Exigen agenda cultural para la televisión pública y el nombramiento de un líder con visión cultural
Tras un año de operar sin un(a) director(a), la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública (WIPR-TV) se encaminará próximamente a un proceso de consulta de su Junta Directiva para confirmar o rechazar el candidato propuesto por el gobernador Alejandro García Padilla. Ante esta realidad la comunidad de productores, directores, guionistas y documentalistas de Puerto Rico entiende que la televisión pública, independientemente de quien sea nombrado al cargo, tiene como deber ministerial ser un espacio de educación y difusión de nuestra cultura y un taller de trabajo para nuestros artistas, tanto de los medios audiovisuales como de todas las ramas del arte loans-cash.net. Puerto Rico atraviesa hace años una crisis mediática, ante el dramático colapso de la producción de programas locales en nuestro país. Los principales canales de televisión comercial han apostado por una monótona oferta de programación enlatada y una mínima producción local, cuyos únicos valores son comerciales. Esto ha representado el colapso económico de gran parte de la clase artística y la fuga constante de nuestros recursos humanos en busca de oportunidades en el exterior.WIPR como canal público es nuestro y por ser nuestro, nuestra voz y voto deben ser considerados y no menospreciados como ha sido hasta ahora. Cuando WIPR fue creado se hizo con el propósito de proveer “programación educativa, informativa y entretenida, de contenido y valores de producción de calidad mundial”. Sin embargo las pasadas administraciones, por deberse a favores partidistas o por la vergüenza histórica a abrazar nuestra cultura, convirtieron la agencia pública en una multiplicidad de canales de retransmisión de malos programas enlatados de distintas partes del mundo, eliminando todo lo que en su programación representara la amplia diversidad cultural del puertorriqueño.Alrededor del mundo hay excelentes ejemplos de lo que una televisión pública debería ser como lo son Canal+ en Francia, la BBC en Inglaterra y Telesur en Venezuela por mencionar algunos. En años recientes WIPR fue un ejemplo de excelencia pública, proveyendo una programación variada, educativa y a la vez entretenida que cultivó adeptos entre los televidentes sedientos de una oferta cultural. Programas como Cultura Viva, le dieron voz y visibilidad a una amplia variedad de artistas puertorriqueños en todos los géneros; En la Punta de la Lengua, sobre literatura; Geoambiente, sobre naturaleza; y Zona franca, serie de documentales investigativos, son solo algunos de los exitosos ejemplos de lo que fue una programación educativa y entretenida.El fondo de creación Lucy Boscana fue además un excelente mecanismo para la producción de novelas, series y películas televisivas. Por otro lado el Proyecto de Comunicación, sirvió como enlace con las comunidades de Puerto Rico proveyendo adiestramientos en medios de comunicación y a su vez voz a una gran diversidad de puertorriqueños. Estos son solo algunos ejemplos recientes de lo que fue una programación pública, educativa, inclusiva y entretenida. Estas producciones a su vez sirvieron de taller de trabajo profesional para nuestros actores, productores, investigadores, periodistas, directores, guionistas, etc. – emergentes, profesionales y consagrados.Una televisión pública debe ser:
1. Un espacio para la producción y difusión de contenidos de creación como cortometrajes, largometrajes y documentales puertorriqueños del pasado, presente y el futuro;
2. Un espacio para la producción de contenidos que difundan conocimiento sobre nuestra cultura: naturaleza (fauna, flora y geografía), historia y puertorriqueños ilustres, arquitectura, gastronomía, inventos y nuestro arte en general (literatura, pintura, música, teatro, cine);
3. Un espacio para la producción de programas vanguardistas que promuevan la solidaridad y la calidad de vida;
4. Debe dar voz a las comunidades, sus preocupaciones y sus iniciativas a través de producciones inclusivas;
5. Debe ser un espacio objetivo de producción donde se presenten nuestras problemáticas sociales y se discutan de manera crítica alternativas para enfrentarlas;
6. Debe ser un espacio de producción que informe, eduque y fomente la experimentación artística sin responder a intereses comerciales o partidistas, para promover ciudadanos libres, orgullosos y responsables.
Asumimos, por la variedad de iniciativas culturales que ha realizado esta administración, que la misma entiende la importancia trascendental de preservar, promover y difundir nuestra cultura, para las presentes y las futuras generaciones. Sin embargo para lograr estos objetivos es indispensable nombrar al cargo de director de WIPR un líder con amplio conocimiento de nuestra cultura, de carácter inclusivo y con un espíritu comprometido en salvaguardar e impulsar, de manera desinteresada, nuestra diversidad cultural.A su vez es indispensable que se tenga en cuenta la voz de los que día a día laboramos en condiciones precarias en un mercado que cada vez más nos niega nuestro derecho a trabajar. El director al cargo debe ser respetado por diversos sectores del quehacer cultural, por su honestidad e integridad, además de su conocimiento. Y debe tener una visión amplia y clara de cómo poner al canal nuevamente a la disposición de los diferentes sectores artísticos del país, así como para un público que merece contar con una oferta de contenido de alta calidad artística y educativa que enaltezca el espíritu puertorriqueño. Esto sólo se logrará si se desata un proceso de participación democrática directa y real fuera de consideraciones político partidistas. Consultando y dando participación a los implicados (realizadores, trabajadores y la teleaudiencia) que son responsables de hacer la televisión pública.El canal público del país cumple una función vital en el enaltecimiento de nuestra cultura y el fortalecimiento de nuestra autoestima como pueblo. Sólo cuando seamos protagonistas de nuestras historias, conozcamos nuestro acervo cultural, y proveamos un espacio de trabajo para nuestros artistas consagrados y emergentes, podremos cosechar los frutos de una mejor calidad de vida. Es tiempo ya, de cumplir el mandato ministerial de WIPR y asumir con valentía posturas desinteresadas que engrandezcan nuestras instituciones e impulsen nuestra cultura pues solo esto redundará en un verdadero progreso para Puerto Rico.
Asociación de Productores Cinematográficos y Audiovisuales de Puerto Rico (APCA) Asociación de Documentalistas de Puerto Rico (AdocPR)