexionar sobre la ética en la abogacía y la importancia de la justicia en la sociedad. A medida que avanza en su discurso, el escritor y cronista aborda temas más amplios, como la identidad nacional de Puerto Rico y su evolución a lo largo de los años. Menciona la influencia de la emigración y el papel del automóvil en la movilidad de la población. Finalmente, el autor destaca momentos clave de convergencia en la historia puertorriqueña, incluyendo la crisis de los cohetes en Cuba y la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló en 2019. En resumen, este discurso es un viaje a través de la historia y la identidad de Puerto Rico, contado con la perspicacia característica de Rodríguez Juliá.