Improvisar hasta morir (homenaje a M McPartland)
En memoria de Marian McPartland.
Esta columna iba a ser sobre otro tema. Pero al enterarme del fallecimiento de la pianista, comunicadora y maestra británica Marian McPartland el pasado 20 de agosto a los 95 años, no tuve más remedio que ceder ante mi deseo de hacerle un breve homenaje. De improvisar al igual que lo hizo ella durante toda su vida.Nacida el 20 de marzo de 1918, a los tres años Margaret Marian Turner (su nombre de pila) escuchó a su madre tocar una pieza de Frédéric Chopin en el piano de su casa. Según explicó en una entrevista realizada por la National Public Radio (NPR) en 2005, dicho evento marcó lo que será su proyecto de vida. Desde entonces comenzó a practicar el instrumento que le permitió construir una impresionante carrera musical de sobre 70 años.
Se formó primero en piano clásico en la Guildhall School of Music and Drama de Londres. Fue en esos años que se enamoró del jazz estadounidense y decidió abandonar sus estudios para unirse en 1938 a un grupo de vaudeville llamado Billy Mayerl’s Claviers. Junto a los Claviers viajó por las bases europeas para ofrecer espectáculos a los militares aliados en plena Segunda Guerra Mundial. Durante una de sus presentaciones en Bélgica conoció al soldado norteamericano y cornetista Jimmy McPartland, con quien se casaría y emigraría a Estados Unidos tras el fin del conflicto bélico. En 1949 la pareja se mudó a Nueva York y Marian McPartland comenzó a abrirse un espacio en la escena del jazz.
Formó su trío y consiguió que por dos semanas los dejaran tocar en el Hickory House, un popular restaurante neoyorquino en aquellos días. Sin embargo, la estadía se extendió por ocho años y le permitió conocer a importantes intérpretes de jazz de la época como Bill Evans, Thelonious Monk y Oscar Peterson. De manera simultánea, grabó con las disqueras más prestigiosas del momento. Todo esto en un entorno artístico mayormente constituido por hombres y donde sobraron prejuicios y tensiones.
Si bien muchos de sus discos presentan hermosas interpretaciones o reinterpretaciones de standards de jazz y otros géneros, las composiciones de Marian McPartland también patentizan la diversidad y sofisticación de estilos musicales que logró dominar. Evidencia de ello son, por solo mencionar algunas, piezas como “Threnody”, “Willow Creek” y la sutil “Twilight World”. En todas, se percibe la madurez de una intérprete que nunca dejó de expandir su práctica para alcanzar lúcidas armonías y emotivas melodías cargadas de identidad propia.
Recuerdo que para la década de 1990 surgió en Puerto Rico una importante escena de jazz y que cada semana se podía ir a disfrutar de esta música en diversos establecimientos. En ese tiempo, y siendo aún estudiante universitario, fue cuando precisamente descubrí la música de Marian McPartland y quedé prendado con su programa radial “Marian McPartland’s Piano Jazz”.
Producido por NPR por más de tres décadas y transmitido en la Isla por Radio Universidad de Puerto Rico, “Marian McPartland’s Piano Jazz” presentaba inteligentes entrevistas realizadas por la afamada pianista a infinidad de artistas y en las que igualmente interpretaba duetos con ellos. Pasaron por su estudio figuras como Mary Lou Williams, Chick Corea, David Sánchez, Eddie Palmieri, Dave Brubeck, Henry Mancini, Clint Eastwood y Sarah Vaughan, entre muchísimos otros. Cada sesión, como decía, era una lección magistral semanal que recibía ella misma y que compartía con su audiencia en un ambiente informal, lleno de humor y de franca camaradería musical.
A la vez que fungía como anfitriona del programa de radio, Marian McPartland ofrecía conciertos en diversas salas y clases de piano en universidades. Asimismo, impulsó iniciativas para integrar la música al currículo escolar en Estados Unidos. Recibió múltiples galardones y se mantuvo activa casi hasta al momento de su muerte. En el 2011, a los 93 años, anunció su retiro de “Marian McPartland’s Piano Jazz” y dejó a cargo al reconocido pianista Jon Weber. Con Weber como anfitrión, el programa se mantiene al aire actualmente bajo el nombre “Piano Jazz Rising Stars”.
Una de las nociones que mejor describe la ejecución musical en el jazz es la improvisación. Considerada por muchos músicos la dimensión de mayor complejidad en este y otros tipos de músicas o actividades artísticas, requiere de un conocimiento profundo tanto de los instrumentos como de las infinitas posibilidades melódicas de una pieza. No obstante, la improvisación, vista más de cerca, plantea además una disposición hacia el riesgo y la exploración.
Marian McPartland personificó ambos conceptos y con su legado nos deja una gran lección sobre cómo confiar en nuestra propia sonoridad. En lo que nos late dentro del pecho. Que descanse en paz.