Las manos del Gobe
Un vocero del pueblo divulgó recientemente en sus portadas que ya había “borrador de reforma” para la UPR. Según la misiva, el presidente de la Comisión de Educación del Senado, Abel Nazario, “comunicó … que el Ejecutivo presentará unos lineamientos sobre los cuales su comisión trabajará en conjunto a ambos presidentes legislativos” [i]. Es decir, la reforma que ajustará el sistema universitario público del país está en las manos del Gobe.
El Gobe es el ex profesor universitario cuyo expediente fue pasado por la piedra de la opinión pública, incluyendo acusaciones de plagio, en lo que puede considerarse una indebida exposición pública de asuntos privativos entre patrono y empleado, en la que el Gobe quedó muy mal parado. Para abonar a la sospecha de ansias de venganza la misma noticia riega la bola de que dicha reforma reduciría en $300 millones el presupuesto de la UPR y considera cerrar recintos. Trescientos millones es poco menos de una tercera parte del presupuesto de la UPR, considerando el de 2015-2016 que fue de $1,011,829,000.
“Son los nervios”, me dice un viejo merengue de Rubby Haddock. Sin embargo, si bien consterna que la reforma esté en manos de una figura con valores éticos cuestionados y conflictos públicamente declarados, me preocupa más la normalidad con la que se asume la ecuación cambio de gobierno = nuevo norte universitario y educativo. A este vaivén entre piratas y bucaneros ha estado sujeta la educación superior pública por los últimos cincuenta años. Si la UPR necesita una reforma verdadera, ¿no sería poner freno a este jala jala partidista el primer paso a dar? ¿De verás que es tan difícil crear una legislación en la que puedan llenar unos acuerdos y genuinamente respetarlos. Gobe, esto no pasa con las universidades de los estados de la nación a la que usted aspira que seamos añadidos los puertorriqueños y no venga a echarle la culpa al colonialismo y al partido popular. Ya va medio siglo de su quítate tú pa que se queden lo mismos.
Desde la Ley Universitaria que creó la presidencia (1966) no conozco que haya habido una transición de un Presidente en propiedad a otro, y así sucesivamente en la orden de mando con alguna honrosa excepción en algún departamento o programa de estudios. Entonces si sus sabios asesores bien le han informado que la UPR requiere de sus manos, pregúnteles cuáles han sido los logros de dichas reformas y cuáles sus fracasos por lo que se requiere de su sabia intervención. Quizás le dirán que las bien intencionadas reformas que han aprobado los gobiernos de su partido —incluyendo el de su padre— han sido obstaculizados por cambios de gobiernos. ¿Entonces no le parece que tal vez ahí esté uno de los asuntos que hay precisamente que reformar? Si usted quiere que su reforma sea significativa, póngase de acuerdo al menos con el partido opositor a ver si cuando les toca el turno corresponden y respetan los acuerdos entre ustedes. Además, hágale caso a quien pudiera ser uno de sus asesores, Máximo Cerame-Vivas, cuando —por otras razones, pero en la misma edición del periódico— recuerda que “Higher education… must be carried out where (1) the freedom to search (research) is guaranteed and (2) where there is full access to all ideas” and “all minds [are] granted the opportunity of seeking” it[ii]. ¿A quién beneficia este ajuste del presupuesto para satisfacer demandas de usureros y especuladores? ¿Quién suplirá la reducción de oferta académica de la UPR?
No, con quien parece que usted se ha puesto o se pondrá de acuerdo no es con populares ni universitarios sino con las iglesias. Con ministrxs y pastorxs usted hizo unos pactos y ahora a Abel Nazario le toca la loable labor de redactar la ley de la universidad pública. Si alguien duda sobre las fidelidades del egresado de la Interamericana, un cartel de clamor a Dios desplegado por meses en el parque municipal frente al expreso puede darle una idea sobre su libre pensamiento.
Y Gobe, creo que usted conoce algunos de los resultados inmediatos de muchas de esas reformas universitarias o aumentos de matrícula. Pero la historia no solo se repite sino que lanza teasers seductores. Los estudiantes comienzan a reunirse en asambleas: “se anuncia el tocar de tambores, llamando a la misa”[iii]. La actual administración también mueve sus fichas: presenta su presupuesto públicamente y hace movidas que otras administraciones no hicieron: por ejemplo, después de más de seis meses la Junta de Gobierno anuncia la apertura para las nominaciones a presidencia. Ah, parece que ahí no han llegado las manos del Gobe. ¿Cómo le meterá mano al asunto? ¿Cuál será su plan ante o antes de un estallido universitario?
Las fichas se van alineando sobre el tablero. A veces usted parece ansioso, como depredador que busca sorprender a su presa. Otras, astuto timador que alardea y esconde su plan, intrigando a su público y a sus rivales. Ya vimos el trailer; es su turno, Gob. Usted tiene las blancas y a nosotros —como siempre— nos toca resistir con las negras. También recuerde, sabemos que no es solo la UPR lo que está en juego.
Una nota para el Sha
Como intrépido libertador, el presidente del Senado anuncia la “descolonización definitiva” de Puerto Rico. Su gesto —que emula el de José de Diego hace cien años— viene acompañado además de la reforma laboral para completar los débiles gestos con las que “la burguesía criolla” ha tratado de resolver “la contradicción inherente a su doble aspiración en este siglo: hegemonía local y participación en la deslumbrante riqueza de la sociedad norteamericana”, como la expresara José Luis González en 1978[iv]. Contradicción con la que han vacilado administrando las arcas federales y locales por más de un siglo y con las que defienden la cultura mientras se enriquecen como intermediarios del capital global.
Se convoca el quinto plebiscito sobre el estatus en medio siglo, según este pilar de la justicia, porque “[p]or su naturaleza y antecedentes históricos alrededor del mundo, los únicos resultados posibles del colonialismo son la injusticia, la desigualdad, el discrimen y la crisis”. Le faltó citar a Martí o a Betances y llamar a liberarnos “del tirano” por su “negra maldad”[v]. Pero no, para este prócer del nuevo siglo, esa injusticia carece de villano: es como si hubiera colonia sin imperio. ¿Por qué tanto afán y tanta prisa por integrarse a la potencia responsable de “la injusticia, la desigualdad, el discrimen y la crisis”? ¿La descolonización no tendrá algo que ver con zafarse del dominio imperial?
A mí me tienen que volver a explicar el asunto. Pero no tengo que preocuparme: para la batalla final de la descolonización se asignaron $5 millones, cuya mitad son fondos federales para educar sobre las alternativas. ¡Que qué? Y dicen que el payaso presidente es el único gracioso: dos millones y medio —concedidos por el imperio— y tres meses para educar sobre las alternativas descolonizadoras para resolver 118 años de colonialismo, bajo los que una de las alternativas ha sido perseguida, encarcelada e identificada irracionalmente con los “males” de Hispanoamérica y del cristianismo, campañas auspiciadas y ejecutadas por los defensores de la otra, 20 años desde el gobierno. ¿Fondos imperiales para educar para la descolonización? ¡Ah!, además van celebrar dicho acto liberador bajo el mazo de la Junta Imperial, para la cual frente al ahorro de 300 millones gastar dos en esta campaña educativa y hazaña liberadora cuadra muy bien con el porciento de ganancia que reclaman algunos bonistas.
¡Mágica ecuación!
“¡Ecua jey!” “Huele a zapato viejo”, me dice Maelo. “¡Hinca por ahí!”, repica Marvin. “que pa dónde voy”, me pregunta Héctor. Atención Hollywood, documentalistas tradicionales y experimentales, investigadores serios y faranduleros, activistas y demagogos: este verano Puerto Rico le dará una nueva lección de democracia al mundo.
[i] “Con borrador de reforma a la UPR”, El Vocero 31 de enero de 2017, 3. http://elvocero.com/con-borrador-de-reforma-a-la-upr/
[ii] “‘May you live in interesting times’, a Chinese curse”, El Vocero 31 de enero de 2017, 13.
[iii] Refraseo del “Canto abacuá” de Rubén Blades con Ray Barretto, Barretto Fania Records 1975.
[iv] “Literatura e identidad nacional en Pueto Rico”, El país de cutro pisos. San Juan: ediciones huracán, 1980, 80.
[v] Rafael Hernández, “Preciosa” (1945).