Ismael Serrano: juglar de amor y resistencia
El cantautor Ismael Serrano, madrileño que regresará en concierto a nuestro país el próximo 30 de octubre, concibió su más reciente proyecto discográfico “La Llamada” como una convocatoria para provocar encuentros entre las personas y motivarlas a la resistencia desde la alegría y no el desánimo. Para mí, que escucho su música hace más de diez años, “La Llamada” es- hasta ahora- la mejor concreción del empeño del artista de ser fiel acompañante de quienes le escuchamos y soñamos con el amor, la solidaridad y la empatía. De hecho, la canción que da título al disco es literalmente una convocatoria a las personas para que nos unamos al “grito de los cansados”, a salir a la calle, a visibilizar el precariado y a unir nuestras tristezas para convertirla en rabia que logre cambiar nuestras vidas.
Conocí la música de Ismael cuando era estudiante de derecho. En aquel momento ya el cantautor tenía cuatro discos: Atrapados en Azul (con la emblemática “Papá Cuéntame Otra vez”), Los paraísos desiertos, La memoria de los peces y La Traición de Wendy. Inundada entre libros y papeles, sus letras me transportaron al Chile de Víctor Jara, a la Argentina de las madres de la Plaza de Mayo y al México de los zapatistas. Los dos años y medio que han pasado desde el lanzamiento de “La Llamada” marcan también el periodo en que el pueblo de Puerto Rico ha sufrido la intensificación del tramposo discurso de la crisis, las crueles políticas de austeridad, el debilitamiento de su ya maltrecha democracia y los golpes constantes y duros del colonialismo y el neoliberalismo. Con su música, el cantautor- sin saberlo- le dio banda sonora a la vida de una inconforme estudiante de derecho y hoy se la da a una abogada activista, que necesita urgentemente vivir en otro país, sin marcharse de Puerto Rico.
En una conversación reciente que sostuvimos, el artista expresó que el disco “La Llamada” tiene una “vocación conceptual, a largo plazo, en el que los temas están relacionados unos con otros y toman en cuenta el estado anímico general, no solamente del artista sino del momento que le toca vivir”. Añadió que “las canciones no tienen sentido si no se conectan con la realidad”. De hecho, platicar con el cantautor reafirmó mi creencia de que el discurso de la crisis que atraviesa a nuestros países necesita ser contrarrestado con una resistencia organizada, donde la música puede jugar un rol vital de inspiración, compañía y hasta movilización.
Reunida en asamblea
la disidencia roedora,
decidieron que era hora
de cambiar de cantinela.
Unos votaron candombe,
uno samba, otro cumbia,
otro el rumor de la lluvia,
uno incluso cantautores.
Rebelión en Hamelin.
No me seas conformista.
Acuérdate de vivir,
que no te engañe el flautista.
Rebelión en Hamelin.
Duda del son de la inercia.
El mundo gira por ti
cuando buscas las respuestas.
(Rebelión en Hamelín- 2014)
El cantautor tiene una gran presencia en las redes sociales. Podemos encontrarlo e interactuar con él a través de sus páginas en Facebook, Instagram y Twitter. A través de las redes, el cantautor personalmente ha convocado a audiciones y ha invitado a la grabación de sus videos.
Le pregunté por qué, contrario a otros cantautores, él procuraba estar en constante contacto con su fanaticada y les incluía, cada vez más, en sus proyectos.
“Yo siempre he entendido la música y la canción como un espacio de encuentro. El cantautor es un juglar que va con la guitarra al hombro, que otra cosa que va con la guitarra al hombre, que es auténtico en cuanto y en tanto esté inmerso en la realidad de quienes le escuchan, casi como si fuera en un espacio una gran guitarreada, rodeado de amigos. Así aprendí a hacerlo en los cafés y así he tratado de mantenerlo”.
La realidad es que lo que comenzó como un experimento en bares musicales, entre poca gente, se ha convertido en una gran carrera musical que nos convoca a miles de personas de diferentes países, incluyendo a muchas en Latinoamérica. Por eso no es cualquier cosa que el cantautor señale este trabajo como “el que más mira al sur” y yo diría que es el que más transita al Caribe, al incluir bachata (“Pequeña Bachata Mediterránea”) y lo que él denomina como un “casi reguetón” en la canción da título al disco, como una manera de rescatar la profundidad que, a juicio del artista, le ha sido arrebatada a la canción popular.
Concierto en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes
En su próxima visita a nuestro país, Ismael interpretará “a guitarra y voz” las canciones de La Llamada y repasará éxitos de más de veinte años de carrera. Sus “familiares y amigos/as” de Puerto Rico ya estamos listos/as para responderle.