James Reese Europe, Rafael Hernández Marín y los “Harlem Hellfighters”

Lo que muchos no conocen es que una tercera parte de esos músicos eran puertorriqueños. Uno de ellos fue nuestro querido y reconocido compositor, a nivel mundial, Rafael Hernández Marín. Rafael Hernández fue reclutado junto a su hermano Jesús Hernández y otros 16 músicos puertorriqueños por el propio Reese Europe. Ya para ese entonces se conocía de la excelencia, talento, capacidad y profesionalismo de los músicos puertorriqueños y muy en particular la de Rafael Hernández Marín quien ya a la edad de 26 años componía música y dominaba a la perfección seis instrumentos musicales. Entre ellos: trombón, tuba, bombardino, piano, guitarra y clarinete. Rafael Hernández recibió rango de Sargento y fue asistente de Reese Europe en la banda del Regimiento 369.
Al igual que los soldados afroamericanos que le precedieron en la guerra civil y los soldados afroamericanos que le sucedieron hasta el presente, los soldados afroamericanos y puertorriqueños en la primera guerra mundial pelearon en guerras por un país y un gobierno que rehusó y todavía rehúsa reconocerles como iguales en dignidad y derechos. La oficialidad del ejército norteamericano no quería reconocer la capacidad de los afroamericanos y puertorriqueños para pelear en el frente de guerra durante la primera guerra mundial y tampoco favorecía que se mezclaran con los soldados blancos. De ahí que fueran segregados y relegados a tareas de servicios de apoyo. La unidad 369 de Nueva York fue enviada al estado de Carolina del Sur, uno de los estados más racistas para la época y donde los soldados recibirían un adiestramiento deficiente ya que no contaban con el equipo ni los recursos necesarios para el adiestramiento militar. Durante su entrenamiento fueron víctimas de muchos ataques físicos y abusos verbales raciales. Muchos soldados afroamericanos al igual que Reese Europe consideraban que era importante que se les diera la oportunidad para participar en la guerra a fin de demostrarles a los blancos y al gobierno que los soldados negros eran igualmente capaces de defender a su país con valentía y heroísmo. Veían su participación como una oportunidad para educar a los blancos y en el proceso lograr que se les reconocieran a plenitud sus derechos como ciudadanos. A pesar de sus esfuerzos se les negó su participación junto al ejercito norteamericano en el frente de guerra.
La oficialidad militar prefirió enviarle el regimiento 369 a Francia para que estuviera bajo la dirección del gobierno y el cuerpo militar francés no sin antes advertirle que no debían confiar en estos soldados ya que no los consideraban capaces de combatir y de realizar otras tareas importantes durante la guerra. Una carta del Coronel Linard de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense (AEF) al cuartel militar francés resume las tensiones raciales entre negros y blancos en el momento en que Estados Unidos entró en la guerra:
“… Los aproximadamente 15 millones de negros en los Estados Unidos presentan una amenaza de mestizaje racial a menos que se mantenga a negros y blancos estrictamente separados [Por lo tanto,] los franceses no deberían comer con ellos, ni estrecharles la mano, ni visitarlos ni conversar, excepto cuando sea requerido por asuntos militares.”
Se dice que a los franceses les consternó las advertencias racistas de los norteamericanos y aunque ellos también tenían su cuota de abusos raciales en sus colonias como lo fue el caso de Argelia, necesitaban desesperadamente soldados para combatir en el frente de guerra, así que aceptaron al regimiento 369 y decidieron no hacerle caso a la oficialidad militar norteamericana. De inmediato incorporaron a sus unidades de combate a los soldados afroamericanos y puertorriqueños. El gobierno norteamericano solo les proveyó uniformes a los soldados del regimiento 369. Los franceses les tuvieron que suplir las armas que utilizaron durante la guerra, municiones, cascos, cinturones y alimentos.
Reese Europe quien además de ser el director de la banda ocupo el rango de teniente llegaría a decir un poco en broma, pero consiente de la posibilidad de que ocurriese, lo siguiente:
“He estado pensando que si capturan a uno de mis puertorriqueños con el uniforme de un regimiento francés de Normandía y este hombre negro les dice en español que es un soldado estadounidense en Nueva York del Regimiento de la Guardia Nacional, el dolor de cabeza que le provocara al departamento de inteligencia alemán tratar de entender esa realidad”.
Antes de ser embarcadas los regimientos militares estadounidenses a Europa, se decidió realizar un festival y una marcha de despedida a los soldados. La división militar denominada el Rainbow Division o Division Arcoiris en español, estaba compuesta por varias unidades de la guardia nacional provenientes de unos 24 de estados. Las unidades marcharían por toda la 5ta avenida de la ciudad de Nueva York. Sin embargo, le fue denegada la participación a la banda musical dirigida por Reese Europe y a todos los demás soldados del Regimiento 369. Los oficiales militares a cargo del evento expresaron los motivos de su rechazo diciendo que “el color negro no se encontraba entre los colores del arcoíris”. Aunque no les permitieron tocar ni participar en el evento de Nueva York a su llegada al muelle francés, los soldados de la banda musical del Regimiento 369 sorprendieron y deleitaron a los soldados y civiles franceses con una versión impecable de la Marsellesa en Jazz.
La valentía y heroísmo desplegado en el frente de combate durante la primera guerra mundial por todos los miembros del Regimiento de infantería 369 a quienes se dice que los propios alemanes le dieron el nombre de los “Harlem Hellfighters” o Luchadores Infernales de Harlem y los franceses le llamaran “Los Hombres de Bronce” por su valor y heroísmo, le mereció a cada uno, el más alto honor otorgado por el gobierno francés y su presidente, la medalla de la Cruz de Guerra. Estuvieron destacados en el frente de guerra por más de 191 días, más que ninguna a otra unidad militar americana. Nunca retrocedieron en sus incursiones en terreno enemigo y nunca permitieron que los alemanes tomaran como prisionero a uno de sus soldados.
Las proezas, el valor y la disciplina demostrada en el frente de guerra no fue el único legado de importancia que dejo el Regimiento 369 durante la primera guerra mundial, algunos historiadores han expresado, que la destreza en el campo de batalla del regimiento 369 fue casi eclipsada por su contribución a la música, ya que a la banda musical del Regimiento 369 de los “Harlem Hellfighters” compuesta por una selección de los mejores músicos de jazz de Harlem y Puerto Rico, también se le atribuyó la singular proeza de haber exportado por vez primera, la música jazz, por toda Europa. Sus presentaciones en teatros, calles, plazas, muelles y otros espacios públicos no solo levantó la moral de los soldados, expuso además a la población civil y las clases trabajadoras a una experiencia musical memorable.
Finalizada la guerra, la ciudad de Nueva York les recibió con un gran desfile a lo largo de la 5ta Avenida. Un honor que les fue denegado, por motivos raciales, cuando partieron hacia Europa. A pesar de ello la celebración no duró mucho ya que como muy bien expresara el escritor norteamericano Max Brooks: “Regresaron a casa en los momentos de mayor violencia racial en la historia de los Estados Unidos, el verano rojo de 1919”. Lo que se conoció como el verano rojo fue el periodo comprendido entre fines del invierno y principios del otoño de 1919 durante el cual grupos supremacistas blancos desataron una de las peores oleadas de asesinatos, linchamientos, violencia y ataques terroristas contra los afroamericanos en más de tres docenas de ciudades de los Estados Unidos.
Rafael Hernández Marín al igual que su hermano Jesús y los demás soldados puertorriqueños recibieron los reconocimientos otorgados por el gobierno francés y la Cruz de Guerra por su alto heroísmo y valor durante la guerra. Rafael fue dado de baja honorablemente como soldado y desempeñó un rol destacado en la banda musical del Regimiento 369 como Trombonista y asistente del propio Reese Europe. A su regreso a Nueva York participó de las grabaciones de Jazz con la orquesta de Reese Europe. Se ha dicho que muchas de sus composiciones y arreglos musicales como El Cumbanchero y Cachita reflejan cómo fue influenciado por el sonido del “big band” que era típico de las bandas de jazz. Rafael Hernández ha sido y es considerado uno de los más grandes compositores a nivel mundial superando en composiciones musicales, con más de 2000, a otros gigantes compositores latinoamericanos de su época, como lo fueron Agustín Lara de Méjico y Ernesto Lecuona de Cuba.
El discrimen racial que observó y vivió como puertorriqueño y negro en los Estados Unidos y como soldado durante la primera guerra mundial lo llevaron también, al igual que a Don Pedro Albizu Campos a denunciar y criticar el gobierno norteamericano y al estado de sujeción y control colonial de la isla por parte de los Estados Unidos. En 1932 escribió y compuso “Mi Patria Tiembla”. La canción interpretada por Davilita y el trío Borinquen dice que Puerto Rico tiembla porque los nobles patriotas que yacen en sus tumbas al serles imposible salir de su morada para defender la isla de las infamias y tiranías que se cometen contra ella, se rebelan y se agitan en sus tumbas provocando que la Patria tiemble. La letra finaliza expresando que es preferible que Puerto Rico se hunda y se la trague el mar antes de verla esclava.
En 1937 en una de sus más reconocidas y famosas composiciones musicales, “Preciosa”, describe a los Estados Unidos como un tirano que trata a Puerto Rico con negra maldad. Rafael estaba muy claro de que esa maldad siempre provino del blanco americano. Unos años después se dice que Muñoz Marín, le llegaría a pedir que bajara el tono antiamericano en ‘Preciosa’. Sugiriéndosele incluso cambiar la frase “no importa el tirano te trate” por la frase “no importa el destino te trate”. Al final Rafael no cedió ante las presiones que se le hicieron y el tirano americano se quedó como lo que es y ha sido siempre un Tirano. No fue casual que Rafael Hernández decidiera inmortalizar el final de la canción con la frase que más emociona y agita los corazones a todo puertorriqueño y puertorriqueña que la escucha y canta: “Preciosa te llaman los hijos de la libertad”.
Referencias:
Martínez , E (Spring – Summer 2014). Rafael Hernández and the Harlem Hellfighters, Voices; The Journal of New York Folklore, Volume 40: 1–2 : https://nyfolklore.org/wp-content/uploads/Voices-2014a.pdf
Trickey, E (May 2018): One Hundred Years Ago, the Harlem Hellfighters Bravely Led the U.S. Into WWI; , Smithsonian Magazine https://www.smithsonianmag.com/history/one-hundred-years-ago-harlem-hellfighters-bravely-led-us-wwi-180968977/
Brooks M: Harlem Hellfifhters Broadway Books (2014)
Basilio, S. (April 2019) Boricua Pioneer, Rafael Hernández Revista Digital JazzDeLa :https://jazzdelapena.com/puerto-rico-project/boricua-pioneer-rafael-hernandez/
Moskowitz, D.(June 2020) Jazzman James Reese Europe Taught White America How to Swing; History net.com : https://www.historynet.com/jazzman-james-reese-europe-taught-white-america-how-to-swing.htm
Hernández R. (1932) Mi Patria Tiembla,, Interpretada por Trio Borinquen; Davilita /Mario Hernandez : https://www.youtube.com/watch?v=WEwh_Rqg5-s