La Iniciativa Yasuní llora petróleo
En un mensaje en cadena que duró 22 minutos, el presidente de Ecuador Rafael Correa anunció el fin de la Iniciativa Yasuní-ITT, cuya intención ha sido mantener sin explotar los aproximadamente 920 millones de barriles de petróleo que se encuentran dentro de una de las mayores reservas de la biosfera mundial.
El 26 de julio de 1979, el territorio de Yasuní, ubicado en la provincia de Orellana, fue declarado como área protegida por el entonces Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Naturales y Vida Silvestre (Inefan). Desde ese entonces se dio estatus de área protegida de importancia ecosistémica.
Yasuní, con 982,000 hectáreas, es el área protegida más grande de Ecuador. En total, Ecuador tiene 45 áreas protegidas y están clasificadas en ocho categorías, de acuerdo a su ubicación e importancia. El Parque Nacional Yasuní es considerado como una reserva importante para el mundo, junto a Galápagos, por el número de especies que existen por hectáreas.
Los estudios de campo que se han hecho en el Parque Nacional Yasuní indican que en su superficie existen 100,000 especies de insectos, 150 de anfibios, 121 de reptiles, 598 de aves y unas 200 diferentes especies de mamíferos. Además, se han identificado 2,113 especies de flora, pero se estima que la cifra pudiera llegar al menos a unas 3,100. En 1989 la UNESCO declaró a Yasuní como Reserva de Biósfera por la variedad de flora y fauna en buen estado de conservación.
Francisco Prieto, director de Aves y Conservación, asegura que varias características convierten a Yasuní en una zona tan biodiversa. Estas características son: la ubicación de los bosques tropicales en una zona tórrida, la influencia de los vientos de los Andes y de Brasil.
El Parque Nacional Yasuní se verá ahora amenazado con el Decreto 74 que elimina los fideicomisos de la Iniciativa Yasuní. El primer campo en Yasuní donde comenzará a explotarse petróleo será Tiputini. Yasuní forma parte de un eje de campos petroleros conocido como Ishipingo-Tambococha y Tiputini (ITT) al interior de esa importante reserva natural que es patrimonio del mundo.
Tras la firma del decreto, la compañía estatal de petróleo Petroamazonas comenzará la explotación del preciado hidrocarburo.
Correa ofreció cinco razones para terminar con el proyecto de preservación de Yasuní.
La primera es la escasa cuantía de aportación internacional al fondo depositado en los fideicomisos Yasuní-ITT, que apenas llegó a $13.3 millones. Esto representa menos de la mitad del uno por ciento de los $3,600 millones que se proyectaban como compensación de la comunidad internacional para no explotar el crudo bajo la superficie de Yasuní.
La segunda, que no se pudo o no quiso comprenderse el proyecto proteccionista por los países responsables del cambio climático.
La tercera razón, el hecho de que el proyecto conservacionista coincidió con la mayor crisis económica global en los últimos 80 años.
La cuarta, “la hipocresía” de los países más contaminantes del mundo, pero que son al mismo tiempo los más ricos y fuertes y que no están dispuestos a pagar por los bienes ambientales generados por la selva amazónica, en vista de que son de libre acceso.
La quinta, y más imperiosa, lograr financiar con el petróleo de Yasuni una mayor cobertura de servicios públicos para el 50% de la población ecuatoriana que actualmente no cuenta con ellos.
“Con profunda tristeza, pero también con absoluta responsabilidad con nuestro pueblo y con la historia, he tenido que tomar una de las decisiones más difíciles de mi Gobierno”, dijo Correa en su mensaje televisivo.
Se prevé que la explotación del petróleo de Yasuní proveería a Ecuador de $18,000 millones, con cuyo dinero Correa promete combatir la pobreza ecuatoriana, especialmente de la Amazonía. De acuerdo a ley 010, a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) de la Amazonía les correspondería $258 millones más oros $1,882 millones del 12% de los excedentes petroleros. Los GAD el resto del país se beneficiarán con cerca de $1,568 millones como participación de la renta petrolera.
Debido a que el 80% de las reservas petroleras de Tiputini no se encuentran en el Parque Yasuní, no se requerirá el pronunciamiento de la Asamblea Nacional (Parlamento), conforme a lo que dijo Correa en su mensaje. El mandatario ecuatoriano aseguró que será una parte ínfima del Parque Yasumí la que se afectaría con la explotación petrolífera.
Es lamentable que por no haberse recolectado $3,600 millones para el proyecto conservacionista internacional Iniciativa Yasuní-ITT, una de las principales reservas ecológicas de mayor biodiversidad del mundo se vea amenazada por esta visión inmediatista de desarrollo económico a toda costa.
Es ciertamente penoso, también, que un líder en quien muchos en Latinoamérica y en el mundo han depositado tantas esperanzas, haya caído atrapado por la inmediatez del hiperdesarrollismo que pone en peligro la sobrevivencia humana en este planeta. Aunque la recriminación pudiera ser injusta.
No es fácil ese desprendimiento conservacionista para un país en desarrollo como Ecuador, como lo pudiera ser para un país rico, desarrollado y poderoso. Estamos hablando de $18,000 millones. Al final de cuentas, ninguno de los países ricos y poderosos del llamado Primer Mundo lo practica. Pero es que hay dirigentes políticos y mandatarios a quienes se les exige más.