“Este país no va a ser libre si los independentistas no nos disponemos a trascender los atavismos tribales”
(Discurso pronunciado por Juan Mari Brás, secretario general del Partido Socialista Puertorriqueño, en los festejos conmemorativos del 105 aniversario del Grito de Lares, el 23 de septiembre de 1973).
Compañeras y compañeros:
Vive y vivirá siempre por los siglos futuros entre los inmortales de la América nuestra el compañero Salvador Allende, que ha entrado en días recientes a esa ilustre galería de los héroes de la América Latina. Y a él y a los que juntos con él han muerto como valientes defendiendo la independencia de su patria, defendiendo el socialismo en los recientes días, queremos dedicar nuestra primera palabra, nuestro pensamiento primero en este Lares de 1973. Y saludar su presencia inmortal desde esta tierra cimera de la puertorriqueñidad en nombre de Joaquín Parrilla, en nombre de Manolo El Leñero, en nombre de Betances, en nombre de Albizu Campos, en nombre de Fefel Varona, en nombre de todos nuestros héroes que fueron mártires, de todos los que a lo largo de una trayectoria histórica han sembrado con sangre de valientes la ruta de la independencia en nuestra patria. En nombre de ellos saludamos y hacemos aquí presente a Salvador Allende y a los héroes chilenos. (ovaciones)
No hay en este minuto una herida que duela más a nuestros pueblos, que la herida de Chile. Porque en Chile se están cometiendo en estos instantes los crímenes y los asesinatos más viles que puedan concebirse en un pueblo latinoamericano. Están asesinando por centenares a los obreros, a los estudiantes, a los combatientes de la libertad, del socialismo en aquella tierra.
ALLENDE COMBATIÓ COMO UN HÉROE
Y esa herida chilena continuará sangrando a lo largo de toda la Cordillera Andina para brotar en todos los rincones de nuestra América la ira popular de nuestros pueblos, y traducir esa ira en acción consciente y organizada para reivindicar los derechos del pueblo chileno, para hacer valer la voluntad inquebrantable que llevó a Salvador Allende a combatir frente a los golpistas, como un héroe, y morir acribillado por diecisiete balazos de ametralladora; asesinado por los gorilas del militarismo al servicio de la burguesía y al servicio del imperialismo.
Y eso indica la vinculación suprema que tiene nuestra lucha con todas las que se libran en distintas partes del mundo, por adelantar la construcción de sociedades nuevas que eliminen por completo la explotación del hombre por el hombre. Esa función, esa solidaridad, ese internacionalismo proletario que obliga a los socialistas dondequiera a mantener cohesiva nuestra unidad combatiente frente a los enemigos, aquí en Puerto Rico también cobra vigencia, aquí en Puerto Rico también tiene su manifestación específica en esta nueva lucha, tornada ya en lucha por la revolución social, que vincula su esperanza a la de todos esos pueblos, y en particular a los pueblos de América Latina, a cuya familia de pueblos pertenecemos, cuyo destino es parte de nuestro deber labrar con nuestro trabajo y cuyas metas son las de todos nosotros los socialistas puertorriqueños.
PONER EN MARCHA LA REVOLUCIÓN SOCIAL
Nuestra función, como revolucionarios, como socialistas consiste en poner a marchar la revolución social en esta, nuestra única patria (ovaciones). Nuestro deber, nuestro principal reto está ahí, en sentar las bases y avanzar hacia la conquista del poder en nuestra tierra para destruir todos los vestigios del sistema colonial y del sistema capitalista e instaurar la dictadura del proletariado y construir el socialismo en nuestra tierra. (prolongados aplausos)
Y esa función, y ese deber es el que guía nuestra lucha cotidiana, y es el norte por el cual va guiándose la nueva generación puertorriqueña en su forcejeo frente a la problemática que nos presenta la realidad.
Dentro de esa responsabilidad, alcanzar la conquista de la soberanía, de la independencia nacional del pueblo puertorriqueño, es el objetivo de primera prioridad que tenemos que tener los socialistas en Puerto Rico.
INDEPENDENCIA: META COMÚN
La independencia de nuestra patria no es un trabajo exclusivo de los socialistas, de los marxistas-leninistas. La independencia de Puerto Rico es una meta, una esperanza de toda la puertorriqueñidad; con las únicas, contadas excepciones de aquellos que, formando la costra parasitaria de servidores incondicionales de la intervención extranjera, se han lucrado como tales al precio de una traición a su patria y se han colocado por sus propios hechos al margen de la puertorriqueñidad (aplausos).
Pero esos son muy pocos. Esos son apenas unos cuantos millares de capitalistas intermediarios, de ejecutivos y profesionales y burócratas que le sirven de instrumento al sistema de explotación prevaleciente en nuestro país. Aparte de ellos, repetimos, la independencia de Puerto Rico es meta y esperanza de la inmensa mayoría de los hombres y las mujeres de esta tierra.
Llegar a que esa esperanza que se anida en los corazones de tantos millares y millares de paisanos nuestros se traduzca en voluntad de lucha, en conciencia de que vamos por un camino que solo tiene por derrotero la victoria de la patria y la derrota de la colonia, insuflar de un espíritu combativo a esas grandes mayorías del pueblo que con nosotros comparten la común devoción a esta tierra y a esta patria, ese es el objetivo inmediato, concreto, específico del independentismo y del socialismo puertorriqueño.
Y ese es objetivo tan prioritario de nosotros los marxistas leninistas, como lo debe ser de todas las demás variantes del independentismo en Puerto Rico.
HAY QUE CONTAR CON LOS MARXISTAS-LENINISTAS
Pero hay que tener bien claro una realidad: A través del último decenio se ha operado una transformación estructural en la lucha de independencia de Puerto Rico. Impulsada por una transformación ideológica que fue generalizándose entre la amplia base del independentismo, el independentismo puertorriqueño ha llegado a un punto en que se ha ganado el abismo histórico que había entre esa lucha nacional rezagada por las circunstancias de más de un siglo y la lucha internacional de la clase obrera por sus reivindicaciones y por la toma del poder.
Y hoy en Puerto Rico no se puede hablar de independentismo sin contar con los marxistas-leninistas. (aplausos) Hoy en Puerto Rico (aplausos prolongados) los marxistas-leninistas constituimos la médula, la base, la inconmovible base de voluntad recia sobre la cual se proyecta en todos los ámbitos y por todas las direcciones la lucha de independencia de nuestra patria.
Nosotros hemos sido, a través de la existencia del Partido Socialista Puertorriqueño y su antecesor histórico, el Movimiento Pro Independencia, los más vehementes entusiastas de la idea de la unidad patriótica del independentismo en Puerto Rico.
NECESIDAD DE LA UNIDAD PATRIÓTICA
Cada celebración del Grito de Lares, desde 1959 hasta este año (y el que habla, dicho con excepción de don Pepe Enamorado Cuesta, es el único de los aquí sentados en esta tribuna que ha estado presente en esta tribuna y ha hablado los catorce años desde el ’59 hasta ahora), cada 23 de septiembre se ha levantado la voz del MPI y del Partido Socialista a partir del año pasado para plantear la necesidad de la unidad patriótica.
Ahí está, (aplausos) en los hechos, el resultado del trabajo unitario que hemos realizado. Cada vez que el independentismo ha logrado acercarse, cohesionarse para impulsar una meta específica, ha alcanzado grandes victorias. Cada vez que el independentismo se obstina en la idea suicida de la dispersión, el independentismo cae en crisis, en un inmovilismo y se produce una frustración general.
Sí, nosotros somos unitarios precisamente porque somos marxistas-leninistas. (ovaciones) Y porque ser marxista-leninista quiere decir haberse equipado con lo más avanzado del pensamiento social de nuestra época; quiere decir haber desentrañado de los antes misterios de la historia toda una concatenación de conclusiones fundadas en esa ciencia que se llama el materialismo histórico, a través de la cual por primera vez en su existencia el hombre logra descifrar los secretos de su propia historia para entender la vinculación dialéctica que existe entre todos los fenómenos físicos, sociales y de todo orden en la naturaleza.
Y porque estamos así equipados es que planteamos la necesidad de la unidad. Y plantear la necesidad de la unidad significa, desde luego, reconocer que no hay que ser marxista-leninista para estar en la lucha de independencia; que no hay que ser socialista ni comunista para estar en la lucha de independencia. Lo que no se puede ser es anti-comunista ni anti-socialista. (fuertes ovaciones).
Nosotros, compañeras y compañeros, hemos logrado en mayor medida que muchísimos otros pueblos hermanos, alcanzar la comprensión de la necesidad de esa unidad. Y en Puerto Rico, quizás por el mismo sentido de urgencia que tiene la lucha de independencia, se han podido echar a un lado obstáculos de diversa índole que en otros lugares dificultan que esa unidad funcione. Y nosotros orgullosamente hemos celebrado como un gran logro del independentismo puertorriqueño el que a través de los últimos años se hubiera canalizado el esfuerzo organizativo vital del independentismo en nutrir dos grandes partidos de la independencia, cuyo fortalecimiento y cuyo desarrollo visualizamos como un objetivo ideal para el independentismo puertorriqueño.
DIVISIÓN EN EL PIP
Ha surgido en los últimos tiempos una división interna en uno de esos partidos. Y nuestro partido la ha lamentado y así lo ha expresado públicamente. Y hemos asumido la posición de no tratar desde una perspectiva sectaria este problema. Porque nosotros entendemos que todo cuanto afecte la estructura interna de los partidos de la independencia, afecta la lucha de independencia. Ya ha tenido su culminación ese proceso interno dentro del Partido Independentista. No es función nuestra enjuiciar el desencadenamiento que ha tenido pero sí es obligación nuestra tomar conciencia de la realidad que se produce como resultado de ese proceso interno que hubo en el Partido Independentista. Y en ese partido las fuerzas que habían mantenido juntas unas metas organizativas e ideológicas a través de una dirección, se han dispersado. Y unos están fuera de él y otros adentro. Lo que nosotros queremos plantear es una realidad muy sencilla: Podrá estar fuera o dentro del Partido Independentista un sector, pero no está fuera de la lucha de independencia de Puerto Rico, (aplausos prolongados).
Y nosotros, nosotros buscamos la unidad con todos los sectores patrióticos de este país. Buscamos y buscaremos la unidad con el Partido Independentista que preside el querido compañero Rubén Berríos (aplausos) y buscamos la unidad también con los sectores que se han quedado al margen de ese partido, y que tomarán las decisiones que ellos estimen convenientes en relación con la canalización organizativa de sus esfuerzos.
COMITÉ UNITARIO PARA ORGANIZAR CELEBRACIÓN DEL GRITO
Es en ese sentido que la política unitaria del Partido Socialista seguirá produciéndose de día a día. Y es en ese mismo sentido que acogemos con júbilo y endosamos sin reserva la propuesta hecha aquí por el presidente del Partido Nacionalista, compañero Jacinto Rivera Pérez, de que se instituya un comité unitario que se haga cargo de la organización de los actos de Lares en el futuro (aplausos). Si esa ha sido la posición nuestra, nada más complaciente para el Partido Socialista que participar con todo fervor y entusiasmo en un nuevo esfuerzo por imprimirle una unidad a la celebración de Lares. Y hoy es esencial, porque estamos siendo el hazmerreir de mucha gente en Puerto Rico. Esa ridiculez de que aquí hayan siete actos esta tarde, por pura elucubración teórica, porque aquí lo que hay es un acto, pero que tenga que decirse que hay siete, y que se quite y se ponga una bandera (aplausos) cada vez que va a hablar un orador (siguen los aplausos y gritos de unidad), eso, señores, eso es prestarnos para que nos cojan de chacota. Y ya nosotros estamos crecidos para hacer papeles ridículos.
Los independentistas, no importa de que agrupación seamos unos y otros, tenemos en común una meta específica, una meta concreta, urgente, que es la recuperación del patrimonio, la proclamación de la independencia y la expulsión de todas las fuerzas interventoras extranjeras (aplausos prolongados). Y ese común propósito nos obliga a la reflexión, nos obliga a la tolerancia recíproca, nos obliga al diálogo, nos obliga a la voluntad inquebrantable de avanzar en el camino de la unidad; y no desarrollar complejos cataclísmicos mediante los cuales cada vez que hay una fricción interna en un grupo o entre uno y otro grupo, actuamos como los muchachos. Lo primero que hacemos es poner una cara de perro y no saludar al otro (aplausos y gritos de unidad). Y eso, compañeros, esa actitud hay que terminarla definitivamente. Este país no va a ser libre, independiente, si los independentistas no nos disponemos a trascender los atavismos tribales que nos mantienen en actitud de parcelar la lucha continuamente, y nos disponemos a forjar la unidad cohesiva de este pueblo para alcanzar sus metas inmediatas.
Ahí tenemos unos retos que nos plantea la situación inmediata. Ahí hay un plan, una conspiración monstruosa para cambiarle por entero la fisonomía a nuestra patria y convertirla en la carbonera del Caribe del imperialismo norteamericano en América. Ahí está el plan ese del superpuerto.
OPOSICIÓN QUE SEA NECESARIA AL SUPERPUERTO
Pero aquí está en contrapeso a la temeridad imperialista de imponernos un destino de muerte, la decisión del pueblo puertorriqueño de oponerle la resistencia que sea necesaria a esos planes del imperialismo. (aplausos) Y ahí está la solidaridad del mundo con nosotros, solidaridad que se ha ido amasando trabajosamente, en ese esfuerzo concertado de toda una generación que desde los momentos en que alboreó la nueva lucha recogió las banderas de sus antecesores para llevar la voz de Puerto Rico en reclamo de apoyo a todos los rincones del planeta. Ya ese esfuerzo empieza a fructificar masivamente. Ya por primera vez se nos ha escuchado en las Naciones Unidas (aplausos) y se nos ha reconocido el derecho inalienable de nuestro pueblo a la independencia. (aplausos) Ya por primera vez podemos participar los defensores verdaderos de esta tierra en conclaves internacionales a los más altos niveles, donde se oye con respeto la voz del Puerto Rico que combate y lucha. (aplausos) Ya por primera vez el apoyo de los pueblos del mundo empieza a universalizarse.
SIEMPRE TUVIMOS EL APOYO DEL CAMPO SOCIALISTA
Pero sépase que cuando no había tal apoyo de los No-alineados, que cuando no había tal apoyo de los panameños y los peruanos y los argentinos, había un apoyo que siempre tuvimos que es el del campo socialista (aplausos). Es el de los países que se guían por el marxismo-leninismo. Ese apoyo lo hemos tenido siempre. Y ese apoyo es el que ha hecho posible que se universalice la solidaridad con Puerto Rico, porque el campo socialista es cada día más poderoso, porque el campo socialista es cada día más influyente, porque el campo socialista cada día representa en mayor medida las esperanzas de toda una gran Humanidad que va camino de transformaciones radicales, porque sabe que los paliativos y los remiendos no conducen a nada que no sea la frustración (aplausos). Y esa realidad, esa realidad que hemos vivido en el campo internacional, la tenemos que vivir y la tenemos que comprender plenamente en el plano nacional. Aquí también hay que hacer unidad y aquí también hay que empezar por contar con los marxistas-leninistas, que somos los revolucionarios, que tenemos la teoría abarcadora y la traducción en la práctica de esa teoría (aplausos prolongados).
Nosotros hemos vivido en las ultimas semanas una serie de experiencias en el extranjero que hubiéramos querido transmitir con mayor detalle, porque después de todo dondequiera que hemos ido, hemos ido en delegación de ustedes. Hemos ido recogiendo en la forma de mayor autenticidad que pueda hacerlo nuestro ser el pálpito, las inquietudes, las esperanzas, la voluntad del pueblo patriota puertorriqueño. Esas experiencias ayudan a insuflarnos entusiasmo; a abrir la perspectiva del mundo inmenso de posibilidades que tiene el independentismo y a prepararnos para unos niveles superiores de lucha a los cuales tendremos que llegar en Puerto Rico.
EL PSP SIEMPRE ESTARÁ EN PRIMERA FILA
Pero es el momento ahora de apuntalar la capacidad organizativa del independentismo; de echar a caminar unas metas específicas inmediatas, que puedan verdaderamente recoger en todo su potencial la dimensión de solidaridad que hemos recibido del mundo, y que verdaderamente ponga en jaque al sistema colonial en nuestro país.
El Partido Socialista se compromete a perseverar en ese esfuerzo. En la tribuna de Lares, en esta cimera tribuna donde converge la puertorriqueñidad a buscar en la inspiración de sus raíces más autenticas el aliento y el acicate para perseverar en la lucha, nosotros los socialistas, como marxistas-leninistas, como portavoces del partido de la clase obrera puertorriqueña le decimos a todo el pueblo patriota que cuenten con esta legión de combatientes del proletariado puertorriqueño para estar siempre en la primera fila de todos los riesgos que haya que correr, de todos los caminos que haya que recorrer (aplausos).
Y hacemos una invitación fraternal a todos nuestros hermanos y compañeros de los distintos grupos, agrupaciones y partidos que forman el independentismo del momento a iniciar la discusión en serio, lo antes posible, mañana si fuera posible, para reconstruir la unidad patriota del pueblo puertorriqueño. (aplausos)
En esa esperanza y con ese llamado (gritos de unidad, unidad) les decimos, como todos los años: ¡Despierta boricua, defiende lo tuyo! (gritos de “¡Mari, seguro, a los yanquis dale duro!”).
* Transcripción original de Lolita Aulet; corrección y edición de Mari Mari Narváez.