Belgravia: melodrama de altos vuelos
Ante el resquebrajamiento del imperio, Fellowes comienza su historia con un baile que, en la casa de la duquesa de Richmond en Bruselas, se ofrece en honor al duque de Wellington. Faltan unos días para la batalla de Waterloo y ¿qué otro encuentro militar en la historia del Imperio tiene un significado más honroso que ese? Sin embargo, en la víspera de guerra el soldado quiere amor y recuerdos. Lord Edmund Bellasis (Jeremy Neumark Jones), hijo del conde (Ton Wilkinson) y la condesa de Brockenhurst (Harriet Walker) se ha enamorado de Sophia Trenchard (Emily Reid). Ella no es de su clase, pues es hiija de Anne (Tamsin Greig) y de James Trenchard (Philip Glenister), nuevos ricos. Él ha hecho una fortuna con sus negocios. Tanto así que le llaman “el mago” por su habilidad de mantener el ejército provisto de material de guerra y comida según se acercan las batallas. Por contraste, los Brockenhurst son de alcurnia y unos de los más ricos de Inglaterra. Aunque el padre ha dado el visto bueno para que Sofía se case con Bellasis, la noche antes de partir, en una ceremonia que parece improvisada y cuyos únicos testigos, son los novios y el ministro, la pareja se casa. No le sorprende al espectador que el joven muera en la batalla. Ahora tenemos la situación de una joven que queda encinta, no tiene marido, y no sabe qué ha pasado con el documento que dice que está casada. Las cosas se complican cuando la muchacha muere dando a luz y el bebé se le concede a una pareja en Manchester para que lo crie.
Las intrigas nacen y se multiplican según la serie avanza (tiene seis capítulos) y los personajes tienen más secretos que la actual administración en Washington. ¿Cuál es el problema entre Oliver (Richard Goudling), el hijo de los Trenchard, y su mujer Susan (Alice Eve)? ¿Qué aqueja a la duquesa (Diana Kent) y al duque (Robert Portal) de Richmond? ¿Qué se traen entre manos el reverendo Stephen Bellasis (Adam James), el hermano del conde de Brockenhurst, y su hijo John (Adam James) con la herencia de la familia? ¿Quién es Charles Pope (Jack Bardoe)? Los que siempre se han admirado de que los criados de la época estuvieran omnipresentes en las conversaciones, las rencillas y los debates agrios de la familia, y tuvieran la delicadeza de no soltar prenda, piensen de nuevo. Las acciones de algunos de los empleados dan a conocer el origen del MI5 y MI6 ingleses.
Belgravia es uno de los barrios más distinguidos de Londres. Su desarrollo comenzó en el primer tercio del siglo XIX y a través de los años ha sido lugar de hechos históricos –Randolph Churchill, el padre de Winston, nació aquí— y melodramáticos: Joan Collins vivió allí. Y en épocas más lejanas, Federico Chopin y Mary Shelley, quienes también vivieron momentos melodramáticos, hicieron residencia en el distrito. Por lo tanto, hay que perdonar esos momentos de melodrama en la narrativa de Fellowes y maravillarse de que conoce tan bien a los actores que ha confiado que van a hacer sus papeles sin echarse a reír ante algunas de las circunstancias.
La producción es tan hermosa que uno duda que algunos de los platós no sean en lugares verídicos. El edifico que alberga el club de James Trenchard es tan hermoso que a uno le dan ganas de romper la cuarentena e ir a Londres a visitarlo. Mas, en realidad, la mayoría de los exteriores se filmaron en Edimburgo, y su New Town hizo de Belgravia. Los vestuarios femeninos y masculinos de la época son elegantes, y la música de John Lunn, que también compuso la de Downton Abbey, sublime.
Lo mejor, por mucho, son los actores y entre ellos se destacan y hacen de la serie una delicia, Tamsin Greig, como Ann Trenchard, y Harriet Walker la condesa de Brockenhurst. Dos arpías más civiles y de costumbres más refinadas que estas dos no las había tenido ninguna desde Lady Macbeth. Los encuentros y la lucha por el poder entre estas dos son divertidas y, dada sus tretas, a veces cómicas. Dos actuaciones que, dentro de lo que está sucediendo, hacen el melodrama tan liviano como el mejor suflé, lleno de aire y listo a “volar”.