Brilla nuestra nacionalidad en Barranquilla
A la memoria de tres patriotas-deportistas intachables: Elliot Castro Tirado, Tuto Marchand y Fufi Santori Coll.
La soberanía deportiva de Puerto Rico, es una conquista estratégica de nuestra nación y un pilar esencial en la defensa de la cultura puertorriqueña, desde hace 88 años. (1930-2018).Su importancia trasciende los paradigmas partidistas e ideológicos tradicionales, porque ese sentimiento patrio, el orgullo por nuestros atletas nacionales, ya forma parte de nuestra idiosincrasia puertorriqueña.
La soberanía deportiva reafirma nuestras raíces culturales caribeñas y latinoamericanas, que es la primera trinchera de lucha desde donde se construye la libertad política y la justicia social. Así de importante ha sido lograr y mantener nuestra representación internacional propia, por casi nueve décadas.
Los enemigos de la nacionalidad boricua, detestan ver a esos atletas desfilando con una sola bandera monoestrellada, en sus uniformes. Mucho más, les duele tener que escuchar el Himno Nacional de Puerto Rico, cuando se gana una medalla de oro. Saben que la soberanía deportiva, es un muro de contención frente a la anexión.
Esa es la verdad, aunque lo nieguen públicamente, porque su sentimiento está empeñado con el dólar. Este exiguo sector anexionista, tiene como símbolo, a la tenista y medallista olímpica por Estados Unidos, Beatriz “Gigi” Fernández.
Por eso, restarle valor a la soberanía deportiva y a las ejecutorias de nuestros atletas, es y ha sido un objetivo histórico de los anexionistas y colonialistas. Ha sido así, desde el 1930, cuando competimos por primera vez en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana.
Para intentar sabotear la soberanía deportiva, se han prestado históricamente, un escaso puñado de «analistos políticos» y algún cronista deportivo bien pagado. En ellos, también el dólar y el partido (PNP) manda, aunque hay otros que se trata de pura ignorancia y falta de información.
Desde 1930, hemos competido en prácticamente todos los ciclos olímpicos. Estos incluyen competencias cada cuatro años de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Juegos Panamericanos y las Olimpiadas Mundiales, descansando el cuarto año de cada ciclo.
A estas competencias regionales y las Olimpiadas, se le añaden los eventos mundiales de los deportes individuales y colectivos, que organizan las federaciones internacionales, miembros del Comité Olímpico Internacional (COI).
En esa larga historia de la representación deportiva independiente de Puerto Rico, el portavoz colonial más vergonzoso, en contra de la soberanía deportiva, ha sido Carlos Romero Barceló, el autor intelectual de los asesinatos del Cerro Maravilla.
Romero ha sido el único que le ha quitado los fondos del gobierno colonial al Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR). Esta acción sin precedentes, se ejecutó en el 1980, utilizando como excusa el boicot de Estados Unidos a las Olimpiadas de Moscú, en un intento fallido por destruir al COPUR y debilitar nuestra soberanía deportiva.
Nunca antes, ni después, ningún administrador colonial de turno, se ha atrevido atacar frontalmente al sector deportista del país. Esto se debe a que prácticamente la totalidad del pueblo, apoya nuestra soberanía deportiva. Esta realidad, trasciende los criterios partidistas o ideológicos, incluyendo la inmensa mayoría de los electores y activistas del Partido Nuevo Progresista (PNP).
De hecho, Romero es el único líder político, que se ha expresado reiterada y públicamente, en contra de la soberanía deportiva, pero él representa un sector minoritario del liderato anexionista. Al final, siempre se impone el cálculo electoral y se asignan fondos al COPUR, para guardar las apariencias.
La excepción, son un grupito anexionistas, metidos al lucrativo negocio partidista. De hecho, todos los gobernadores penepés, han asignado fondos al COPUR, porque saben que les costaría votos el negárselos. Los gobernadores populares, siempre han defendido la soberanía deportiva.
El resto de la realeza del PNP, prefiere morderse la lengua y aplaudir el éxito de nuestros atletas, por razones puramente electoreras. Así hemos visto como todos reconocen las gestas deportivas del alto rendimiento y la asamblea legislativa y los gobernadores, los invitan al Capitolio y a la Fortaleza.
Si se fijan bien en sus hipócritas expresiones faciales, todos están apretando las muelas de atrás, como actores y actrices de la partidocracia. Ese es un arte histriónico que no dominan, especialmente al saludar a los atletas destacados, con sus banderas de Puerto Rico, pues su lealtad está en la de USA.
Por otro lado, resulta aleccionador ver como nuestros representantes internacionales y las federaciones deportivas, aunque con muchos menos respaldo gubernamental, lograron aumentar las medallas en Barranquilla 2018. También hay que recordar las limitaciones e impactos negativos del huracán María en el entrenamiento de la delegación.
Las históricas victorias en cuatro deportes colectivos de gran impacto en la región, como el beisbol, el baloncesto, el voleibol (masculinos) y el softbol fememino, son una proeza, nunca antes lograda en un mismo evento internacional. También los otros 16 títulos individuales y colectivos, en diversos deportes, nos colocan en un plano de excelencia mundial.
En estos XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018, Puerto Rico terminó en la séptima (7) posición como nación, de 30 países que compitieron, con un total de 87 medallas: 20 de Oro, 29 de Plata y 38 de Bronce. ¡El 66% de los atletas que participaron, obtuvieron medallas!
México fue el campeón por paises, con 132 medallas de oro y un total de 321, destronando a Cuba, por primera vez en 48 años, en Juegos Centroamericanos y del Caribe. Sin embargo, la mayor de las antillas, obtuvo 102 medallas de oro y un total de 242 medallas. De esa forma, Cuba reconfirmo su extraordinario desarrollo deportivo, aunque terminó en segundo lugar.
Es importante reconocer, que muchos de los principales entrenadores de Cuba, colaboran solidariamente con los países de la región y son en parte responsables de su desarrollo deportivo. También la diferencia sustancial en la asignación de recursos económicos al deporte de alto rendimiento, de países como México, Colombia y Venezuela.
Mientras tanto, Venezuela , obtuvo menos medallas de las previstas. República Dominicana, Guatemala, Jamaica y Trinidad Tobago, se destacaron como naciones en franco desarrollo deportivo, con actuaciones sobresalientes de calibre internacional.
Honor a todas y todos nuestros aguerridos atletas nacionales, la directiva del COPUR y nuestras federaciones nacionales, que nos representaron dignamente. Todos ellos simbolizan el espíritu combativo de nuestro pueblo que como dijera, René Pérez Joglar de Calle 13, «no se han levantado, porque siempre han estado de pie».