Calle 13 y la subversión del sistema a través de la palabra
A modo de introducción
“Nosotros somos la fusión / somos una combinación / diferente que provoca discusión”. Así se presenta el grupo Calle 13 que irrumpe en la escena musical puertorriqueña en el año 2005 con mezclas musicales inauditas y con textos provocantes, satíricos y a la vez políticamente comprometidos. Tal como lo indica la estrofa citada de su canción «Perro que ladra, gato que avanza», este grupo provoca discusiones en la isla desde su primer disco Calle 13 (2005). Los siguientes álbumes Residente o Visitante (2007), Los de atrás vienen conmigo (2008) y Entren los que quieran (2010) aumentan su popularidad en el Caribe y en todo el continente latinoamericano. Con su último disco Multi Viral (2014) Calle 13 conecta con un público más allá de América Latina, ganando fama en Estados Unidos, Canadá y diversos países europeos.
¿Cómo logró este grupo musical difundir sus canciones entre un público tan heterogéneo? ¿Cuál es la receta de Calle 13 para movilizar las masas? A partir del análisis de los textos de Calle 13 y de entrevistas personales con René Pérez Joglar alias Residente comentaré, en lo que sigue, el compromiso social de Calle 13 y su interacción en el mercado musical.
“Todo lo que digo es como el aikido / uso a mi favor la fuerza del enemigo”
El éxito de Calle 13 y su capacidad para llenar los estadios con sus conciertos son representativos para el desarrollo actual de la cultura latinoamericana, cuya producción cultural más popular –y también la más rentable económicamente– es la música. Resulta interesante tener en cuenta que, en el Caribe, la música sigue siendo un elemento fundamental para representar identidades y formular imaginarios nacionales. Así lo afirma también René Pérez Joglar en la entrevista:
En mi país la bomba, la plena y la salsa tienen ese rol de representar nuestra identidad. Es una representación social del pueblo porque la mayoría de esa música se baila, se canta y tiene tantas historias que son familiares, que forman parte de nosotros y por ende de la cultura, y por esta razón son parte de nuestra identidad nacional. […] La música no es del gobierno, es del pueblo. Entonces, desde ese lugar, la música sí representa esa identidad nacional, y también cuando es contestataria y critica la situación social del país.
De esta manera, la música popular constituye un espacio que posibilita hablar por y para el pueblo y a la vez oponerse a los discursos nacionales dominantes. Cabe destacar, sin embargo, que la música popular, representada muchas veces como expresión auténtica del pueblo, no es una práctica pura y desinteresada. Más bien se trata de un producto de negociaciones y representaciones de diversos grupos sociales, y a lo largo de los siglos ha sido instrumentalizada tanto por agrupaciones subalternas como por las élites hegemónicas[1]. ¿Y cuál es el papel de Calle 13 en este contexto de representación nacional y mercado musical? Según mi modo de ver, este grupo ha logrado alcanzar éxito comercial sin dejar de marcar su oposición a las estructuras dominantes. La estrategia de Calle 13 para superar esta contradicción consiste en dos elementos principales.
Primeramente, el éxito internacional se debe al uso estratégico que hace el grupo de plataformas sociales como Facebook, Twitter y YouTube y de las mismas industrias disqueras. Gracias a los nuevos medios de comunicación, grupos musicales como Calle 13, censurados por la radio, pueden saltar el aparato oficial y difundir sus mensajes musicales en el espacio virtual. Las industrias disqueras, por su parte, permiten a estos grupos integrarse al mercado de la cultura masiva. En las últimas décadas se ha desarrollado un mercado internacional capitalista en el cual la cultura figura como mercancía capaz de generar ganancias de millones de dólares cada año. Entre estos bienes culturales destaca la música como verdadera “máquina de dinero”. Pero ¿cómo insertarse en este mercado sin ajustar toda la producción musical a los intereses mercantiles? Al conversar sobre el trabajo con las grandes disqueras, René Pérez hace una constatación importante que deja entrever una de las claves estratégicas de Calle 13: “yo creo que el truco está en el negocio: si la ves [la disquera] como una herramienta, pues, te sirve – pero tienes que saber cómo usarla”. Como advierte René Pérez, el grupo Calle 13 se ha resistido, desde sus inicios, a adaptarse a las exigencias de la industria y a reducir su propuesta a “canciones fáciles” que se vendan rápidamente:
Calle 13 desde el principio fue un grupo incómodo y difícil para trabajar para cualquier persona. No porque nosotros no fuésemos trabajadores, sino porque la música para ellos era incómoda trabajarla, sabes, siempre hacíamos cosas que para ellos no eran comerciales.
A pesar de ser un “grupo incómodo”, Calle 13 ha llegado, a través de Sony, a convertir su música en un producto vendido masivamente en el mercado musical global.
Y con eso llegamos al segundo elemento, que radica en el concepto de Calle 13 de venderse como algo “diferente”. El grupo se distingue por compaginar canciones con contenido polémico como «Querido FBI», «Calma pueblo» y «Multi Viral» con temas más bailables como «Suave», «Atrévete» o «Todo se mueve» que parecen asemejarse al gusto de un público aficionado al reggaetón, y con canciones de amor como «Beso de desayuno», «Por ti» u «Ojos color sol» que, gracias a sus letras y melodías bonitas, se venden más fácilmente. Como afirma el mismo René Pérez en la entrevista, este concepto de ser “diferente” va aun más allá de la letra y de la música:
Para mí, lo que ayudó a Calle 13 mucho, además de la letra, es el concepto, lo que representa el grupo, que es mucho y que trasciende las letras y la música. […] Ese concepto de Calle 13, de no encasillarse en nada –de ser siempre diferente, una marca que es diferencia– es lo que nos ayudó a nosotros a que saliera esto y que tuviese más, mucho más éxito que hubiese tenido solamente con la música o las letras. […] Creo que las letras ayudaron mucho, porque fueron muy directas. Fueron fuertes y quizás fueron bien arriesgadas en un momento dado, pero eso le dio fuerza a la propuesta y al concepto, al final. Y la música, en un principio, también fue arriesgada: de no estar haciendo reggaetón en un país donde lo único que escuchaban en este momento era reggaetón. […] Fueron todos estos elementos, pero creo que el principal fue el concepto, lo que representa Calle13 más allá de las letras y la música.
Así pues Calle 13 aprovecha las estructuras de la industria musical para perturbar este mismo sistema y ejercer su poder desde adentro. Esta infiltración del sistema se evidencia de forma ejemplar en los ya citados versos de «Calma pueblo», donde Residente advierte: “mi estrategia es diferente, por la salida entro / me infiltro en el sistema y exploto desde adentro / todo lo que digo es como el aikido / uso a mi favor la fuerza del enemigo”. El poder subversivo de la palabra se presenta, asimismo, en el texto de su canción «Gato que avanza, perro que ladra» del disco Multi Viral: “con solo un juego de palabras divididas / como Frida Kahlo, hondo en sus vidas resentidas / porque mis rimas son peli de película y grosas de grandiosas / pero divididas en sílabas pueden ser peli–grosas”.
Veremos a continuación algunos ejemplos de esta rebeldía verbal mediante la cual Calle 13 infringe el orden (lingüístico) y transgrede las normas sociales. Una de las canciones más paradigmáticas al respecto es el «Tango del pecado» que versa: “allá en el infierno donde se goza / donde la gente habla mal y es más sabrosa / mi vocablo, lo divido en prosa, jugosa / pa’ ponerte las axilas grasosas / llegó la araña que al idioma daña / ¡la Real Academia yo se la dejo a España!”. A través de estas líneas, el grupo relaciona el “hablar mal” con la trasgresión del orden y con determinado estilo de vida gozoso, a la vez que rechaza las normas estándares, diferenciándose del español peninsular y marcando su localidad lingüística.
La abolición de las diferencias sociales se manifiesta de forma más evidente –y más peligrosa– en su canción «Tal para cual» donde Residente se presenta como “el macho cabrío / el que hace que la clase alta baile como en el caserío”, sugiriendo así el contagio de la élite por su música. De forma parecida se presenta la contaminación de la clase alta por la música de Calle 13 en su primer éxito «Atrévete» cuando Residente se dirige a una “señorita intelectual” que él va a arrancar de su lugar elitista para sacarle su lado de “callejera”. Lo mismo ocurre en el «Baile de los pobres» donde, en un primer momento, se establece una clara oposición entre Residente y su interlocutora – “tú eres clase alta, yo clase baja / tú vistes de seda y yo de paja / nos complementamos como novios / tú tomas agua destilada y yo agua con microbios / tú la vives fácil y yo me fajo / tú sudas perfume, yo sudo trabajo”– para luego demostrar cómo, a través de la música y el baile, Residente hace desaparecer estas diferencias: “dicen que eres la reina de todos los rosales / pero hoy te voy a bajar cuatro clases sociales / calentita como pan de panadero / barriendo el piso con el trasero / toda la grasa se desplaza por la terraza / quiero que hagas lo que no puedes hacer en tu casa”. El placer, el goce y el “hablar mal” se relacionan así con la trasgresión del sistema y es a través de este lenguaje directo, obsceno y, en ocasiones, agresivo que Calle 13 va a criticar el orden establecido y denunciar las injusticias sociales.
“Puñeta levántate del asiento / levanta esa bandera pero con sentimiento”
Desde sus inicios, la música de Calle 13ha presentado un alto grado de preocupación por la situación social y los acontecimientos políticos en Puerto Rico. Veremos a continuación dónde y cómo se nos presenta este compromiso en los mismos textos del grupo. Para ello resulta interesante examinar la canción «Querido FBI», donde se plasma la postura ideológico-política de Calle 13 frente a la hegemonía norteamericana. El tema se distribuyó por internet 30 horas después de la muerte violenta de Filiberto Ojeda Ríos, líder del movimiento independentista Los Macheteros, que murió desangrado el 23 de septiembre tras un tiroteo con agentes del FBI. La canción denuncia el crimen del FBI y presenta el asesinato de Ojeda Ríos como acto en contra del orgullo nacional puertorriqueño: “nuestra bandera la han llena’o de mea’o / murió desangra’o, mi gente, que murió desangra’o / nunca arrodilla’o, lo van a tener que enterrar para’o / con el machete al la’o”.
Más adelante, el texto afirma la resistencia contra la dominación estadounidense y explicita la continuación de la lucha independentista: “tumbaron al hombre pero no a la idea / […] / lucha, lucha por la libre / ¡viva Puerto Rico libre!”. Como indica Gabriel Cabra Joglar en una conversación, el tema «Querido FBI» llegó a los titulares de varios diarios puertorriqueños y durante dos días dominaba los debates, creando controversias entre aquellos que celebraron el valor de estos jóvenes por alzar su voz y aquellos que criticaron al grupo por promover abiertamente la violencia contra el gobierno estadounidense.
Con esta canción, lanzada de manera independiente en el momento inicial de su carrera, el grupo Calle 13 se mostró dispuesto por expresar sus convicciones polémicas a toda costa. En una entrevista con El Diario, Pérez Joglar comenta al respecto:
Fue fuerte decir “viva Puerto Rico libre” cuando nadie todavía te conocía y estabas a punto de firmar tu contrato con la discográfica. Y lo hicimos sin embargo, con un mensaje en un lugar donde solo un 5% quiere la independencia de Puerto Rico. Pero pocas veces en un barrio pobre se ha escuchado ese tipo de temas. Un barrio pobre escuchando «Querido FBI», eso me gustó[2].
De forma más mitigada aparece el llamado a la movilización por la independencia en la canción «La crema». En el estribillo –“este es mi pueblo, esto es la crema”– el grupo expresa su orgullo nacional puertorriqueño para condenar, más adelante, la anexión de la isla por Estados Unidos en 1898: “puñeta, levántate del asiento / levanta esa bandera, pero con sentimiento / que se jodan los abusos del mil ochocientos / ayer éramos diez, ahora somos quinientos”. Asimismo, Calle 13 critica la violencia causada por las fuegos de arma en la isla, como se ve de forma ejemplar en las canciones «Ley de gravedad» o «La bala». Esta última termina con las siguientes líneas: “hay poca educación hay muchos cartuchos / cuando se lee poco se dispara mucho / hay quienes asesinan y no dan la cara / el ricos da la orden y el pobre la dispara / no se necesitan balas para probar un punto / es lógico no se puede hablar con un difunto / el dialogo destruye cualquier situación macabra / antes de usar balas disparo con palabras”
Mientras que unos celebraban los mensajes políticos de Calle 13, otros criticaron al grupo, reprochándole de “representar mal” al país. Calle 13 responde a estos últimos en su canción «Digo lo que pienso» donde Residente afirma: “no quiero ser tu artista favorito / tampoco me interesa representar a Puerto Rico / pa’ representar a mi país están los deportistas / lo mío es soltar la lengua y que resbale por la pista”. Mediante esta actitud el grupo se distancia de cualquier instrumentalización de su actividad artística, como explica René Pérez en la entrevista:
Yo no me veo como una representación, además de que eso tiene atadura: sentirme que estoy representando al país me ata a tener que comportarme de cierta manera porque tengo que representar al país. No, a mí no me interesa representar a Puerto Rico […] y aunque algunos sientan que lo represento, yo no lo quiero sentir. […] Lo que quería decir también con estas líneas es que no me van a cortar mi manera de decir las cosas porque piensen que represento Puerto Rico. Porque es lo que yo te estoy diciendo, yo no represento y voy a seguir diciendo las cabronadas que digo.
Debido a los contenidos políticos y la marcada crítica social de sus textos, entre los años 2009 y 2012 las canciones de Calle 13 fueron censuradas en la radio de Puerto Rico y, según indica Milena Pérez Joglar, durante estos tres años el grupo no pudo dar conciertos en su propia isla. Sin embargo, gracias a las nuevas posibilidades de difusión masiva, Calle 13 logró saltar la censura del aparato estatal y llevar sus mensajes a un público amplio a través del internet. Ello se evidencia en los versos siguientes de «Digo lo que pienso»: “Conformarse y dejar de insistir / es como ver a alguien ahogándose y dejarlo morir. / No importa si me escucha una sola persona por esta vez / cuando conecto a uno conecto a diez. / ¿Qué importa si no sueno en la radio de mi país? / Tengo el mundo dando vueltas con las letras que escribí.” El grupo se presenta así como nuevo actor político que, a través de la música, logra difundir sus mensajes entre la población puertorriqueña, abriendo nuevos espacios para el debate sociopolítico.
“Soy América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina”
A partir de su segundo álbum Residente y Visitante (2007), se observa en la música de Calle 13 un creciente compromiso con la situación sociopolítica de otros países latinoamericanos. Así lo afirma el mismo René Pérez en la entrevista: “Desde el segundo disco ya yo tengo este interés, tengo una preocupación fuera del país. Tengo una preocupación para con la gente que no son puertorriqueños, que son de otros lugares”. Y ¿cómo se manifiesta esta preocupación con el pueblo latinoamericano en las canciones del grupo? Si examinamos las canciones del segundo álbum llama la atención el tema «Pa’l norte», realizado en colaboración con el grupo cubano Orishas. En esta canción se narran las experiencias de los miles de emigrantes latinoamericanos que se van “pa’l norte / sin pasaporte / sin transporte” para cruzar la frontera hacia Estados Unidos. La canción da cuenta de la pobreza, la opresión y la persecución política que obliga a estas personas a dejar atrás su país, sus amigos y sus familias e ir en busca de un futuro mejor.
Más adelante, el compromiso de Calle 13 con los sectores poblacionales marginales del continente latino se vuelve a afirmar en «Los de atrás vienen conmigo» (2008). En la primera estrofa de esta canción se nos presenta un sujeto de origen humilde pero caracterizado por un orgullo indoblegable:
Yo vengo de atrás, yo vengo de abajo
Tengo las uñas sucias porque yo trabajo
[…]Pero yo no soy blandito, yo no me quito
Tampoco me criaron con leche de polvito
Soy la mezcla de todas las razas
Batata, yuca, plátano, yautía y calabaza
Yo no me vendo aunque me paguen
A mi orgullo le puse candado y me tragué la llave
Como indica Pérez con respecto a las líneas citadas: “estaba pensando en toda la gente que trabaja, no necesariamente tienen que ser tan marginados, la clase medio-baja, socialmente también es marginada hasta cierto punto. Cuando escribí este tema, pues, estaba pensando en toda la gente que se ha esforzado y que ha luchado para poder comer, para poder vivir”. Más adelante, en la misma canción, se moviliza a los grupos excluidos y discriminados, incitándolos a la resistencia: “villa, caserío, barrio, todos los proyectos / los deformados, marginados, todos los abyectos / caminando firme, recto, directo / sin arrodillarnos, bien parados, erectos / venimos caminando por una cuerda finita / pero a nosotros no nos tumba ni la kryptonita”. La canción reivindica así a los grupos excluidos y oprimidos, presentándolos no como víctimas indefensas, sino como sujetos agentes, capaces de sublevarse y defender sus intereses y derechos.
Podemos observar algo parecido en la canción «Entren los que quieran» (2010) del álbum homónimo donde el grupo llama al activismo colectivo, sin importar clase, raza ni estatus social: “ahora quítate el traje, falda y camiseta / despójate de prendas, marcas, etiquetas / para cambiar al mundo, desnuda tu coraje / la honestidad no tiene ropa ni maquillaje”. De esta manera, Calle 13 convierte la canción en catalizador para la resistencia y la sublevación colectiva.
El verdadero breakthrough de Calle 13 en el continente latino llega con la canción «Latinoamérica» (2009). René Pérez destaca en una entrevista con Diario 26 el valor de esta canción cuando sostiene «Latinoamérica es el tema más importante que hemos hecho. Me parece que fortalece nuestra identidad, nos ayuda a recordar y nunca olvidar”. Detengámonos un momento en las letras de la canción para ver cómo se ha llegado a esta calificación. El texto de «Latinoamérica» descubre las crudezas y las maravillas de este continente a la vez que articula una fuerte crítica al sistema capitalista que explota al continente. Se presenta la imagen compleja de una América Latina ambivalente y heterogénea, llena de belleza y terror, de felicidad y amargura, como podemos observar ya en los primeros versos: “Soy / soy lo que dejaron / soy toda la sobra de lo que se robaron / un pueblo escondido en la cima / mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima. / Soy una fábrica de humo / mano de obra campesina para tu consumo / […] / Soy la sangre dentro de tus venas / un pedazo de tierra que vale la pena / […] / Soy lo que sostiene mi bandera / la espina dorsal del planeta es mi cordillera / Soy lo que me enseñó mi padre / el que no quiere a su patria no quiere a su madre / soy América Latina / un pueblo sin piernas pero que camina”. Más adelante, el paisaje sonoro remite a la cordillera andina, a la selva, al nevado, al volcán, a las ciudades, a las minas, los ríos y el mar, condensando en cinco minutos una esencia latinoamericana capaz de despertar emociones en miles de oyentes.
El estribillo marca la resistencia a la explotación y señala el orgullo de un pueblo que rechaza convertir su tierra en objeto de mercancía: “tú no puedes comprar al viento / tú no puedes comprar al sol / […] / tú no puedes comprar mi alegría / tú no puedes comprar mis dolores”. Estos versos se repiten en brasileño, señalando así el carácter abarcador de la canción y llamando a la unión del continente entero. En la línea “este pueblo no se ahoga con marullos / y si se derrumba, yo lo reconstruyo”, así como en la estrofa final –“vamos caminando / aquí se respira lucha / vamos caminando / yo canto porque se escucha”– se plasma la voluntad de reivindicar los derechos de los pueblos oprimidos.
Resulta significativo el hecho de que esta canción fue presentada por Calle 13 en la primera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Al ser un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos, Puerto Rico no formó parte de esta cumbre. Con «Latinoamérica» Calle 13 manifiesta un fuerte deseo por conectar a Puerto Rico con el resto de América Latina. En nuestra conversación ángel Quintero Rivera, sociólogo y musicólogo puertorriqueño, indica que para él, esta canción constituye “otro sueño bolivariano” que aspira a la unidad y solidaridad latinoamericana. Se explicita así la voluntad de Calle 13 por reforzar los lazos con los demás países latinoamericanos y de construir, a través de la música, una nueva identidad latinoamericana que incluye a los puertorriqueños.
Como saben muy bien los seguidores del grupo, el compromiso de Calle 13 con los pueblos latinoamericanos no se limita a sus composiciones musicales. En los conciertos, Residente solía presentarse con declaraciones polémicas escritas en sus camisetas o incluso en el mismo cuerpo. Asimismo, René Pérez aprovechó el interés de los medios para llamar la atención sobre la necesidad de una educación pública y gratuita y para reclamar la excarcelación de
Óscar López Rivera. La gran atención mediática que recibía Calle 13 y el consiguiente alcance amplio de sus mensajes condujo a que se sumaran las demandas dirigidas al grupo por expresarse a favor de determinados grupos y hacer públicas las injusticias sociales que estos están viviendo. En el Facebook de Residente abundan comentarios como los siguientes:
hablen de lo que pasó con los estudiantes en México; por favor Residente, haz una canción sobre la violencia machista en nuestro continente; René te pido de mil favores que te pronuncies a favor de los indignados en Honduras, cada viernes salimos a las calles masivamente a protestar en contra del gobierno pero nadie internacionalmente parece interesarle, así que pedimos tu apoyo.
De esta manera, personas de diferentes países latinoamericanos quieren valerse de la fama de Calle 13 y su alcance internacional para llamar la atención a sus respectivas causas.
Por su compromiso y activismo político-social así como su identificación con los jóvenes de Latinoamérica, René Pérez Joglar fue reconocido por Amnistía International como “Emisario de Conciencia 2012” y en noviembre del año 2015 recibió como primer latinoamericano el Nobel Summit Peace Award en honor a sus canciones que, según el comité de entrega, “representan la juventud de América Latina” y “contribuyen a la lucha por la democracia y justicia social en el continente”[3].
“Aprendí a escribir cabronerías en mi libreta / y con un mismo idioma sacudir todo el planeta”
Junto con la creciente fama internacional de Calle 13, su propuesta musical se ha ido modificando. Sus canciones abarcan cada vez más temáticas de carácter global que logran captar el interés de los públicos estadounidense, canadiense y europeo. En la entrevista, René Pérez indica al respecto:
El público principal, por el idioma, es el latinoamericano y el de España. Pero a mí me interesa expandirme […] y que me entiendan en otros lugares y por eso también busqué maneras de hacer cosas universales, de situaciones por las que pasamos todo el mundo, todos los seres humanos. También eso se dio con los viajes y con abrir la cabeza, y con la cabeza se me abrió el lenguaje y un montón de maneras de decir otras cosas o de decir lo mismo diferente.
Para ver cómo se manifiesta la inclusión de un público cada vez más amplio a nivel artístico, es decir, en las mismas canciones, examinaremos a continuación tres canciones ejemplares de los dos últimos discos del grupo. Empecemos con la canción «El hormiguero» del cuarto disco Entren los que quieran (2010). Esta se nos presenta una comunidad transnacional, unida por la lucha en contra de la explotación capitalista y de la opresión política en el mundo globalizado. El tema fue realizado por Calle 13 en colaboración con sus fans, procedentes de diversas partes del mundo cuyas voces se escuchan en el refrán, donde repiten la misma frase –“aquí todos luchamos juntos”– en alemán, árabe, japonés, catalán, italiano, francés y portugués. Estas contribuciones multilingües ponen de relieve la amplificación de la comunidad a la que se dirige y para la que habla Calle 13.
El texto de «El hormiguero» alude a una solidaridad capaz de convertir a las personas dispersas en una masa poderosa que, a través de la revolución pacífica, podrá llegar a efectuar los cambios necesarios: “aquí llegaron las hormigas / vamos conquistando tierras enemigas / invisible, silenciosa y simultánea / toda la invasión es subterránea / sin disparar al aire / sin tirar misiles / sin tener que matar gente usando proyectiles / la guerra la peleamos sin usar fusiles”. La fuerza de este colectivo reside en su solidaridad incondicionada, pues como afirma Residente: “sobre nuestra unidad no debe haber preguntas / frente al peligro, las hormigas mueren juntas”. El texto también incluye fragmentos de discursos de Che Guevara y del ex presidente chileno Salvador Allende a través de los cuales se plasma la ideología política izquierdista que radica debajo de la canción.
De forma aún más marcada podemos observar esta expansión temática de Calle 13 que pasa de evocar problemas explícitamente latinoamericanos a señalar injusticias a nivel mundial en el tema “El aguante” del disco Multi Viral (2014). La canción denuncia la esclavitud y el racismo, dictaduras y otros sistemas políticos opresivos, crímenes de guerra e invasiones militares. Entre los perpetradores nombrados se encuentran los dictadores latinoamericanos Pinochet y Videla, pero también se menciona a los ex presidentes estadounidenses Truman y Bush, a dictadores europeos como Franco y Hitler, al líder soviético Stalin y al chino Mao, al ex presidente de Uganda Idi Amin y a Mugabe, ex presidente de Zimbabue así como a la empresa multinacional estadounidense Monsantos. Más adelante, se evocan sufrimientos causados por catástrofes naturales y enfermedades, por precarias condiciones de trabajo, por el salario mínimo y el desempleo. Al mismo tiempo, el texto admira la capacidad del ser humano por vivir bajo las condiciones más difíciles, estableciendo así un balance entre la denuncia radical y la celebración de la vida. Los elementos festivos de la canción se observan de forma ejemplar en el estribillo: “que aguanten la revancha, venimos al desquite / hoy nuestro hígado aguanta lo que la barra invite. / Por lo que fue / por lo que pudo ser / por lo que hay / por lo que puede faltar / por lo que venga / y por este instante / ¡a brindar por el aguante!”.
Vemos pues en el ejemplo de «El aguante» la politización de una nueva cultura joven urbana que ya no diferencia entre el placer y el debate político. Al fusionar ambos discursos en sus canciones, Calle 13 convierte la música en una forma de expresión sociopolítica que es recibida y acogida por jóvenes de diversos países. Como indica René Pérez Joglar: “es importante la estrategia de cómo difundes la información, de cómo tú haces. Puedes tener toda la información del mundo y presentarla y puede que nadie te haga caso. […] Buscas la manera de cómo balancear tu estrategia para que la información llegue a donde crees que debe llegar”[4].
Llegamos, finalmente, a una de las canciones más llamativas con respecto a la difusión de información entre las comunidades jóvenes: a la canción «Multi Viral». Como ya lo indica el título, la canción se difundió “viralmente”, esto es, por diversos canales del internet, presentándose así como objeto cultural paradigmático del siglo XXI, creado a partir de la interacción transnacional y difundido mediante plataformas como Facebook, Twitter y YouTube. La canción se inicia con un mensaje revolucionario, transmitido de boca en boca como un “incendio que se propaga”. La irradiación del comunicado no puede ser detenida por las autoridades estatales ni por otros dirigentes políticos, como advierte la segunda estrofa: “no nos paran porque un mensaje contundente / convierte a cualquier teniente / en un tiburón sin dientes”.
Como podemos observar en las líneas siguientes, la canción critica la manipulación mediática y la falta de información: “son las mentiras recalentadas / nos alimentan con carne procesada / y la gente sigue desinformada / una noticia mal contada / es como un asalto a mano armada”. Más adelante, el texto hace referencia a diversas estrategias para esquivar la censura y manifestar la resistencia frente al sistema establecido: “si la prensa no habla, nosotros damos los detalles / pintando las paredes con aerosol en las calles / levanto mi pancarta y la difundo / con solo una persona que la lea ya empieza a cambiar el mundo”. En la medida en que el mensaje de «Multi Viral» circula en el espacio global, denunciando la corrupción y el engaño de las élites dirigentes, se viene sumando más gente al movimiento, hasta que este se convierte en un oleaje enérgico y poderoso: “¡crece la ola, crece la espuma / cuando cada vez más gente se suma!”. Con esta imagen metafórica el texto de la canción remite a una nueva comunidad interconectada que supera las fronteras nacionales, regionales e incluso continentales. El último álbum de Calle 13 se nos presenta así como culminación de una larga trayectoria musical durante la cual el grupo aprovechaba el alcance de la música para difundir sus mensajes sociopolíticos, siempre llevando el balance entre fiesta y denuncia, entre placer y coraje.
La gran popularidad del grupo y la recepción internacional de sus canciones dan cuenta de una cultura urbana que oscila entre lo local y lo global y que, a través de los nuevos medios masivos de comunicación y dentro de un mercado musical transnacional, difunde sus mensajes artísticos internacionalmente. Con ello, el grupo Calle 13 no solo refleja la nueva cultura urbana del Caribe hispano sino que, además, la renueva y enriquece con su creatividad musical y sus textos provocantes y poéticos.
Referencias
Yúdice, G., El recurso de la cultura. Usos de la cultura en la era global, Barcelona, Editorial Gedisa, 2008.
Claridad, “Puerto Rico, Latinoamérica y Calle 13”, en: http://www.claridadpuertorico.com/content.html?news=62A16CC0DB9DFAD8A2A86685C995C41E [17.06.2017].
El Diario, “Entrevistamos a René Pérez, del grupo de música puertorriqueño Calle 13”, en: https://www.eldiario.es/internacional/gente-puede-guerra-defendiendo-informacion_0_196330517.html [30.12.2018].
El Nuevo Día, “Calle 13 es reconocido por Amnistía Internacional”, en:
http://www.elnuevodia.com/entretenimiento/musica/nota/calle13esreconocidoporamnistiainternacional-1349293/ [03.10.2017].
Entrevistas y conversaciones
Entrevista personal con René Pérez Joglar, cantante y letrista del grupo Calle 13, en Zúrich antes de su concierto en el Volkshaus el 29.6.2016.
Entrevista con René Pérez Joglar por Skype el 28.8.2015.
Conversaciones con Gabriel Joglar Cabra, hermano de René Pérez Joglar y Eduardo Cabra Martínez y encargado de las relaciones públicas de Calle 13, en San Juan, Puerto Rico el 21.1.2016 y el 28.1.2016.
Conversación con Milena Cabra Joglar, hermana de René Pérez Joglar y Eduardo Cabra Martínez, en San Juan, Puerto Rico el 21.1.2016.
Conversación con ángel Quintero Rivera, musicólogo y sociólogo de la Universidad de Puerto Rico, en San Juan, Puerto Rico el 29.1.2016.
[1] Yúdice, G., El recurso de la cultura. Usos de la cultura en la era global, Barcelona, Eitorial Gedisa, 2008, p. 29.
[2] “Entrevistamos a René Pérez, del grupo de música puertorriqueño Calle 13”, en: https://www.eldiario.es/internacional/gente-puede-guerra-defendiendo-informacion_0_196330517.html [30.12.2018].
[3] Véase https://www.youtube.com/watch?v=DHdXKmVAak8 [30.12.2018].
[4] “Entrevistamos a René Pérez, del grupo de música puertorriqueño Calle 13”, en: https://www.eldiario.es/internacional/gente-puede-guerra-defendiendo-informacion_0_196330517.html [30.12.2018].