El Canal 6 que todos queremos…
Durante los pasados cuatro años el Canal 6 ha estado sumergido en un muchos problemas que impactan tanto a los profesionales de la comunicación que laboramos allí como al público. Los probelmas van desde despidos injustificados hasta el descuido de la infraestructura, pasando por el desajuste de la programación, el Canal 6 ha tenido grandes dificultades a pesar de los millones anuales que le asignan.
La aplicación de la Ley 7, las decisiones arbitrarias e ilegales en cuanto a las condiciones de los empleados, las violaciones continuas al convenio colectivo con la Unión General de Trabajadores, por ejemplo, provocaron no solo la pérdida de buenos talentos sino múltiples e innecesarias demandas que drenan los recursos económicos del Canal.
Basta con pasar por la Avenida Hostos y ver el deterioro de la planta física para tener una idea de las condiciones en las que se encuentra por dentro. El estado es deprimente. Ningún equipo está en óptimas condiciones y todos requieren un “upgrade” urgente. Esto sin mencionar el mal estado físico y el desmantelamiento de WIPM Canal 3 en Mayagüez.
La programación ha sido objeto de múltiples experimentos que nunca han dado resultados y que simplemente demuestran la inexperiencia de sus administradores en el campo de la televisión pública. Inconsistencia y continuos cambios de horarios son la orden del día.
La administración actual de WIPR nunca entendió la filosofía de una estación pública con énfasis en el servicio público. Se lanzaron a un proceso para competir con los canales comerciales, perdiendo su norte y su razón de ser y, a la vez, sin alcanzar los objetivos de la televisión comercial.
No hay duda de que la televisión es uno de los medios de comunicación más poderosos para provocar reflexiones acerca de los cambios que necesita una sociedad de acuerdo al momento histórico y, sobre todo, para debatir los valores que deben imperar. Nuestro Canal 6 no puede estar ajeno a esto.
A nivel mundial existen modelos de televisión pública muy exitosos como en República Dominicana, El Salvador, México, Costa Rica, por mencionar unos pocos, que implementaron nuevos modelos de televisión pública con resultados extraordinarios.
WIPR puede emular estos modelos de televisión pública y adaptarlos a la realidad de Puerto Rico. Seguir haciendo lo mismo ya no da resultado. La sociedad a nivel mundial ya cambió y Puerto Rico no es la excepción.
Los canales públicos deben ser medios bien administrados y bien mantenidos para representar todos los procesos culturales que surgen en nuestro País. Para escoger el mejor talento y darles espacio a todos, desde un concierto de la Orquesta Sinfónica en Bellas Artes, hasta la difusión de los rumbones de salsa que se forman en la Placita de Santurce, en la Casita en Guavate, La Guitarra en Coamo o en cualquier chinchorro de los barrios vibrantes de nuestra Isla. Asimismo, para difundir todo lo que sucede en el Museo de Arte de Puerto Rico, como todas las expresiones artísticas que suceden en La Respuesta en Santurce.
El Canal 6 debe difundir la actividad deportiva como generadora de mucha disciplina y buenas actitudes en la competencia. Pero no puede limitarse al baloncesto, el béisbol o el balompié; también tiene que dar espacio a los deportes minoritarios.
El Canal 6 debe trabajar en conjunto con la Corporación de Cine y elaborar proyectos especiales, documentales, cortometrajes con nuestro talento artístico, y ser vehículo para exportar producciones de alta calidad hacia el mundo.
Finalmente, una televisión pública es posible si se fomentan los espacios para que todos estén representados. Es posible si se toman en cuenta a las comunidades, si se trabaja con investigaciones cualitativas y cuantitativas sobre las preferencias de los televidentes. Es posible si genera conocimiento y si fomenta cambios sociales. El canal 6 debe estar enmarcado en nuestra puertorriqueñidad.
El autor es fotoperiodista y labora en WIPR.