¡48 horas en el Coliseo!
Estas pasadas 48 horas han sido una rápida sucesión de eventos históricos cuya verdadero impacto nos tomará tiempo y en mi caso distancia emocional para analizar. Pero aquí un intento rápido de testimoniar lo que he vivido entre ayer y hoy.
Ayer empezamos a vivir el comienzo de un movimiento descentralizado de red, que ha literalmente desbordado un proceso electoral. Por lo tanto hay varios registros desde los cuales podemos y debemos aproximarnos a lo que está sucediendo. El electoral, por ejemplo: cuántos votos tiene Manuel… si está ganando o perdiendo no lo voy a abordar ahora porque todavía se están contando miles de votos adelantados, con transmisión dilatada de resultados. En resumen: no se puede concluir definitivamente cuál es la tendencia (nosotros recibimos los mismos número que todos ustedes cuando los publica la CEE). En vez me voy a enfocar en testimoniar el movimiento social que se está coagulando alrededor del conteo y la campaña.
El detonante ocurrió en la noche de la elección cuando la supuesta ventaja insuperable de Romero se convirtió en una mayoría parcial para Manuel, en las altas horas de la noche. De repente el esquema de que realmente se podría romper el bipartidismo dejó de ser un sueño lejano y se convirtió en una meta alcanzable. La estrechez de la ventaja, sumada a la legítima desconfianza hacia las instituciones políticas de Puerto Rico —y por supuesto el llamado de Manuel en las redes a defender el voto— crearon una constelación perfecta de fuerzas que movilizó primero a cientos y luego miles de personas a querer participar del proceso.
El desborde ha sido tanto, que fuimos de no tener suficientes funcionarios velando mesas de conteo de voto adelantado antes de las elecciones, a un ejército de funcionarixs de todo el País que no caben ni en la sección de las gradas del Coliseo Roberto Clemente donde nos acomodaron. Durante los inicios de este desborde, ayer los comisionados de MVC no tenían la capacidad para manejar el caudal de voluntarios. Pero como hemos visto en otros movimientos parecidos, la gente se empezó a auto-organizar. Inmediatamente había montado una concesión de comida nutrida por un caudal constante de donaciones de comida de todas partes. Como decía el gran Edgardo Confesor: eso parecía un buffet de Sizzler.
Los voluntarios que llegaron al Coliseo en su mayoría nunca habían participado del funcionamiento de un proceso electoral. Eran de todas las edades, aunque tendían a ser muchos jóvenes. Y provenían de todas partes de la isla. Tan puesta pal problema estaba la gente que yo tuve que convencer a varios voluntarios de pueblos tan remotos como Aguada y Jayuya que no se tiraran la longa de venir pal Coliseo si no tenían experiencia como funcionarios en Mesas Especiales de Javaa (Junta de Voto Adelantado y Ausente)… no sé si logre convencerlos.
Una vez en el Coliseo este mar de voluntarios en su mayoría rookies, recibían bienvenidas introductorias por parte de este servidor, para explicarles a groso modo lo que estaba aconteciendo, mitigar expectativas de sus posibilidades de participar directamente en el conteo e identificar las personas con experiencia previa en conteo para servir de relevo en Mesas Especiales donde se batallan las papeletas que no lee la máquina. A pesar de que la mayoría no tenía ninguna experiencia y la capacidad de la comisión de MVC estaba limitada para dar entrenamientos, de nuevo la gente se auto-organizó y se administraron entrenamientos para navegar el manejo complejo de la tabulación manual de estas mesas.
Se estaba empezando a crear un ambiente bien chévere de cooperación, coordinación auto-organizada y de pertenencia. Ante los gritos y pitos de las gradas del PNP, la fuerza de las réplicas del lado de nuestras gradas eran avasallante y poderosa; reviviendo destellos del verano del 19 —y no solo en las consignas. Para cuando el PNP colgó una urna de cartón simulando un féretro de Manuel Natal desde el techo del Coliseo; ya nosotros habíamos creado una cultura de calma y respeto. Y cuando le pedimos a nuestros voluntarixs que no se dejaran cucar por un acto tan descarado de provocación, lo siguieron alegremente y no volvieron a hacer ruido durante la próxima hora.
Por eso, para nuestra sorpresa, cuando nos informan que los comisionados de los demás partidos habían decidido limitar el acceso a las gradas a solo diez personas y forzarnos a desalojar los cientos de voluntarios que teníamos de nuestro lado, en medio de total paz, habían muchos funcionarios alarmados. Si no desalojábamos tenían acuartelada la fuerza de choque para “hacer valer el nuevo edicto”. Este fue otro intento de suprimir el monitoreo ciudadano del conteo. Lamentablemente algunas personas bien intencionadas pero carentes de maña, cedieron a este edicto sin hacer un issue meritorio resistir. [Al cierre de esta nota, esta decisión se dejó sin efecto].
Lo que vivimos hoy me recuerda a los mejores días OWS, Occupy Sandy, BLM, la respuesta a María y muchos otros procesos alrededor del mundo en los que he participado a menor grado. Estos son espacios de veloz politización e implicación de masas de personas atadas a la misma frecuencia de afectos. Era lo que me imaginaba podríamos ingeniar desde la campaña en el mejor de los escenarios antes de las elecciones. Pero el ninguneo y moralismo patético en las redes durante el periodo pre-electoral inhibieron o chantajearon a muchxs implicarse abiertamente con nuestra campaña. La elección nos sacudió de ese estupor.
Esta campaña finalmente se ha convertido en el movimiento que tanto anhelábamos y evocábamos, pero que todavía no se había consolidado. Ojalá podamos encarrilar esta oportunidad en una escuela masificada de proceso electoral lo suficiente potente para ayudarnos a desarrollar el mollero político y infraestructura para seguir nutriendo más candidaturas insurgentes y progresistas. A ello apuesto por ahora.
[Aunque ayer nos dijeron que iban a limitar las gradas, no hay restricciones de entrada al Coliseo Roberto Clemente. Debemos seguir llenando las gradas con nuestros funcionarios. Hasta que nos manden a ir. El acto de presencia es súper importante en este momento].