WikiLeaks se traslada a Suiza
Como se había anticipado, la filtración de las más de 250 mil comunicaciones entre el Departamento de Estado de Estados Unidos y sus embajadas alrededor del mundo, ha dado mucho de qué hablar. Sin embargo, el contenido de los documentos ha sido catalogado, en diversas instancias, como poco relevante, carente de importancia alguna. Ha sido el análisis sobre dicha evaluación del contenido y las posibilidades informáticas y políticas del internet, junto al propio hecho de la filtración y los análisis sobre la teoría y práctica del periodismo, lo que ha predominado.
Independientemente del valor de fondo que tenga la información expuesta, habrá que tener cuidado de no caer en ignorarla meramente porque así lo parezca o, peor aún, porque sean los mismos centros de poder quienes la cataloguen ante el mundo como de escasa trascendencia.
En lo que respecta a la filtración en sí misma, los aspectos principales en debate han girado en torno a su legalidad y moralidad, así como respecto a la ética, la responsabilidad y el deber de parte tanto de los periodistas y del periodismo como profesión, como de los medios de información.
A fin de cuentas, lo que parece subyacer realmente es un enfrentamiento entre la libertad de expresión y el derecho a la información, contra el poder dominante de gobiernos, sectores y medios oficiales. Incluso, esta situación pone de manifiesto la contradicción entre democracia y lo que realmente termina siendo el sistema predominante y sus manifestaciones.
El enfrentamiento contra Wikileaks ya ha comenzado. Dicha organización anunció su nueva dirección en internet, luego que la compañía que le suministra los servicios del nombre del dominio, así como uno de sus servidores, cancelaran sus servicios unilateralmente, bajo presiones de los adversarios de la organización: http://213.251.145.96/ (www.wikileaks.ch)
Lo más reciente:
WikiLeaks: «El discurso libre tiene un número: http://88.80.13.160»
La organización de Assange se muda a Suiza bajo el dominio de wikileaks.ch, tras denunciar el cierre de su antiguo dominio. /Público.es