El Clásico: más que un juego
Cuando un editorial del periódico principal de la ciudad lo llama un partido que sirve como bálsamo para los problemas del país. Cuando un juego produce libros enteros dedicados a su análisis e historia. Cuando un juego en una liga poco competitiva genera atención de prensa internacional de más de 150 países. Esto es el Clásico del fútbol español, esto es un Barça-Madrid.
En el deporte las rivalidades son frecuentes y de todo tipo. Entre dos equipos que fueron hegemónicos en una época en particular, como los Vaqueros de Bayamón y Piratas de Quebradillas en el baloncesto puertorriqueño o los Lakers y Celtics de los 80 en el baloncesto estadounidense; entre dos equipos de la misma ciudad, como el Boca Junior y River Plate en el fútbol argentino en Buenos Aires, o el Lazio y Roma en el fútbol italiano en la capital o entre Milan e Inter de Milán y entre los equipos de fútbol de la ciudad inglesa Manchester, el Manchester City contra el Manchester United. También están las rivalidades entre dos grandes de un mismo país, usualmente manifestadas en rivalidad entre dos ciudades grandes, como es el caso entre Chivas de Guadalajara y el América del DF en el fútbol mexicano o el Barça y el Real Madrid en el fútbol en España o los Yankees y los Red Sox en el béisbol estadounidense. Estas rivalidades que son deportivas, muchas veces se alimentan y fomentan con muchas otras características, usualmente construidas desde el otro lado: que los de Boca son sucios y pillos, dicen los de River, quienes a su vez son acusados por los de Boca de “millonetas” y comprar todo con dinero; que el Lazio es “fascista”, dicen los de Roma, remontándose a los vínculos de algunos seguidores del club durante el periodo fascista de la Italia de Mussolini, empezando por el propio Duce que era socio del Club y cuyos fanáticos ultras aún muestran saludos fascistas y gritos antisemitas y racistas en los juegos; que el América compra muchos jugadores y está lleno de extranjeros, dicen los de Chivas, mientras se adjudican el epíteto del verdadero equipo de México, ya que solo juegan con jugadores mexicanos. En el caso del Barça y Real Madrid, además de tener muchos de los elementos mencionados en estos casos, como el de la hegemonía deportiva o que ambos representan las dos ciudades principales de España, la rivalidad está cargada políticamente por las tensiones entre Madrid y Cataluña, manifestadas en este duelo futbolístico por más de cien años.
Barça-Real Madrid
El Real Madrid y el Barça se enfrentaron por primera vez en el 1902 y cuando jugaron el pasado 25 de octubre, se cumplía la vez número 228, con un balance bastante parejo en términos de récord de victorias ganadas y perdidas. No siempre estuvo el encuentro entre ambos marcado por una tensión política, ni tampoco siempre dominaron el escenario del fútbol español con la hegemonía que ejercen hoy, lo cual convierte a la Liga de Fútbol Española en lo que muchos llaman una bipartidista. En el periodo del Siglo XX donde España era una república (1931-39) no existía tanta rivalidad y en otros momentos el Athetic de Bilbao, el Valencia y el Atlético de Madrid fueron todos equipos importantes que ganaban títulos, ya fueran de la liga española o la Copa.
Historia Breve (1899-1975)
En España su historia política se puede ver reflejada en la historia de su fútbol y sus clubes. Por ejemplo, lo que hoy se conoce como la Copa del Rey, que es entregada por el monarca español, en el tiempo de la Segunda República se llamó a partir del 1932 Copa del Presidente de la República y luego de concluida la Guerra Civil y con la victoria franquista, la Copa del Generalísimo, entiéndase el dictador Francisco Franco, y luego de su muerte y la transición democrática pasó a ser la Copa del Rey. De igual manera, los clubes han ido cambiando su identidad y lo que representan con los cambios políticos de la España del Siglo XX y XXI. Por ejemplo, el Barça y el Real Madrid, no solo cambiaron y se fueron transformando a medida que cambiaban los regímenes, sino que cambiaron su nombre y su escudo, reflejo de su identidad. Durante la dictadura franquista se fomentó una “castellanización” de España, lo cual no solo implicaba un desprecio y represión al euskera (que se habla en el País Vasco), el gallego y el catalán, sino que no se veían como idiomas foráneos; por ende, los equipos de fútbol que tenían nombres en inglés, como el Barça (Fútbol Club Barcelona) o Athletic Bilbao, fueron obligados a cambiarlos al castellano. Y durante la república, los clubes que tenían el título real, como el Real Madrid o el Real Sociedad, los obligaron a quitar lo “real” de su nombre y de su escudo. Y en el caso del Barça, durante la dictadura, se quitaron algunas barras de la bandera de su escudo para que representara la bandera española en vez de la catalana (ambas tienen franjas amarillas y rojas).
Siendo Cataluña fuertemente reprimida durante la dictadura franquista, el Barça ha acusado al Real Madrid de haber sido el club del régimen, de haber recibido favores del gobierno franquista, reflejados en decisiones arbitrales favorables al club madrileño (como el famoso penal pitado por el árbitro Guruceta en Barcelona, que dicen que fue una falta varios pies fuera del área de penal y que implicó una victoria del Real Madrid y acabó con grandes protestas), de ser favorecido en decisiones de contratación de jugadores (como cuando la estrella argentina Alfredo Di Stefano estaba por jugar por el Barça luego de haber firmado, y luego de una confusión creada por la intervención del Real Madrid, la Liga determinó que debía jugar un año con cada club alternando y el Barça declinó en protesta; luego Di Stefano pasó a ser el mejor jugador del mundo y con él, el Madrid ganó cinco Copas de Europa seguidas) o ser el Barça presionado para perder (cuentan que a la vuelta de una Copa en Madrid, luego del Barça haber ganado en casa 3 a 0, un representante del gobierno entró al camerino del Barça y los intimidó y luego perdieron 11-1, aunque no hay documento que lo certifique). Además, como en un momento dado España estaba aislado internacionalmente y era reconocido solamente por Portugal, que también era una dictadura, el Madrid vino a representar el régimen en el extranjero, como si fuera la selección nacional española, y así se veía desde el gobierno cuando tuvo el éxito continental con las copas europeas. En el Madrid, aunque no niegan del todo que hayan sido favorecidos por el régimen franquista, siempre sacan a relucir en su defensa que hubo periodos de gloria del barcelonismo durante años franquistas, como la década del 40, que a su vez fueron periodos de sequía madridista y que también el Barça siempre ha jugado con su victimismo, que realmente usan para cubrir que no son mejores que el Madrid deportivamente hablando y que usan este discurso para tapar sus derrotas. También han habido momentos que no se fomentan en las historias oficiales de ambos clubes, como por ejemplo el Real Madrid saludando las tropas republicanas en el 1937, o el presidente del Barça entregando una medalla del Club a Franco en Madrid.
A la historia de la posguerra hay que añadir que previo a la Guerra Civil, ya el Barça era abiertamente un club catalanista, que en sus estatutos hablaba de la defensa de la cultura catalana, que conducía los trabajos del club en catalán y que tuvo un presidente asesinado por las tropas franquistas al comienzo de la Guerra Civil en 1936, Josep Suñol, y cuyo campo, Les Corts, fue clausurado en represalia ya que el público había silbado el himno español en un comienzo de partido en 1925 durante la dictadura de Primo de Rivera.
1975-presente
Hay muchas otras historias en la historia de estos dos clubes y su rivalidad, pero por motivos de espacio me limito a varias del periodo democrático. Desde que Franco murió y se instauró la democracia en España y se aprobó la nueva Constitución, en el caso de Cataluña se autorizó el uso del catalán y cierta autonomía política, pero la tensión entre estos equipos no ha cesado, simplemente se ha transformado. Por ejemplo, a diferencia del caso Di Stefano, los jugadores que sí han pasado de un club al otro, lo han hecho por voluntad propia y de acuerdo a las leyes del mercado, simplemente donde pagan más, como fue el caso del portugués Figo que luego de que era una estrella y un símbolo del Barça se fue al Real Madrid y a su regreso a Barcelona le tiraron con una cabeza de cerdo, además de muchos insultos. Las acusaciones de favores arbitrales no han cesado, pero ahora a los reclamos del Barça se ha unido el Real Madrid, sobre todo en la era del técnico portugués José Mourinho, quien aludía a la Liga de Fútbol Española y a la UEFA las manos invisibles detrás de los triunfos del Barcelona bajo el mando de Pep Guardiola. A pesar de que durante esos años el discurso de víctima pareció cambiar de protagonista, debido a la marea de títulos del Barça de Guardiola, hubo otros cambios importantes. El Barça ha mantenido su discurso de que es “más que un club”, frase acuñada en los 70 y que, junto, a la del periodista catalán Manuel Vázquez Montalbán, de que el “Barça era el ejército de un país desarmado”, ha caracterizado a la imagen que el club proyecta de sí mismo. En Cataluña (especialmente vis à vis el otro club de la ciudad de Barcelona, el Espanyol, asociado usualmente como indica su nombre, con España y sobre todo, con ser un club no catalanista), en España (sobre todo versus el Real Madrid como el club que represeta el centralismo español) y a nivel global, el Barça se proyecta como un club que representa un país, Cataluña, que no tiene un estado y que es una organización distinta a los otros clubes de fútbol, con valores y un víncluo fuerte a su país y cultura. Es el discurso global el que más ha cambiado, pues aunque su primer anuncio en su camiseta luego de haber estado décadas sin auspicios fue de UNICEF y eran ellos los que pagaban, poco a poco se ha transformado y ya reciben millones de euros de Qatar, primero de una fundación y ahora las líneas aéreas cataríes. Pero también el Barça pasó a ser un club global, lo cual no era antes, a diferencia del Real Madrid que lo es desde hace tiempo. Luego de tener varias estrellas mediáticas como Ronaldinho y Messi, en un periodo de varios años ganaron la UEFA Champions League tres veces y sus seguidores a nivel mundial crecieron exponencialmente, igual que las ventas de todo el “merchandising”, pareciéndose mucho al Real Madrid y a cualquier otro club global, como el Manchester United. El club ha hecho muchos esfuerzos a nivel global para diferenciarse de los demás, siempre enfatizando su vínculo con Cataluña y su historia. A nivel local, en Cataluña, con el aumento en los últimos años del apoyo a la independencia y la auto determinación, el Barça ha estado presente, no solo manifestando su apoyo públicamente al derecho de votar en un referéndum, sino que sus seguidores han usado el Camp Nou como otro sitio más de protesta y expresión independentista. El estadio del Barça, que ya en 1975 justo después de la muerte de Franco presenció muchas senyeras (bandera catalana que había estado prohibida durante la dictadura) que se entraron a escondidas, ahora exhibe una marea de estelades (la bandera catalana pro independencia, que tiene un triángulo y una estrella, como la de Cuba y Puerto Rico). Además, en el minuto 17 con 14 segundos, a menudo se escuchan gritos de “in, inde, independència”, ya que en el 1714 Cataluña fue derrotada durante la Guerra de Sucesión Española y es una fecha que se conmemora como reivindicación nacionalista.
Por otra parte, el Real Madrid se proyecta como un club ganador, no es pesaroso de su pasado y hace alarde de ser el club más galardonado y de haber sido elegido por la FIFA como el mejor club del Siglo XX. En la presentación de Cristiano Ronaldo se presentó al jugador frente a las nueve Copas de Europa ganadas (la famosa y deseada décima la ganaron hace unos meses). Igual es la imagen que proyectan en la página principal de su web, el club en números de victorias y títulos ganados. Los Ultras Sur son herederos de la Peña de Bandilleros que en los 70 eran abiertamente franquistas. Esta misma sección recientemente fue sancionada por exponer banderas Nazis y también usan frecuentemente la bandera franquista, que es la de España con el águila. El issue del dinero nunca es “issue”, siempre tener el fichaje más caro o gastar más que nadie en jugadores no es motivo de verguenza, sino de orgullo. En cuanto al Barça, pues además de gritarle “España, España” cuando vienen a casa, ignoran un poco todo el discurso del Barça de los valores y el Catalanismo.
El Clásico en el 2014
Aunque en Cataluña se sigue proyectando el Clásico como “más que un juego”, desde editoriales de periódicos catalanes hasta la televisión autonómica, TV3, quien una semana antes sacó al aire un documental sobre la relación del Real Madrid y el franquismo, “El Madrid Real, la leyenda de la Gloria blanca”; en el resto de España y del mundo se ve como un gran partido de fútbol, donde no solo se enfrentan dos grandes equipos, sino los dos mejores jugadores del mundo; para muchos es un Messi vs Cristiano. Además, es uno de los juegos que más dinero genera, en contratos televisivos y la venta de mercancía. Por ejemplo, este año se jugó a una hora inusual en España, a las 6 PM (la mayoría de los partidos grandes se juegan de noche), para que en la costa este de Estados Unidos fuera al mediodía y se pudiera ver en Asia, o sea, un Clásico español para el mercado global, en el cual se esperaba una audiencia de cerca de 400 millones de personas. A pesar de que a veces la prensa se hace eco de los reclamos catalanistas del Barça, en general fuera de España se cubre como un juego my importante pero no siempre de connotaciones políticas.
Con los recientes eventos en Cataluña, como la consulta para decidir su futuro politico el próximo 9 de noviembre, que luego fue declarada inconstitucional por el gobierno central en Madrid y las posteriores protestas y masivas manifestaciones, donde han participado algunos jugadores catalanes del Barça como Xavi o Piqué, el último Clásico volvió a tener un significado importante para los catalanes, más allá del fútbol.
La derrota 3-1 no ayudó al momento político que se vive en donde la sensación es que en Madrid no respetan su voluntad de decidir. En Madrid, las portadas al otro día decían: “Así, así, así gana el Madrid”. Pero igual, si hubieran ganado, y aún siendo más que un juego, ¿cambia algo la realidad política? Pues no, pero quizás sí el sentimiento de sentir que en alguna esfera pueden vencer a Madrid, como en tiempos franquistas.
Cuando a la rivalidad deportiva se le atribuyen rasgos de rivalidad política y se acaban entremezclando. Cuando se considera cambiar la fecha de unas elecciones para que no coincida con un juego. Cuando todo esto pasa, definitivamente estamos hablando de un evento deportivo que va más allá del mero ámbito deportivo. Esto no es cualquier partido, esto es el Clásico.