Las Casas de la Selva: modelo de desarrollo forestal
Tropic Ventures, conocido también como Las Casas de la Selva, es un proyecto de enriquecimiento de la selva tropical mediante el uso, manejo y cultivo forestal sostenible, dirigido a los amantes de la naturaleza, estudiantes y los silvicultores interesados en la gestión sostenible y la preservación de la selva tropical. Situado en el barrio Real, sector Miraflores del municipio de Patillas, en la carretera PR184 que conduce hacia Cayey, Las Casas de la Selva está próximo al área de las Lechoneras en Guavate.
“La misión de Las Casas de la Selva es investigar y demostrar el uso económico de los bosques, de la tierra y la lluvia utilizando métodos que no destruyen la ecología de los bosques”, explicó el Director de Servicios Técnicos del Proyecto, Andrés Rúa; además músico y compositor, natural de Patillas, quien lleva trabajando varios años en el proyecto. Se desempeña como guía interpretativo, maneja los diferentes cultivos que se desarrollan en el lugar y está a cargo de la tala de árboles, acarreo y molienda de madera en el aserradero, así como la selección de la madera a cortar. La actividad principal que sustenta al proyecto es la silvicultura, cultivo o desarrollo forestal sustentable, donde se integra la educación y la investigación científica. La madera disponible en el cultivo experimental de Las Casas de la Selva es la del árbol exótico mahoe azul (HibiscuselatusSwartz), un árbol endémico de Jamaica y Cuba, ahora naturalizado en Puerto Rico. Su rápido crecimiento lo hace un candidato muy adecuado para la gestión forestal sostenible.
La Directora del Proyecto se llama 3T Vakil, y nació en Kenia, África. El origen de Tropic Ventures se remonta al año 1983 cuando unas 936 cuerdas de terrenos ubicados en la Sierra Sur Central de Puerto Rico fueron adquiridas por los fundadores de la Organización Global Ecotecnia Corporation con base en Londres. “Este proyecto surge de la necesidad de cultivar y mantener los bosques en Puerto Rico, ya que en la actualidad aproximadamente el 57% de bosques en la Isla en su mayoría son catalogados como bosque secundario joven. Para lograr su conservación es crucial comprender la ecología de este tipo de bosque, si vamos a utilizar su madera y otros productos forestales en forma económica y ecológicamente viable,” abundó.
Proyectos similares se desarrollan en otras partes del planeta como Londres, Australia, Francia y Nuevo Méjico. En Patillas este sitio espectacular, con boscosas laderas escarpadas, densamente pobladas por vegetación tropical, hermosos ríos y saltos de agua, se ha convertido en el hogar de Las Casas de la Selva.
3T Vakil, criada en Londres, lleva catorce años residiendo en la Isla. Es ambientalista y artista, y en su tiempo libre pinta obras inspiradas en el paisaje del bosque tropical, las que expone y vende a través de la página de Internet del proyecto www.eyeontherainforest.org. “Me encanta Puerto Rico, sus bosques, los árboles, adoro la madera… lo más importante de nuestro trabajo es poner en la conciencia de la gente que la conservación forestal es importante para vivir”, expresó mientras empacaba varios trozos de madera mahoe azul que serían exportados a Canadá, Alaska y Texas, producto de las ventas del aserradero.
Artistas, artesanos y ebanistas de distintas partes del mundo tienen acceso a los productos que desarrollan en el lugar; madera tratada, envases hechos de madera y todo tipo de artesanías están a la venta a través de la página de Internet del proyecto.
En la finca reciben alrededor de 250 personas al año de distintas partes del planeta. Los colaboradores del proyecto son científicos y especialistas en diversas áreas; ornitólogos, micólogos, biólogos y químicos llegan hasta el lugar proveniente de distintas universidades de Estados Unidos y Europa. Tal es el caso de Norman Greenhawk de la Universidad de Maryland, quien realiza un estudio herpetológico específico sobre las poblaciones de lagartijos presentes en la Reserva Forestal de Las Casas de la Selva, y de Patty Boyko de Oregon, especialista en hongos y líquenes.
Los visitantes del proyecto son en su mayoría extranjeros que vienen a vacacionar a la Isla seleccionando el lugar como su destino principal. “Aquí pueden acampar mientras participan del trabajo del inventario de árboles y ayudan a la colección de data; vienen de distintas partes del mundo”, comentó Andrés. En coordinación con el Instituto Earth Watch visitantes procedentes de China, Inglaterra, Rusia, Singapur y Brasil, por ejemplo, disfrutan de los ofrecimientos de Las Casas de la Selva, y además de vacacionar se entrenan para recolectar data y de paso conocer la cultura boricua.
Las puertas de Las Casas de la Selva también están abiertas al público local. Dentro de sus ofrecimientos se coordinan excursiones educativas y recorridos guiados por el bosque para aquellos que buscan ese contacto íntimo con la naturaleza. Los interesados en visitar la finca deben hacer una reservación a través del correo electrónico [email protected]. Actualmente el proyecto cuenta con un Plan de Manejo del Bosque, diseñado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, aunque sus directores aguardan por su aprobación y oficialización. Más de 100 especies de árboles, helechos y una gran variedad de fauna, que incluye cientos de aves, anfibios y reptiles, conforman la biodiversidad del lugar, en un ambiente fresco y a la vez agradable.
Esta nota se publica gracias a la alianza entre 80grados y Prensa Comunitaria.