América esto es apenas un poema
Tarjeta de identificación y otra de crédito en el bolsillo izquierdo
13 de mayo,
2016.
Es viernes de quincena y ya sé que no me sobrará otra vez para calmar los nervios.
¿América cuándo te morderá letal tu propia deuda?
Ojalá te asfixie de una vez tu bolsa de valores.
Ojalá tus voces interiores acaben de joderte.
No soy el único que no se siente bien. Déjame quieto.
Desde que soy adulto no logro concentrarme pero me prometí acabar este poema.
América no me interesa verte angelical. Yo quiero verte adulta.
¿América cuándo te tocará entender,
partirte el lomo trabajando para alcanzar el sueño;
tú insomne a solas conviviendo con el hambre y las llamadas de tus bancos
buscándote en los mapas de hongo y de humedad de tu propio techo?
¿América cuándo te mirarás en Youtube?
¿Cuándo te indignarás contigo misma?
¿América por qué tus bibliotecas gritan?
América vete al carajo a jugar la dictadura.
Me tiene harto tu ego federal, el descaro de tu control fiscal sobre nosotros.
Robarte es poco comparado con lo que deberíamos hacer.
Dispararte es poco comparado con lo que debimos haber hecho.
No nos has minimizado.
América no soy perfecto pero soy adulto.
Tu maquinaria alguna vez fue demasiado.
El presente no merece elogios.
Yo sé que tú me diste un pasaporte.
Tú me hiciste desear el dólar.
Pero esos malentendidos tienen que acabarse.
Cientos de abrazos se fueron en avión, no creo que vuelvan.
Tú me arrancaste a Lourdes, a Emely, a Javier, a Carmen Sara
a Norma y a Don Pepe, a Normita y a Grisselle
a Julito, a Madeline, a Ninoshka
a Priscilla, a Yari, a Tao, a Jorge, a Jesús, a Gilberto.
Tú me arrancaste a Andrés y eso es siniestro.
¿En verdad estás insistiendo en ser destino o esta es la nueva guerra?
Estoy tratando de entender.
Hacerle caso a la intuición no es paranoia. No voy a tranzar con mis ojeras.
América no voy a gastar el último dinero que me queda en tu estrategia.
América los indignados continúan floreciendo.
Las calles dicen que el progreso de la modernidad ya fracasó.
Periódicos y noticieros dicen que el mañana es impagable.
Horita vi a un policía llorar.
Horita vi otra vitrina estillada.
América me pone sentimental la caligrafía de la gente;
igual esos letreros de neón que todavía parpadean.
América de niño imaginaba el futuro de otra forma.
En el futuro hice libros de poesía con cartón de tu basura. Ha sido hermoso. No me arrepiento.
Es cierto que ahora vivo pillado en una jornada laboral 40 horas semanales para sobrevivir porque no sé otra forma más allá de la que le enseñaste a mi familia,
pero son mías un par de estrellas en cielo,
tengo el mar cuando me antojo, me sigo regalando flores;
tengo además una colección de piedras vivas.
Soy feliz con poco.
También fumo marihuana cada vez que quiero.
Solo que cuando fumo
me quedo detenido repasando el polvo y las grietas de mi esquina del mundo.
Cuando no quiero ver voy a Santurce y me emborracho y río desmedidamente
y bailo hasta olvidarlo todo.
Pocas veces termino acostándome con alguien.
Pero no hay lío en eso.
Solo creo que me empiezan a aburrir los hombres.
Me hubieras visto la otra noche cantando en el karaoke.
No sé qué piensan de mí mis compañeros del trabajo. No me importa.
Yo abracé el fracaso hace unos días y no se dieron cuenta.
Pero ya decidí que no voy a suicidarme.
Tampoco rezaré el Padre Nuestro.
Hoy es el día 1942 después del fin del mundo.
El día cero comí hongos en La Selva y aluciné hasta cortarme un poemario.
América mi abuelo ha estado enflaqueciendo de diarreas, vomitando demasiada radiación tras las quimioterapias. Lleva dos días recluido en el Hospital de Veteranos. Su piel está quemada. No lo he visto. Sus riñones empiezan a dar problemas. Mi abuelo disparó en Corea. Carne de cañón. Su participación fue obligatoria.
América te estoy hablando.
¿En serio dejarás que nuestra realidad la dirija Facebook?
Yo sigo conociendo gente en Facebook.
Estoy adentro.
Leo sus voces. Veo sus fotos todo el tiempo.
La realidad es caótica pero no sabes todo. Nos estamos conociendo afuera. Nos estamos juntando. ¿Ya te leyeron el futuro en la palma de tus muros?
Facebook siempre habla de lo que le conviene. El status social importa. La farándula importa. Pero nada importa afuera más que el sueño.
Sucede que no sueño ser América.
¿Entonces sigo hablando solo?
A fin de cuentas las islas hablan solas y han seguido amaneciendo.
Además todo se fue al carajo.
No voy a gastar el último dinero que me queda para huir en un avión.
No dejaré por la farsa del progreso mis recursos naturales.
Mis recursos naturales son millas de ríos y playas, cuerpos salados, cierta ternura de abrazos con la energía del sol, cientos de noches de brisa y aguaceros, la cara de mi madre, la infinita risa, el sudor, la marihuana fresca.
Eso a pesar del peso del colonialismo.
América quizás un día encuentres este poema en un prostíbulo. A veces los prostíbulos son bibliotecas.
Mi única ambición por el momento es poder dormir tranquilo tras un beso.
América ¿en serio crees que iba a escribirte mi mejor poema?
Tengo que trabajar. No alcanza el tiempo.
América ¿cuándo pondrás en el pasillo los sueños a 70% de descuento?
América yo voy a ganarme el Powerball.
Voy a saldarte mi país y regalárselo a los míos.
America libera a Oscar López.
América ya déjanos en paz.
América Eugenio María de Hostos, Francisco Matos Paoli, Luis Palés Matos, Julia de Burgos, Hugo Margenat, Juan Antonio Corretjer, Olga Nolla, Salvador Villanueva, Víctor Fragoso, Marigloria Palma, Manuel Ramos Otero, Ánjelamaría Dávila, José María Lima. No están muertos.
América busca -historia de Puerto Rico- en Google.
América en tu contra la poesía.
América leéte Sucede que yo soy América.
En 2010 lloré en una huelga estudiantil sentado en el pavimento en medio de un cerco policial. América el gas pimienta de los cerdos. América las manos agarradas de mis compañeros y mis compañeras. Sus voces cantando al mismo tiempo que los poros. Sus voces levantando el corazón. América solo lancé una piedra pero nunca me atreví a decirlo. América la piedra no hizo nada. América la huelga se nos fue del aire. América la huelga se nos fue apagando. América aviones en los ojos. América aquel tiempo ya queda demasiado lejos.
América Facebook mantiene los recuerdos vivos.
América ¿realmente quieres esta guerra?
América ya métete por el culo tu Congreso.
América ya explotó la deuda. ¿No ves que tú y yo estamos embarrados de mierda?
América esto es apenas un poema.
Mejor acabo este poema y lo publico en Facebook. Facebook es una de esas bibliotecas.
América no quiero ver el polvo ni las grietas de mi rincón de mundo. Mejor voy a Santurce a emborracharme y a sonreír desmedidamente. Ojalá termine hoy bailando o acostándome con alguien.
Lo importante ahora es no pensar, es importante saber no detenerse.
América yo soy biblioteca y hace tiempo que no grito.
¡América!
¡América!
¡América!
*Este poema no forma parte pero fue provocado por “Sucede que yo soy América” (2015), proyecto de traducción de Nicole Cecilia Delgado que antologa 30 traducciones del poema America (1956) de Allen Ginsgberg escritas por poetas latinoamericanos. La antología fue reseñada recientemente por Melanie Pérez Ortiz en 80grados: Latinoamericanismos contemporáneos: a propósito de Sucede que yo soy América