Estadidad: la colonia perpetua
Jorge Santini le tiró un toallazo a la mentira (práctica común en el PNP), cuando afirmó: «nosotros no negociaríamos una estadidad sin el español». Esta postura choca con la de los cuatro precandidatos candidatos a la presidencia de E.U. por el partido republicano que afirmaron favorecer “que el inglés sea el idioma oficial de los Estados Unidos”.
Y choca también con sus acciones y la del liderato PNP que siguen sacándonos la lengua cuando insisten en decir que no van negociar el español, cuando como cuestión de hecho, no se cansan de entregarlo y despreciarlo.
Recordemos que en 2009, el representante Charlie Hernández denunció que la Cámara de Representantes aprobó la Regla 8.7 de Procedimiento Civil con una disposición que permite que una parte litigue su reclamación únicamente en inglés. Poniendo en desventaja a los ciudadanos en los procesos judiciales y limitando la práctica de aquellos abogados que no hablen inglés. La versión original de dicha regla proveía garantías para el litigante que no hablaba español. ¿Será ésta una de las razones por la que quieren controlar la Administración de Tribunales que dirige el Juez Presidente del Tribunal Supremo?
Oculta el PNP que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dicho «que ningún estado puede entrar a la unión con privilegios y derechos que no aplican de forma similar a todos los estados». Olvidan que el informe de Casa Blanca adelantó que bajo la estadidad el idioma oficial del gobierno sería el inglés. El español quedaría como un idioma casero, subordinado, no apto para el poder ni para la creación.
No se descoloniza a un pueblo suplantándole una lengua por otra, ni obligándole a defenderse en las cortes en un idioma ajeno. Este es el peor acto de coloniaje, el más insufrible y abyecto.
La estadidad te quita la patria, te quita la lengua, te quita poderes y reniega de lo que somos, es una ruta de la indignidad.
Cínicamente alegan – en engañol – que van a defender la lengua los mismos que se roban el agua, la luz, y entregaron cien mil empleos de la sección 936, en aras del fanatismo ideológico.
Si eso hicieron con la economía, que es el pan de la gente que merece respeto, ¡que no van hacer contra la cultura y la lengua!
El asimilismo quiere despojarnos de la fortaleza espiritual que da la lengua porque ésta aviva el sentimiento nacional. Triste destino el pueblo que abandona su lengua y su cultura, para estallar en el vacío sin honor.
Si el español fuera compatible con la estadidad, ¿porqué el empeño en imponernos el San Juan City Police, Guaynabo City y Walkable City? ¿Por qué eliminaron la lectura de los clásicos puertorriqueños en el Departamento de Educación? ¿Por qué en las vistas del Congreso no exigieron que se establecieran de antemano y por escrito, las condiciones de la estadidad en el plebiscito? ¿Por qué quieren que votemos a ciegas y traquetean con el destino del país? Todo es una trampa y un engaño de parte de un régimen que pretende ocultar las graves consecuencias espirituales y económicas de la estadidad. Estadidad que económicamente es incosteable y culturalmente, un suicidio.
Un país no es solo cultura y no es solo economía, es ambas. Lo grave es que el proyecto del PNP para el siglo XXI es uno de demolición de instituciones y de las agencias de gobierno que puedan ser un obstáculo para la estadidad, aunque se reviente el país.
Nadie se llame a engaño. La estadidad no es un derecho, es una concesión. La estadidad no es un asunto de derechos civiles, todo lo contrario, atenta contra ellos. Los derechos civiles de un pueblo consisten em mantener lengua,cultura y dignidad. Sin embargo, desde el fanatismo ideológico, el patético proyecto del siglo XXI es convertir un país en minoría perpetua, y a eso le llaman descolonizar. !Qué engañol!