I see you: buen thriller
El detective tiene que sumergirse en el misterio y, simultáneamente, confrontar los problemas que tiene en su vida. Resulta que su mujer Jackie (Helen Hunt) está involucrada en un affaire con Todd (Sam Trammell), alguien que conocía en alta escuela. Complica el asunto que su hijo Connor (Judah Lewis) ha descubierto los bretes de su madre y está resentido y herido por ello. Rechaza a su madre y la acusa de ser culpable de las recientes actitudes de su padre y dehaberle herido cruelmente. Mientras tanto, cosas extrañas ocurren en la casa que no son fáciles de explicar: se desaparecen la vajilla de a diario y la taza favorita de Jackie, y se evanecen fotos de sus marcos. Mientras está recogiendo la habitación de su hijo, Jackie mira debajo de la cama y se encuentra con una máscara horrible (de un sapo) que la mira de forma extraña. No se sabe quién la ha puesto ahí.
De ahí en adelante todo se complica y hay que ver la película para ver el cómo y el por qué de los sucesos. La dirección de Adam Randall y la cinematografía de Philipp Blaubach, junto al guion lleno de sorpresas y trucos (que perdonamos porque funcionan) son responsables de que, por hora y media, estemos al borde del asiento (o el sofá). Una idea detrás de la trama se refiere a cómo una película juega con nuestra imaginación para que nos engañemos nosotros mismos. Hay un elemento adicional a la fantasía que le inducen algunos de los personajes del filme a otros, es la que nos induce la cámara a los espectadores. En estos tiempos que vivimos no faltan en la cinta los influjos de técnicas modernas de comunicación, tales como teléfonos celulares y computadoras para abundar a la narrativa y acentuar el suspenso que capitanea la cámara. Esta se transforma y se desdobla de muchas formas para complicar la percepción del espectador y, eventualmente, para clarificar los sucesos que abruman a los personajes.
Filmada en parte en Lakewood, una ciudad en el condado de Cuyahoga, Ohio, situada en la costa sur del lago Erie, la cinta se enriquece por la afluencia del vecindario que es un elemento crítico para la trama. Sin embargo, la fuerza del filme, además de lo que ya he señalado, reside en su elenco. Los adultos principales son actores reconocidos y sabemos de su experiencia, pero son los más jóvenes los que la añaden credibilidad a los extraños sucesos en la residencia de los Harper y que logran resolver parte del misterio, aunque con graves consecuencias. Judah Lewis como Connor Harper, Owen Teague como Alec, y Libe Barer como Mindy, los últimos dos jovencitos que se dedican a «phrogging» (hay una pista al misterio en ese término, pero tiene que ver el filme para saber de qué se trata), son el centro del enigma y responsables por muchos de los secretos. Las actuaciones de estos tres actores de menos de 30 años (Teague tiene 21; Lewis 20) son perfectas en todo sentido. Es evidente que recuerdan bien su época de adolescentes traviesos y aventureros. Verlos en acción en este thriller estupendo los divertirá.