Analfabetos políticos
«El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, ni participa en los acontecimientos políticos.” –Bertol Brecht
Esta cita del dramaturgo alemán nos lleva a reflexionar sobre el analfabeto político, pero hay que situarlo en el contexto puertorriqueño. En Puerto Rico se ha creado el mito de que la política es el deporte nacional. De ser ese el caso los ciudadanos debemos ser los peores atletas y jugar en las divisiones más bajas, como la división colonial, donde nuestra participación es una muy limitada. Este indicador muestra nuestro bajo rendimiento político, pero no nos limitemos a el status y exploremos otro indicador que da paso al surgimiento del analfabeto político puertorriqueño.El desinterés en la política se ha visto reflejado en la tasa de participación electoral. En las elecciones del 2012 en Puerto Rico, hubo una participación electoral de 78% y en el 2016 fue de 55%. Este declive nos muestra que ha habido un aumento en la falta de interés en participar en acontecimientos políticos electorales y que hay una crisis de legitimidad en los líderes políticos que gobiernan el país.
Esta crisis de legitimidad en el liderazgo político se reafirmó en las manifestaciones multitudinarias en distintas partes de la isla en el verano de 2019. Aquellos sujetos que no oían decidieron oír, aquellos que no hablaban, hablaron y aquellos que no participaban en acontecimientos políticos, dentro de un proceso que no fuera electoral, lo hicieron. El resultado de dejar ser un analfabeto político dio resultados, la renuncia del primer ejecutivo se dio. Pero, la militancia en las calles y no en las urnas tiene sus consecuencias.
No hay que ser un erudito, para saber que los únicos culpables de esta crisis han sido los dos partidos que han monopolizado el poder desde la fundación del Estado Libre Asociado. La esperanza del verano del 2019, cada vez se va muriendo, por lo tanto se puede convertir en una victoria efímera. Las encuestas del mes de marzo de 2020 han reflejado un favoritismo, por aquellos partidos que han administrado la crisis. Los análisis políticos en radio y medios alternativos señalan que la tendencia a la participación electoral del 2020 va en picada, está encaminado hacia una tasa de participación electoral de 50% o menos y la elección de un gobernador con un 40% o menos.
Los partidos de la crisis pueden ser una vez más los ganadores y el analfabeto político a base de una decisión irracional, vivirá en la agonía por cuatro años más. En estos tiempos de cuarentena, los puertorriqueños tenemos el deber de crear un espacio de reflexión política; en el cual podamos identificar quienes han sido los cómplices de la crisis, los que hicieron la autocrítica dentro sus partidos, los que fiscalizaron y los que han optado por reformar lo público. Enajenarse del proceso electoral en el 2020, significa coger la espada de Damocles que dejamos caer en el verano y herirnos nosotros mismos.