Cartas de no decir
para José Manuel “Pepe” Liboy Erba
chatarra
querido pepe
te cuento francamente
que tengo un grave problema de nutrición
últimamente solo leo noticias
mientras más malas, mejor
me intereso
por escotes de divas
y sobredosis de crímenes
mientras más insensatos, mejor
estoy aposentada en este vicio de las malas palabras
las que no tienen estilo ni gramática
las inmediatas, las torpes, las gastadas
las que no dejan gusto sino acaso malsabor
pero las más de las veces nada, nada
por eso ya casi no te escribo
hay cállates que son como pedradas
y no sé si pagarles o cobrar
la belleza me trata mal, a codazos
el miedo y el olvido se parecen en lo paralíticos
y yo huyo humillada
ya no leo
tengo espejuelos tan baratos que parecen de parodia
ensucio mi cabeza en sangre y joyas de yahoo
en la primera hora de cada nuevo día
estos son los residuos
pastillas
un día, yo me encontré en mi casa montones de pastillas
abría el botiquín las gavetas la alacena y había
pastillas con letras que se repetían
consonantes casi todas ellas y de las menos usadas
pensé que podían ser un mensaje fenicio y las dispuse
como un camino de hormigas o de Hansel
pasé noches y noches probándoles vocales
r e a c o m o d á n d o l a s con movimientos de Ouija
noches y noches
blancos los dedos de tanto deslizar
aquí y allá fonemas de purina
más veloces los dedos cada vez
sacando los retruécanos de sus cubiles
armando esto y aquello y de inmediato
armando esto y aquello
pasé noches y noches amarillas sin tregua
intentando encontrar lo que quieren decirme;
lo que querría decirte:
acomodando letras sin parar.