Estas fotos dan cuenta de las protestas recientes ante el malestar político, económico y social, que ha crecido durante la gestión del actual gobierno. Esta modesta selección busca capturar las pequeñas cosas que dan vida al diálogo e intercambio de experiencias, talentos y saberes.
El derecho a la protesta y expresión pública son algunos pilares de la Democracia-Participativa. Sin embargo, en mi opinión, esta palabra compuesta ha perdido sus rasgos participativos y lo que se ha colocado en su lugar es una Democracia-Performativa, en la que el pueblo lucha, grita y expresa mientras el gobierno mira, oye y sonríe; la más peligrosa. El ciudadano ha ido perdiendo su función de agente participativo en los verdaderos proyectos de transformación social. No me malinterpreten, no catalogo lo que aquí retrato cómo performativo, pero no deseo que seamos el teatro de aquellos que no sepan apreciar el arte de ser pueblo. Hacia el rescate de la participación y el diálogo activo, no performativo, es que debemos ir encaminando nuestros talentos, experiencias y saberes.
Seguimos.
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