UPR: sin pies ni cabeza las “pausas”
Las “pausas” en las distintas concentraciones de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, cada vez se muestran más incongruentes.
De entrada, como anunció Diálogo el 19 de enero, “las pausas” están al margen del Reglamento (éste no concibe dicha categoría académica). De otra parte, se dice que la justificación de pausar viene de la merma de estudiantes, aunque, en efecto, hay alumnos.
Tampoco se conocen cuáles son los requisitos con los que la Administración Central decreta, de un lado, las «pausas» y de otro, la supuesta poca población estudiantil. De hecho, las “pausas” fueron anunciadas antes de que cerrara el proceso de solicitud de admisión de estudiantes de nuevo ingreso, entonces, aún no se puede determinar la cantidad de estudiantes que ingresará a las concentraciones. Es decir, no puede haberse evaluado la «pausa» de un programa académico a raíz de la matrícula de nuevo ingreso, pues no ha acabado todavía el plazo límite.
“La Vicepresidencia de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Puerto Rico informa que el proceso de solicitud de admisión para el año académico 2011-2012 será hasta el próximo 15 de febrero de 2011”, indica la página del Sistema UPR.
Cabe recordar que «las pausas» entrarían en vigor en agosto 2011, afectando principalmente a aquellos estudiantes que ingresarían en esa fecha.
En el mismo sitio web aparece la concentración de Estudios Hispánicos y la de Inglés (otra “en pausa”), dentro de las ofertas académicas disponibles.
“Si conseguimos suficientes estudiantes, pausan la pausa. ¿Será posible en dos semanas?”, expresó vía correo electrónico, Sofía Cardona, catedrática de Estudios Hispánicos.
En el caso de esta concentración, según se informó en la conferencia de prensa celebrada el 1ero de febrero, hay 73 estudiantes de Estudios Hispánicos a nivel subgraduado, sin contar las decenas que llevan la disciplina como segunda concentración.
Tanto profesores como el estudiantado han rechazado y no reconocen el estado en el que se les colocó, y en diferentes cónclaves han declarado que ignoran lo que sucederá con quienes cursan el programa académico.
La única notificación que han tenido los decanos y profesores del estado de los programas en cuestión ha sido la tabla de las pausas, enviada en un papel sin timbrar y sin firma.