Entrevista a María Consuelo Sáez Burgos («Cartas a Consuelo: historia inédita de Julia de Burgos»)
La entrevista a continuación se realizó meses antes de la salida feliz del libro CARTAS A CONSUELO, por la Editorial FOLIUM, editor, Eugenio Ballou.
El espíritu de los escritores se alarga más allá de los ríos de su obra, por eso la obsesión de explorar en lo más profundo, de su viajar por la tierra ya a través de sus diarios, mensajes o cartas. Quizás en los inéditos y desconocidos mundos de un escritor se pueden leer otras voces de su alma.Desde su muerte en 1953, la reconocida poeta puertorriqueña Julia de Burgos ha sido estudiada y reinterpretada desde varias miradas. Julia ha sido leída desde perspectivas como Julia la mujer, la política, la feminista, la romántica y más aún, Julia como mito, un misterio que crece desde su fatídica muerte.
Un siglo después, la obra de Julia aún no aplaca la sed de una generación ávida por sumergirse en las aguas de su abundante manantial poético y de su vida. La voz de Julia se extendió, además, en sus letras como periodista, editora de arte y cultura y ensayos políticos.
Pronto se podrá escuchar el eco de una voz no tan conocida: la Julia íntima, familiar.
En el marco del centenario del natalicio de la aclamada poetisa, su sobrina María Consuelo Sáez Burgos, decidió publicar por primera vez en libro las cartas que Julia envió a su hermana, Consuelo Burgos y que ésta guardó durante décadas.
Un total de 136 cartas serán publicadas como libro bajo el nombre de Cartas a Consuelo, según explicó Sáez durante su participación en el Festival de la Palabra en Nueva York.
“Eran su más preciado tesoro. Las guardaba en una maleta verde. Las ponía en un álbum que tenía micas y una especie de cartulina negra en cada mica”, expresó Sáez.
El libro incluirá misivas que la poeta escribió en la Isla, Nueva York y Cuba y que revelan esa lluvia íntima de letras y de amor que ambas se profesaban. La correspondencia data entre 1939 a 1953, y la última fue escrita el 28 de junio, una semana antes de su muerte en la Gran Manzana. Julia predijo su trágica muerte hasta años antes en poemas como Dadme mi número y Poema para mi muerte. Habrá que ver qué nos revelan esas últimas cartas en torno a sus últimos años. Recientes estudios académicos reflejan que Julia se mantuvo productiva y escribiendo hasta la última etapa de su vida.
Asimismo, las cartas revelan otros pensamientos de la ilustre borinqueña sobre asuntos sociales internacionales, su deseo por realizar varios doctorados, así como sus amores, como con el sociólogo dominicano Juan Isidro Jiménez. El prólogo comparte textos de Sáez y de la académica Lena Burgos-Lafuente.
De las pocas personas que han leído las cartas figuran Merced Hernández, pues fueron el objeto de estudio para su doctorado en literatura en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, según el medio local NotiCel.
«Ella hace expresiones claras y específicas de ese momento preciso en que se declara la guerra por radio», expresó Merced Hernández a NotiCel.
El centenario de la poetisa ha sido, además, celebrado con eventos en España, Latinoamérica y hasta con la develación de una estatua en República Dominicana.
Su sobrina, Sáez, profesora de Derecho en la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, explica que aunque no conoció a su tía, ésta tenía una presencia constante en su hogar. “Julia caminaba por nuestra casa, mami siempre hablaba de Julia siempre en presente, era Tía Julita, hablemos con Julia”, recordó.
En efecto, Saéz se proclama como una de las fanáticas más grandes de la poetisa cuyas imágenes hacen de su hogar un museo juliano.
Entre la memorabilia, lo más preciado es una una peinilla y trozos de madera durante la exhumación en 1990 para trasladar los restos de la poetisa del cementerio municipal de Carolina al Mausoleo, erigido en dicho pueblo. Durante la exhumación comenzó a aflorar agua y tras disiparse apareció un mechón de pelo de Julia junto a una peinilla. Un empleado municipal se lo colocó en las manos a Sáez.
“No conocí a Julia, pero toqué a Julia”, dijo Sáez sobre la escena que para ella fue un “viaje transensorial”. “Fue tan impactante que había borrado totalmente de mi memoria esto que descubrí ahora con el Centenario. Pero aparece en una foto, donde estoy inclinada y estoy acariciándole la cabeza a Julia”, explicó Sáez del momento que ahora recuerda gracias a la imagen.
Durante su visita a Nueva York, Sáez hizo el recorrido por el mítico El Barrio, donde pudo apreciar por primera vez el mural y el centro cultural en honor a Julia. Aquí parte de nuestra conversación sobre esa “voz familiar” de una de las más grandes poetas de América.
¿Cómo surgió la idea de publicar las cartas? ¿Por qué ahora?
Las cartas son la prenda más preciada de nuestra familia. Son las cartas íntimas entre dos hermanas: Consuelo y Julia. Entendimos que este era el momento para que Julia hablara con su propia voz epistolar y rendirle por este medio honores a mujeres tan extraordinarias como lo fueran Consuelo y Julia.
¿Cuál será la contribución? ¿Qué podemos esperar?
Como te dije es la voz de Julia en la confidencialidad del amor fraternal. Es Julia hablando, me parece que vamos a conocer a Julia íntima en su compartir íntimo con su hermana Consuelo. Consuelo, que era menor que Julia siempre la supo y la amó. Y tuvo la sabiduría y la sensibilidad de guardar cada carta, cada sobre, cada sello que le enviara su hermana y que ahora es su testimonio vivo y presente. La mayor parte de las veces le dice Consuelín. Consuelo fue la que contemplo, sintió, e intuyó a la Julia poeta, empezó a guardar las cartas, los sobres y los sellos que Julia le envió. Hasta la última, que envió una semana antes de morir. Tenemos unas cartas que son una prosa exquisita, esa descripción del Nueva York de la época de 1940, cuando Julia habla de los semáforos: “¡Ay esto! Que tú te paras y cambia una luz!”. Es una descripción exquisita, esa descripción de la Habana es un documento maravilloso. Vamos a ver el sentido del humor de Julia en algunas partes. Cuando está en Cuba le cuenta a mami:
“Mira Consuelín, estaba en este lugar donde había una actividad de Juan Isidro (que era su compañero) y un grupo de damas encopetadas me hicieron honores, me dijeron que tenía, tipo oriental, caminé casi en brinquitos para dejar más sentada la impresión. A mi me fascina la poesía de Oriente ¿Será de allí donde viene mi inspiración?” Y que cuando le cuenta eso a Juan, le dice “¿De qué tú estás hablando si están hablando del Oriente de Cuba? ¿Te estás riendo? Ahora sí que soy Oriental”.
Pero es importante que se entienda que las cosas que se dicen en un momento pueden tener aconteceres posteriores que cambien lo manifestado en ese momento y que en encuentros entre ambas o conversaciones posteriores cambien respecto a su percepción de personas o de situaciones. Es necesario también mirarlas dentro del momento histórico y personal de Julia.
¿Cuál es su carta favorita? ¿Le sorprendió alguna?
Me fascina una en que está estudiando griego y le envía a mami su nombre en griego, otra en que le dice cómo comportarse con los niños en el salón cuando Consuelo estaba haciendo su práctica como maestra, otra en que cuenta en tono jocoso sobre la actividad en Cuba, otra en que le dice a mami que tienen que estudiar leyes y que pondrán un bufete que tendrá como rótulo: Burgos y Burgos: abogados notarios. Mami estudió leyes pocos años después de la muerte de Julia. Como siempre cumplió con ella. Me fascinan en las que filosofa de la vida, en las que describe lugares y en las que le dice a mami que ella es su sostén en la vida y todos las manifestaciones de amor que le profesa.
Hay una de La Habana, recuerden que Julia no podía viajar, pero esa descripción de La Habana, imagínense Julia dice “He pisado por primera vez tierra de América”. Inclusive pitonisa, ahí estaba postulándose como parte del partido comunista Batista y dice, no en estas palabras por favor, lo dice Julia… “A mi como que me trae sospechas este Batista”. Así que es algo pitonisa.
¿Hay conversaciones que puedan modificar la imagen que conocemos de Julia? ¿Hay algo que decidieron guardar o no publicar?
Las cartas se publican sin censura, tal y como las recibí. Vamos a publicar las cartas enteras. Obviamente esto no quiere decir que algunas se hayan extraviado, ocupado o interceptado dada la situación de persecución política que sufrieron ambas. Nuestra casa fue allanada en dos ocasiones, y puedo suponer era la situación de persecución. Me imagino que van a tener mucho impacto. Son de un valor increíble.
Usted tuvo la oportunidad de ver el mural y el centro cultural en honor a Julia de Burgos, esto en el marco del Festival de la Palabra en Nueva York. ¿Cómo ve el abrazo que le dan a Julia los puertorriqueños en Estados Unidos? ¿Cuán diferente es la Julia neoyorquina de la Julia campesina?
Julia es muy puertorriqueña, pero también es diaspórica. Julia se ha convertido en la voz viva de los puertorriqueños e hispanoamericanos en Estados Unidos. Julia siempre lleva consigo su entrañable amor por Puerto Rico, pero no se puede obviar el impacto significativo que tuvo su estadía en Cuba y en NY. Fueron trece años de exilio.
¿Se siente satisfecha con la gestión de promover a Julia en Puerto Rico? En el exterior la consideran como una de las grandes de América, pero aun en la isla muchos no conocen plenamente su obra. ¿Qué le parece esta disyuntiva?
Es lamentable que nuestra realidad colonial continúe incidiendo en su divulgación y reconocimiento como una de las poetas más grandes de América y del mundo. Ya lo dijeron así Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez, Luis Llorens Torres, entre muchos otros. La internacionalización de Julia ha sido uno de los propósitos más importantes de la comisión, pero todavía queda mucho por recorrer.
En el Festival de la Palabra hubo un llamado general de escritores y académicos a dejar atrás la Julia mujer y biográfica, Julia mito, y profundizar y aumentar el estudio de su obra literaria la cual catalogan como incompleta. ¿Qué le parece este acercamiento?
MCSB: Julia ha sido víctima de la maledicencia mordaz que encarna el machismo, sexismo, las concepciones burguesas, su pobreza económica y sus luchas libertarias y de vindicación social. A esta altura de la vida todavía cabezas obtusas pretenden continuar con dicha visión retrógrada. Es, sin lugar a dudas, lo que más me duele. Si precisamente Julia encarna la justicia en todos sus flancos como es posible que con la justicia misma que ella encarna se sea injusto. Es justo y necesario que se haga el estudio crítico de su obra. Julia es más que poeta. Julia es la poesía misma. Julia nació poeta.
En el panel del Festival de la Palabra en Nueva York que usted participó junto a Esmeralda Santiago, la escritora describió a Julia como una poeta “adelantada a su tiempo” y que trasciende a nuevas generaciones. Carmen Rivera considera que ella estaba “conectado con el Absoluto”. ¿De dónde surge este talento?
Julia nació a las 5 de la mañana, un martes, 17 de febrero, al cantío del gallo en una naturaleza en todo su esplendor que era casi selva. Le queda tan cerca de la casa el pozo hondo y la quebrada limones que eran afluentes del Río Grande de Loiza. Julia amaba la naturaleza. Tenía un caballo que se llamaba Nacional, Francisco, el padre tenía un caballo que se llamaba Rocinante, se creía Don Quijote, y se iban en unas correrías por los campo infinitas. Su padre recitaba de memoria fragmentos de grandes obras literarias como El Lazarillo de Tormes y Julia creció escuchando eso. Y Julia trepaba árboles, cogía los matojos, los rizaba, les hacía trenzas cuando iba a la escuela y cuando regresabas de la escuela, se los soltaba y decía que le estaba rizando la cabellera al campo… Así que Julia nació poeta.
Ha visitado varias ciudades y países durante estos años. Por ejemplo, estuvo en España en 2009 donde la Editorial la Discreta descubrió la poesía de Julia y publicó una antología completa. Para usted ¿Qué ha hecho a Julia trascender hasta hoy?
MCSB: Tuve esta experiencia en 2009. Me invitan a Madrid, se acaba de publicar Julia de Burgos por la Editorial La Discreta. (Ver video de la presentación en Puerto Rico). Y estuvimos un tiempo Juliando por España y la acogida fue maravillosa. Me invitan a un programa de radio y leo algunos de los poemas que Julia escribió sobre la Guerra Civil Española, y el director me invita para una actividad que iba a haber en un cementerio en el municipio del Escorial donde se estaba abogando porque se desenterraran las tumbas comunes de los soldados caídos… Llegué a decir el poema que Julia tituló “Ochenta mil”. Me dicen donde tengo que hablar se me acerca el de la discreta y me dice en el oído “Consuelo, donde estás parada, ahí mismo, están los muertos”. Se podrán imaginar la sensación que nada más que eso significaba. En ese momento del discurrir de tumbas comunes debajo me pongo a decir que voy a decir a Julia que soy el médium o soy el que está en ese momento que va a leer su poesía que Julia escribió estos versos cuando los estabas matando”. Y cuando levanto el rostro, [leo] solamente una estrofa:
“¡Ochenta mil hombres muertos en el campo de batalla!
¡Aviones, tanques, obuses…
Ochenta mil hombres muertos en el campo de batalla,
80 mil sueños caídos de ochenta mil rotas almas,
Por allá vienen las viudas, las madres y las hermanas.
Subiendo la cuestas vienen todas ellas enlutadas.
La senda se moja abajo, los ojos que se hacen agua
y el viento se va salado con la sal de tantas lágrimas”
Cuando miro, la gente que estaban allí eran las viudas, hermanas, las hijas, los hijos, los nietos y los bisnietos. Cuando terminóo de decir el poema que andaba por lugares que no se pueden ubicar. Toda esa gente, absolutamente toda esa gente, vino a tocarme, y el que no me tocaba, tocaba al de atrás, al de atrás, al de atrás, al de atrás, en una hilera de dolor, de lágrimas que Julia le pudo definir. La jibarita de Carolina que nunca pisó España pudo definirle el propio dolor de las víctimas de la Guerra Civil y de los familiares… esa es la trascendencia de la poesía.
¿Cómo comenzó y cómo se ha llevado a cabo la celebración del centenario?
Se originó por iniciativa mía. Nos organizamos como un año antes del Centenario. Es la primera vez que en Puerto Rico se celebra un centenario a esta altura. Entidades gubernamentales, privadas, universitarias, culturales, escuelas, municipios, Cámara de Representantes, el Senado, Oficina de la Primera Dama, Municipio de Carolina, etc., etc, etc. Y muchos países como Cuba, España, Uruguay, Francia, República Dominicana, Nueva York, entre muchos otros. Convoqué a varios amigos míos que siempre han sido muy comprometidos con la gestión cultural. Además el grupo es multifacético: Idalia Pérez Garay actriz, Álvaro Calderón y Zulma Romeu, publicistas, comunicadores y documentalistas, Marcos Reyes Dávila, profesor universitario y director de la revista Exégesis, Marilú Carrasquillo, organizadora de eventos culturales, Etnairis Rivera, poeta y ex profesora universitaria, Alí García fotógrafo, diseñador gráfico y el documentalista y Ángel Humberto Nuñez Luna, profesor de historia retirado.
¿Qué otros proyectos está trabajando el Comité del Centenario de Julia?
Se siguen celebrando múltiples actividades en Puerto Rico. Se publicarán las cartas. La Comisión publicará un libro con cien poemas dedicados a Julia por diversos escritores de reconocimiento nacional e internacional. Vamos en enero a Madrid junto a la Discreta Academia a cantar, recitar y a promocionar su obra. En diciembre haremos lo propio en Granada en un homenaje que le rinde el gran pintor José Manuel Sánchez Darro. Tendremos una columna fija semanal en el periódico El Nuevo Día hasta que finalice el centenario. Cerraremos el año con un Simposio internacional en la Universidad de Puerto Rico de Humacao donde ya hay mas de cincuenta deponentes inscritos y publicaremos las actas del mismo. Y mucho, mucho más…. Obviamente este es un resumen somero de lo acontecido y lo por acontecer. Te sugiero que entres en nuestra página en Facebook: Comisión Nacional Centenario Julia de Burgos donde podrás obtener mucha información sobre gran parte de lo que se ha hecho y se seguirá haciendo.