La revolución educativa

Propuesta hostosiana de acción colectiva para el magisterio
«La única revolución que no ha ocurrido en América Latina es la revolución educativa”. Esta provocadora frase de Eugenio María de Hostos da cuenta de la estrecha relación que para el filósofo tenían las nociones de educación y política. Hostos estaba muy consciente de que las revoluciones por la independencia no eran garantía de “emancipación mental”, de libertad. Afirmaba que “quería la independencia porque quería la libertad”. Esta educación para la libertad incluye la descolonización en el sentido político-jurídico y como también señalaba Freire, la liberación para realizarnos como seres humanos, iguales y diversos, libres de toda explotación y opresión. Este planteamiento, en Hostos y en Freire, es radical de dos maneras: primero porque no es euro céntrico, ya que plantea a América Latina como “no meramente parte del nuevo mundo, sino, un mundo nuevo”, por lo cual la educación tiene que crear un nuevo ser humano para habitar un mundo nuevo. Esto implica “nuevos currículos, nueva lógica, nueva pedagogía”. Segundo, porque exige, como dijo Leónides Santos Vargas, romper totalmente con el pasado colonial el cual “debe verse como algo extranjero, no nuestro” (1991). Lo anterior evidencia el carácter político de la educación.Lo que Hostos llamó la política social o el propósito social es un germen de lo que hoy conocemos como la sociedad civil y que yo cualifico como » sociedad civil autónoma». Esta, “es una política al revés de la enseñada por el coloniaje” dice Hostos.” En vez de encaminarla al poder político (que definen “los buscadores de poder, los ansiosos de mando o los disputadores de puestos”), se encamina al poder social”. Esta labor educativa es a la vez política, pero en otro sentido, ya que pretende crear un ambiente para que Puerto Rico reclame sus derechos. Esta visión que rechaza la idea del poder en el sentido de Maquiavelo, “no se afana por fabricar partidos en el aire, se desvive por cimentar en la consciencia de la triste patria la noción de sus derechos, el conocimiento de sus deberes y el reconocimiento de sus responsabilidades.” (Madre Isla, HOCEC: 2001)
Ahí radica el carácter pionero de Hostos respecto de la política que hoy realizan las organizaciones de base del trabajo comunitario o político, los movimientos sociales contemporáneos, los sindicatos, las organizaciones formales privadas o del Estado. En el manifiesto que anuncia la creación de la Liga de Patriotas, escrito después de la invasión de los Estados Unidos (10 de septiembre de 1898), Hostos se refiere a dos tipos de lucha complementarias la política y la social. En la literatura de movimientos sociales se conocen como luchas políticas clásicas y luchas políticas no tradicionales, de identidades. Las primeras enmarcan, las luchas por las independencias y las soberanías de las colonias y produjeron movimientos de liberación nacional en el siglo XIX y en el XX. Las segundas incluyen las luchas políticas que se generalizaron a partir de los movimientos de derechos civiles, urbanos y de identidades de la segunda mitad de siglo XX. A mediados de siglo se les conoció como nuevos movimientos sociales y reclamaban la equidad sexual, étnica, racial, etc. de los sujetos. En la tardo-modernidad los movimientos sociales contemporáneos se conocen como movimientos sociales globales. En estos se han integrado los reclamos identitarios delos sujetos con los nuevos discursos macro sociales: denuncias al sistema capitalista, imperialista, patriarcal, guerrerista y neo-liberal y afirmación de los derechos humanos de los sujetos. Hostos estuvo radicalmente comprometido con el primer tipo de política, los movimientos clásicos toda su vida y sostengo, que fue pionero del segundo tipo: los movimientos de identidad y derechos. En los Estatutos de la Liga de Patriotas se dispone:
Artículo 3ro: La Liga de Patriotas Puertorriqueños, tiene un objetivo político y uno social.
Artículo. 4to: El objetivo político de la Liga es conseguir gobierno civil, lograr la categoría de Estado y reclamar el derecho al Plebiscito.
Artículo 5: El objeto Social de la Liga; es organizar sobre cimientos de equidad, derecho, verdad y dignidad social, el trabajo, el gobierno, la educación pública, las creencias religiosas y la fuerza armada. [Auffant, 2012: 133,4]
En el Artículo 38 se establece la Comisión de Escuelas formada por 5 miembros de la Liga. Está obligada a organizar, vigilar, sostener y a toda costa mantener la Escuela Nocturna, el Instituto Municipal [Artículo 40], las Escuelas Normales las Escuelas Tecnológicas [Artículo 41].
En el Artículo 43 se establece la aceptación de la colaboración de los Ayuntamientos para fundar en cada Dpto. un Instituto municipal y organizar las escuelas diurnas y nocturnas en los barrios rurales y fundos rústicos. Cito la razón que recogen los estatutos: A fin de que la Liga de Patriotas contribuya a la libre iniciativa de los municipios, y a que ellos cooperen al trabajo de educación y civilización de sí mismos. [Auffant, 2012: 138,39]
Se estipula que esta organización escolar y las bases teórico-filosóficas que representa son para la educación del pueblo pero también para las de las instituciones y los funcionarios gubernamentales que necesitan educación y civilización de sí mismos. [Auffant, 2012: 139]. Eso es lo que las escuelitas zapatistas, llaman trabajar desde abajo y hacia la izquierda, aunque Hostos [ni Freire muerto en 1997] las conocieran. Los Artículos 46,47, 48 recogen las tareas de la Comisión de Instituciones [Auffant, 140] [ y la visión de totalidad que promovió la Liga de Patriotas.
Al igual que otros proyectos educativos latinoamericanos importantes, como fue el primer proyecto de alfabetización de Paulo Freire en Brasil, Hostos conceptuó su proyecto social-político como un proyecto institucional del estado. Sin embargo, en las acciones prácticas que propuso -organización de comisiones de acción político-social, escuelas nocturnas, conferencias comunales, cooperativas, periódicos de interés social-unido a sus metodologías de enseñanza (“sus métodos naturales y artificiales”) y de práctica política, – se encontraban los gérmenes de lo que hoy se plantea, desde la teoría y la práctica de la sociedad civil, como la sociedad organizada fuera del Estado y sus partidos. [Ver Estatutos Liga de Patriotas] Esta sociedad civil podría tener un enorme potencial de acción política descolonizadora cuando fomenta la participación ciudadana y la creación de proyectos colectivos alternativos. ¿por qué no hacer de esto una tarea estratégica del magisterio puertorriqueño?
La noción de poder social, sustrato teórico de la filosofía de la Liga de Patriotas, significa, según esta propuesta, un inicio en el camino de politizar lo social de manera diferente, no como “los buscadores de poder, los ansiosos de mando o los disputadores de puestos”. Esto resulta especialmente pertinente en el siglo XXI y en este momento de crisis social. Con este enfoque el “propósito social” en Hostos trasciende el carácter meramente cívico que le asignaron algunos investigadores. El enfoque político que fundamentó la noción de poder social, expresada en el proyecto de país que es Madre Isla y en su instrumento organizativo, la Liga de Patriotas (1898), fue precursor de los debates contemporáneos sobre el papel de la sociedad civil en el desarrollo de nuevas formas de democracia y de propuestas alternativas para el desarrollo económico. Para este propósito es imprescindible el análisis de una parte de los volúmenes II y III de Madre Isla. La propuesta de acción colectiva para el magisterio significa la necesidad del contrapunteo entre el dentro y el afuera del sistema. Hay que hacer las reformas con una visión anti-sistémica. Con estos ojos hostosianos-freirianos debemos evaluar y dialogar con los funcionarios gubernamentales, ver si sus políticas educativas estimulan la educación liberadora, la participación ciudadana y en consecuencia fortalecen la democracia, tres aspectos del trabajo de Hostos que todavía hoy nos convocan. Esto sin perder nunca de vista la fuerte relación entre la educación y la política en el pensamiento de Hostos y de Freire.
Ese análisis precisa conocer los textos de estos educadores y saber cómo se convierten en currículo. Esto ya se ha hecho en PR, por ejemplo, los trabajos de los exponentes de Pensamiento Crítico [Ver el Proyecto de Renovación Curricular del Instituto Nacional para el Desarrollo Curricular, Dpto. de Educación, 2003]. En Chiapas las escuelitas zapatistas fomentaron la autonomía frente al sistema y a la vez usan lo que les es útil de este. Por eso utilizan los currículos de matemáticas, tecnologías, español pero no los de historia, y análisis social. Para saber lo que es útil sin caer en oportunismos hay que tener muy clara la filosofía educativa transformadora que es la base teórica del proceso. Eso es lo que, salvando las diferencias, comenzaron a hacer algunos colectivos en PR, cada uno con su visión y metodología particular y con diferentes niveles en el aspecto de lo contestatario: la Nueva Escuela, Nuestra Escuela, las escuelas públicas Montessori, la Universidad del Pueblo en el Caño, etc…
La verdadera pregunta es ¿qué escuela necesitan lo estudiantes, los maestros y el país? En ese contexto es que son pertinentes la interrogantes hostosianas que plantea Carlos Rojas Osorio en su escrito, La Educación que queremos (2015). Señala el autor que cualquier planteamiento acerca de una reformulación o transformación de la Educación debe hacerse a partir de cinco interrogantes fundamentales. ¿Para qué educamos? ¿Qué es la educación? ¿A quién educamos? ¿Qué contenidos enseñamos? ¿Cómo educamos?
1. ¿Para qué educamos? Eugenio María de Hostos contestó esta interrogante con mucha claridad, dice Rojas Osorio. Educamos para formar seres humanos completos. Esto incluye el cuerpo, la sensibilidad, la afectividad, la inteligencia, la voluntad y la sociabilidad. El arte y la educación física son tan importantes como las ciencias naturales. Educamos para contribuir a formar seres humanos que sean partícipes activos de la sociedad. “Que contribuyan al cambio, al mejoramiento de las condiciones de vida y al mutuo entendimiento entre los seres humanos.” [Rojas, 15] Para formar seres humanos como parte de una comunidad concreta, no una comunidad cualquiera, en abstracto, sino de un pueblo, de una sociedad, de una cultura determinada. Una de las grandes y reiteradas críticas a la educación en nuestro país es lo poco que atendemos a la realidad puertorriqueña. No insertamos el proceso de enseñanza aprendizaje en la comunidad de que formamos parte. La educación que queremos es una en la cual conozcamos y valoremos los hombres y mujeres que han sido los líderes de nuestro pueblo en las grandes luchas y en los grandes logros alcanzados. La educación no es enajenación, sino conocimiento y comprensión de la realidad social e histórica de la cual formamos parte y cuya transformación hemos de dirigir los esfuerzos de pensamiento y acción.
2. ¿Qué es la educación? Es una guía para la formación de los seres humanos de modo que puedan llegar a ser personas autónomas y libres capaces de dirigir por sí mismo sus vidas.
3. ¿A quién educamos? Educamos seres humanos, es decir, personas. El ser humano es persona, no cosa. La educación autoritaria convierte a los seres humanos en seres dóciles; en mulos decía con mucha ironía José Martí; o en meros receptores de información, en seres domesticados, nos dice Freire. Si la educación del ser humano es una práctica de la libertad es precisamente porque el ser humano es persona. Los animales se domestican; las cosas se usan los seres humanos se educan. Animalizar a la persona y enajenarlo de su realidad es convertirlo en cosa.
4. ¿Qué contenidos enseñamos? Sin duda la ciencia sigue siendo un objeto digno del conocimiento humano; pero la educación del ser humano completo ha de tomar en consideración todos los saberes que inquietan al ser humano. Por ejemplo, el programa de reforma de la educación en la revolución francesa promovió las artes técnicas y la moral del utilitarismo. La literatura no figuraba en ese programa. Hoy reconocemos que la literatura forma parte del mejor y más complejo aprendizaje de la lengua. El aprendizaje de la lengua es el cimiento indispensable de la educación. El ser humano es un ser hablante. Pero no hay una lengua universal, sino la lengua de la comunidad de la que formamos parte. La lengua no solo es el medio de comunicación de los seres humanos entre sí, es también el arte con el que se recrea la imaginación literaria y en el que se fijan los conocimientos de casi todos los saberes humanos. Lo fundamental para la educación que queremos es la idea, a tenor con la cual la educación debe abrir las mentes humanas a “todos los horizontes del pensar y del sentir” en una bella fórmula hostosiana.
¿Cómo educamos? Para Hostos lo más importante de la educación es la motivación: El desarrollo de los conocimientos no es solo cuestión de memoria. Hoy tenemos información en sobreabundancia. La educación que queremos debe propender al saber, y no limitarnos a la información. El conocimiento no se limita a la mera información. La información es parte de un proceso complejo. Hoy es más importante el discernimiento en la búsqueda de información y en cómo usarla para que llegue a constituir auténtico conocimiento. La motivación es la pieza fundamental en el modo de enseñar. Martí lo decía en sus inspiradas palabras: la educación es una obra de amor. El salón de clase es (debe ser) una comunidad de aprendizaje.
A la luz de estas interrogantes y evocando la Liga de Patriotas propongo que los maestros del salón y sus organizaciones elaboren, como sugieren Hostos y Freire planes de trabajo dentro y fuera de lo institucional, es decir, usar lo que se pueda del sistema y a la vez desarrollar nuevas organizaciones educativas autónomas. Podrían comenzar con identificar recursos económicos y humanos para promover Talleres de Transformación Social dirigidos a maestros, estudiantes y grupos en la sociedad civil. partiendo de las ideas y re-interpretaciones de Hostos, Freire y otros educadores/as,
La experiencia de estos talleres contribuirá a que el carácter sistemático del pensamiento Hostosiano, la contribución posterior de Freire y la de otro/as influyan en sus trabajos, propuestas y acciones. [Como ocurrió con el Proyecto de Renovación Curricular, Fundamentos Teóricos y Metodológicos, 2003] Además, contribuirá al desarrollo de una identidad colectiva con raíces en nuestra propia cultura, objetivo coherente con la noción hostoniana de conscifacciòn y la praxis de la que habló Freire. Este sería el mejor homenaje al arquitecto de la hermosa utopía que emana de la Liga de Patriotas. Utopía que era realizable para Hostos, para Freire y lo es aún para mucho/as de nosotra/os porque en este siglo XXI, todavia Otros Mundo son Posibles y Necesarios.
Mayo de 2018. Revisión de una ponencia preparada para el Foro/Taller: ¿Federalización, reestructuración o revolución educativa? organizado por Educadores Hostosianos.