A juntar memorias y abrazos por Jesús Martín Barbero
Este texto forma parte del homenaje a Jesús Martín Barbero organizado por la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC). El encuentro virtual estuvo precedido por un reconocimiento compartido: «Será recordado por su sabiduría, calidez y su aporte invaluable al campo de la comunicación. En memoria del maestro (1937-2021)».
Gracias por juntarnos hoy para celebrar la vida de Jesús. Hoy comparto dos recuerdos. El primero, es el hogar acogedor de Jesús, Elvira, Alejandro y Olguita.
Tanto en Cali como en Bogotá ese hogar fue un lugar en el cual se invitaba a pensar, a conversar, a compartir alrededor de la mesa y a sentir que lo que uno hacía tenía un lugar en el mundo. Llegué por primera vez al hogar de Jesús y Elvira en Cali cuando era una estudiante de doctorado. Luego también me sentí acogida en su casa cuando se mudaron a Bogotá en la época de mis primeros años de trabajo. Esta acogida generosa a todes a quienes apenas empezábamos y quienes ya estaban en plena madurez profesional, es un legado intelectual y afectivo de Jesús, Elvira, Alejandro y Olguita.
Lo segundo es la resonancia de la voz de Jesús cuando le contaba a uno, de manera apasionada, lo que estaba pensando en ese momento.
Recuerdo las horas que pasé en su estudio en Bogotá escuchándolo hablar con profundo entusiasmo de aquello que lo conmovía intelectualmente. Esa pasión por pensar siempre venía de la mano del reconocimiento de aquellos que formaron y formaban su mundo. Cerca de su escritorio tenía una cartulina con fotos con las personas significativas de su vida, desde un maestro de escuela en España que recordaba con mucho aprecio hasta sus colegas e hijos. Con esa misma pasión con que pensaba, Jesús lo invitaba a uno a recorrer una a una esas fotos con que armaba la historia de su vida. Jesús contaba con entrega total: con su voz, sus gestos y con toda su presencia. Así, lo que pensaba y el afecto por aquellos con quienes pensaba resonaba en su estudio, en su casa y en sus presentaciones públicas. No dudo que nos seguirá contando más y mi deseo es que nunca lo dejemos de escuchar. ¡Gracias maestro por tanto!
18 de junio, 6 pm hora NY