Daniel Torres Rodríguez: de una poesía de las cosas a la isla del (des)encanto
El martes 20 de octubre de 2015 el Seminario Federico de Onís y el Departamento de Literatura Comparada llevaron a cabo un conversatorio con el doctor Daniel Torres Rodríguez sobre sus publicaciones más recientes: José Emilio Pacheco o las voces de una poesía de las cosas(Madrid: Ediciones Book Mundi, 2015) y La isla del (des)encanto: apuntes sobre una nueva literatura boricua (San Juan; Santo Domingo: Isla Negra Editores, 2015).
El doctor Daniel Torres Rodríguez acaba de ser reconocido como Profesor Distinguido en la Universidad de Ohio en Athens por su destacada labor como escritor y crítico literario. Es difícil resumir la amplia trayectoria de Daniel Torres, por lo cual solo nombro algunas de sus publicaciones.
Su primer libro, Los versos inéditos del coronel Aureliano Buendía rescatados del discurso narrativo en ‘Cien años de soledad’(Santiago de Chile: Monografías del Maitén, 1985) subrayó las relaciones entre poesía y narración, tema que le obsesionaba como poeta joven interesado en lograr una poética prosaica que no escondiera lo entonces considerado inaceptable. Sus poemas, publicados en los tempranos años 80 en las revistas Filo de Juego y en Mairena, narraban poéticamente el deseo homoerótico de manera abierta en un momento en el cual Manuel Ramos Otero, Manuel Puig, Néstor Perlonger y Enrique Giordano, eran atrevidas excepciones a la regla.
Su interés por una estética “prosaica” será trabajado en su tercer libro, José Emilio Pacheco: Poesía y poética del prosaismo (Madrid: Editorial Pliegos, 1990). Fue el primer libro dedicado a este autor mexicano en toda la academia norteamericana obteniendo el primer premio del Pen Club de Puerto Rico en 1990.
Como mencionara Daniel Torres en el conversatorio de la UPR-Río Piedras, José Emilio Pacheco era un cuentista, novelista y poeta de primer orden cuya humildad y respeto eran también excepcionales. Daniel Torres destaca precisamente por su interés en estudiar a un escritor extraordinario durante los tempranos años 80, cuando era bien poco estudiado en la academia de Estados Unidos. Recuerdo una de las quejas que escuché de José Emilio Pacheco: en México se publican miles de libros, pero como se venden rápidamente, parece que no llegan a Estados Unidos. Sería Daniel Torres quien se encargara de dar a conocer cuando no estaba “de moda” a quien recibiera posteriormente el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso (2001), el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo (2003), el Premio de Poesía Iberoamericana Ramón López Velarde (2003), el Premio Internacional Alfonso Reyes (2004), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2004), el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2005), el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009), y el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes (2009), entre otros.
Y es que a nuestro amigo y colega no le interesa seguir las usanzas sino desafiarlas. En el ensayo “Silencios y no-silencios de Sor Juana o el amor a una virreina”, por ejemplo, Daniel Torres estudia el discurso lésbico de Sor Juana Inés de la Cruz mucho antes de que se pusieran de moda acercamientos “queer” y en el mismo año en que sale publicado el libro Gender Trouble de Judith Butler, 1990, que lograría una aproximación más amplia a lo que Daniel Torres llamaba campechanamente “mariconerías”. Como especialista en literatura colonial, en su ensayo “Algunas consideraciones sobre el primer poeta puertorriqueño de nombre conocido: Francisco de Ayerra y Santa María (1690-1708)”, Daniel Torres reescribe un pedacito de la historia literaria puertorriqueña que colocaba El gíbaro (1849) de Manuel Alonso como el texto literario más antiguo.
Su novela Morirás si da una primavera gana en 1993 el premio Letras de Oro, lo cual permite la publicación de una de las primeras novelas latinoamericanas sobre el SIDA. Pero fue la Editorial Isla Negra la que sacó a la luz la mayor parte de las creaciones homoeróticas de Daniel Torres: Conversaciones con Aurelia (2007), De bellaqueras (ganadora del premio del Pen Club de Puerto Rico del 2009), Fusilado dios (2000) y En (el) imperio de (los) sentidos: poesía (in)completa 1981-2011 (2013); textos que dan cuenta de una poesía de las cosas y narraciones que poetizan el deseo y la pasión con intensas invasiones de ternura.
Como especialista en literatura colonial destacan El palimpsesto del calco aparente: una poética del barroco de Indias (New York; Bern; Berlin; Frankfurt/M.; Paris; Wien: Peterlang, 1993) y la edición «Dulce canoro cisne mexicano»: La poesía completa de Carlos de Sigüenza y Góngora (Barcelona: Paso de Barca, 2012), además de varios libros de crítica que cruzan del Renacimiento y Barroco europeo y latinoamericano hasta la literatura contemporánea a ambos lados del Atlántico.
Daniel Torres es un escritor y crítico literario que cruza de un género y espacio cultural a otro, razón por la cual José Emilio Pacheco o las voces de una poesía de las cosas se adentra en la reapropiación poscolonial de un escritor que reescribe a un poeta gay como Cavafis y le devuelve un erotismo pleno y latino a El cantar de los cantares de Salomón.
La isla del (des)encanto: apuntes sobre una nueva literatura boricua recoge presentaciones y reseñas de escritores de la isla y la diáspora puertorriqueña: María Arrillaga, Nemir Matos Cintrón, Iván Silén, Lourdes Vázquez, Edgardo Nieves Mieles, Zoé Jiménez Corretjer, Ana María Fuster, Mayra Santos Febres, Luis Negrón, Karen Sevilla, Antonio Ruiz Laboy, Moisés Agosto Rosario, Yolanda Arroyo Pizarro, Max Chárries, Larry Lafountain, Maira Landa, son algunos de los escritores a los cuales Daniel Torres invita a aproximarnos. Mediante una escritura atrevida y tierna, poética y prosaica, nos lleva a cruzar la puerta giratoria de escritores boricuas que han puesto “en movimiento el don colonial o poscolonial de apropiarse de todo, de canibalizarlo todo, de ser literariamente amigo de lo ajeno para repartirlo entre nosotros los pobres —tan apartados del banquete europeo-, de hacer de la extrañeza o amenidad algo íntimo y nuestro” (José Emilio Pacheco).Los dos libros más recientes de Daniel Torres nos invitan a danzar alrededor de esta tribu caníbal desde México hasta la isla y diáspora del (des)encanto.