Culson: entre logros, una reflexión
En dos artículos que me dieron la oportunidad de publicar en este medio intenté presentarle a los lectores un cuadro de la calidad de los atletas que se iban a presentar en el evento en el que participó Culson. Mi propósito no era decir que Culson iba a ganar o a perder y mucho menos asustar a los que seguíamos a Culson. Era solo demostrar por qué las Olimpiadas son las Olimpiadas y allí se encuentra lo mejor del mundo en cada disciplina. Sin duda, en esa final se corrió fuerte. No obstante, creo que nos hemos concentrado tanto en lo que Javier pudo haber hecho o no mal durante la carrera, que no hemos disfrutado el logro del boricua.
Orgullo de Quisqueya
De alguien haberme dicho antes de comenzar las Olimpiadas que estaba 100% seguro(a) que Félix Sánchez iba a ganar oro, que iba a hacer el mejor tiempo del año y que iba a dominar de la misma manera que dominó el evento en las Olimpiadas del 2004, yo hubiese mirado raro a la persona. La preparación y estrategia de Sánchez le salió perfecta, su mejor condición llegó cuando tenía que llegar. En tanto, Michael Tinsley mejoró su marca personal y siendo el de menos experiencia internacional en el equipo estadounidense se alzó con la medalla de plata.
Sánchez hizo algo parecido a lo hecho por el también dos veces ganador del evento Angelo Taylor. Taylor ganó en el 2000, se eliminó en la semifinal del 2004 y en el 2008 llegó sin ser favorito y nuevamente ganó la presea dorada. Taylor en el 2008 y Sánchez este año bajaron de los 48 segundos por primera vez en el año durante la semifinal de las olimpiadas, ambos siendo el mejor tiempo de la semifinal, e hicieron el mejor tiempo del año en la final.
Una carrera es una y otra carrera es otra
Las carreras son únicas y no se repiten. Por distintas razones, en ocasiones es imposible buscarle explicación, se dan carreras en que los atletas corren de una manera que no se espera. Los únicos que mejoraron su tiempo del año en la final fueron Sánchez y Tinsley. Inclusive, los atletas que llegaron de la tercera a la octava posición corrieron más rápido en la semifinal que en la final. Semifinal que en comparación con otras semifinales de Olimpiadas recientes, fue sumamente rápida.
Entiendo que si Culson no hubiera tenido problema con la valla en la parte final de la carrera, quizás quedaba en mejor posición. Aunque lo creo, digo quizás porque tratar de probar es lo mismo que tratar de probar el por qué Culson si fuera de Mayagüez y no de Ponce no sería un atleta Olímpico. Se necesita una bolita mágica para poder decir con certeza que Culson iba o no a poder con Sánchez y Tinsley al final. No es que se deba dudar que lo podía hacer, pero ¿como uno lo prueba? La falla en la bendita valla es algo que es parte de esta carrera. Esa valla estaba ahí y estaba para los demás corredores. El obstáculo que tuvo Culson no fue algo que no tuviera que ver con el evento. Creanme, pienso en la valla y me da sentimiento. No dudo de la preparación y capacidad de Culson, pero se dió la carrera que se dió.
El tiempo que hizo Sánchez de 47.63, Culson nunca lo ha logrado en su carrera. Estoy seguro que al momento de Culson estar fuera de las pistas, su marca personal y nuestro récord nacional será un mejor registro que ese. El boricua también tenía mejores marcas que las de Tinsley, al igual que otros atletas que participaron en esa final y no lograron medalla. Pero ese no fue el caso el 6 de agosto, y no le podemos quitar méritos ni a Sánchez ni a Tinsley por lo que lograron, de la misma manera que no se lo podemos quitar a Javier.
Luego de la final hubo comentarios que decían que Javier “siempre se cansa al final”. Me pregunto si esas personas algún día en su vida han hecho algún esfuerzo físico. ¡Yo quiero saber quién no se cansa luego de brincar 10 vallas y correr más de 300 metros al paso que se corre en unas competencias de alto rendimiento! Claro, Sánchez y Tinsley terminaron con mayor fuerza, pero eso no significa que “no se cansaron”. Cuando Javier ganó su primera medalla en el Mundial del 2009 el más fuerte que terminó fue él. Culson vino de atrás en esa carrera y le pasó a varios corredores. Culson es un atleta con gran condición física, por algo es un excelente corredor de 800 metros. Lo que se hará en entrenamientos para años futuros lo sabrán Culson y sus entrenadores quienes lo han puesto en el mapa del deporte mundial.
Culson, su entrega y sus logros
Siempre entra el tema del conformismo cuando se da lo que ocurrió. Estar orgullosos de lo que hizo Culson no puede estar más lejos de ser conformista. Ser conformista sería saber que Culson no dejó el corazón en la pista y como quiera obtuvo el bronce. Ser conformista sería que Culson hubiese ganado una medalla frente a una oposición que no estaba a su nivel. Pero Culson se enfrentó a lo mejor y lo dejó todo por querer ser el mejor. Verlo con su cara en el suelo luego de la carrera me hizo sentir orgulloso de él. Su reacción era la de cualquier competidor que quiere ganar. Pero también estaba el hecho que Culson estaba consciente que sobre sus hombros estaba un país completo. Ver la reacción de Culson me demostró que no podemos tener mejor embajador por Puerto Rico. Considerando tanta cosa absurda que permitimos que pase en este país, si estar orgulloso de la gesta de Culson es ser un conformista, soy un conformista feliz.
Lo bueno de la medalla de Culson es que es de él sin duda. En una carrera lo determinante es el orden de llegada. Aquí no hay un juez con el cual podemos discrepar de su apreciación. Aquí no se puede decir que David Greene “quizás” le ganó a Culson. Culson quedó en la posición que quedó y punto. Su medalla, histórica para nuestra isla, se la ganó él con su esfuerzo.
Con su medalla, Culson se convirtió en el cuarto atleta caribeño en subirse al podio en el evento en unas olimpiadas. También fue el cuarto atleta de América en subirse al podio que no represente a Estados Unidos ni Canadá, y Canadá no gana medalla en el evento desde 1936. Félix Sánchez y Culson son los únicos latinoamericanos en la historia del evento en ganar medalla. Culson es el primer atleta en el evento desarrollado en el país latinoamericano al que representa en ganar una medalla en el evento.
Hay que tener algo claro, cualquier “loco” no gana una medalla de bronce. El legendario Edwin Moses fue medallista de bronce en las Olimpiadas de 1988. Bershawn Jackson, campeón mundial en el 2005 y poseedor de una de las diez marcas más rápidas de la historia obtuvo bronce en el 2008. Culson para obtener su medalla tuvo que ganarle a quienes ganaron oro en los mundiales celebrados en el 2007, 2009 y 2011. Culson en la final venció al medallista de oro y al medallista de plata en las Olimpiadas del 2008. El oro podía ser mejor, pero el bronce no es para cualquier atleta.
Tiempo de reflexionar
Lo ocurrido en Londres debe servir de lección para los que ejercieron la presión en Culson, esto incluye periodistas, compañías y personas con voz en Puerto Rico. Las medallas se ganan en la pista. En este país se hablaba de medallas en las Olimpiadas como si Culson lo que iba era a participar en un field day de high school. Se enfocaron tanto en Dai Greene que se nos olvidó que había otros competidores. ¿Y qué mejor ejemplo de alguien que se le olvidó que había otros corredores que al mismo Greene? Greene habló y habló y ni medalla consiguió. Entiendo que por esta razón Culson y otros líderes deportivos de Puerto Rico se mantuvieron diciendo que querían la medalla “del color que fuera”. Culson quería la medalla de oro, pero lo pusieron en una posición para hablar de esa manera. Los que debían informar al pueblo sobre la dura competencia que es una Olimpiada, lo que hicieron fue crear la noción que Culson iba a correr solo, con unos corredores que no estaban a su nivel.
Las olimpiadas están llegando a su etapa final y Puerto Rico tiene esperanza de otra medalla en el luchador Franklin Gómez. Gómez, al igual que Culson al comenzar las olimpiadas, se perfila como uno de los favoritos en su categoría para obtener una medalla. La diferencia es que a Gómez no lo han presionado tanto como a Culson. Claro, no es por quitarle mérito a los demás deportes, pero la pista y campo es uno de los deportes que mayor audiencia trae y ahí es que estaba Culson. Pero debemos mirarnos a nosotros antes de llegar a conclusiones sobre la capacidad que tiene Culson como atleta. Llegar a donde está Culson no es fácil, pocos lo logran, y lo mejor del puertorriqueño está por venir.
Orgullo de pueblo
Sinceramente no sé si el deporte resuelve los problemas de Puerto Rico. Pero el lunes pasado nos unimos y tuvimos una esperanza. Ver a un boricua codeándose con lo mejor del mundo aumenta la autoestima colectiva de nuestro pueblo que tanta falta nos hace. Recuerden algo, de la misma manera que antes de la competencia nos “preocupaban” atletas como David Greene y Félix Sánchez, a los fanáticos de ellos les preocupaba Culson. Cuando se habla de 400 metros con vallas a nivel mundial el nombre de Javier Culson se tiene que mencionar.