Leopoldo F. Fleming: el boricua que acompañó a Mamá África y a Nina Simone
*Isar P. Godreau colaboró en esta columna
Desde mediados de la década del 1960 una artista sudafricana capturó la imaginación del público internacional. Su nombre era Zenzile Miriam Makeba (1932-2008). Miriam llegó a EE.UU. a comienzos de esa década, luego de que el gobierno sudafricano del Apartheid le prohibiera regresar a su país como represalia por sus denuncias del racismo institucionalizado en Sudáfrica. El reconocido cantante y activista Harry Belafonte fue una de las personas que la ayudaron a que comenzara a trabajar desde Nueva York. Por casi cincuenta años, Miriam Makeba, quien falleció el 9 de noviembre de 2008, se convirtió en una de las embajadoras culturales más importantes del continente africano, al punto que recibió el título de “Mamá África”.Durante poco más de treinta años he estado coleccionando discos y estudiando la historia de la música popular del continente africano y de los(as) músicos africanos(as) que se han labrado carreras profesionales alrededor del mundo. Sin embargo, no fue hasta hace dos años, mientras veía el documental “Mama Africa”, que me enteré de que el puertorriqueño Leopoldo F. Fleming fue miembro protagonista del trío que acompañaba a Miriam Makeba durante los años sesenta del siglo pasado (Los otros dos miembros del trío que acompañaba a Miriam Makeba eran el acordeonista, guitarrista y compositor brasileño Severino Dias de Oliveira, alias Sivuca, y el bajista afroestadounidense William Salter). Leopoldo trabajó con Makeba desde 1965 hasta que ella se estableció en Guinea Conakry a partir de comienzos de los 1970. Luego siguió trabajando con ella intermitentemente y la acompañó cuando pudo presentarse nuevamente en Sudáfrica tras la liberación de Nelson Mandela y el derrocamiento del Apartheid.
Cuando supe que el boricua Leopoldo F. Fleming tuvo un papel protagonista en los trabajos de Miriam Makeba me di a la tarea de conocer su historia. Buscando información sobre su carrera me enteré de que, además de trabajar con la diva sudafricana, desde 1971, Fleming fue miembro de la banda que acompañaba a Nina Simone a la cual también hizo aportaciones importantes. Enterarme vía Internet de esos aspectos de la vida profesional de Leopoldo me hizo sentir como un niño con juguete nuevo.
Busqué y pude contactar a Leopoldo F. Fleming vía Facebook y el 14 de junio de 2015 la antropóloga Isar P. Godreau y yo lo visitamos en su residencia actual en Patterson, New Jersey. Nos encontramos con un hombre bien simpático, conversador, lleno de anécdotas y orgulloso de ser boricua. Lo que sigue en este artículo es un resumen de la entrevista que Leopoldo nos concedió a Isar y a mí, así como otra información que he podido obtener en conversaciones posteriores, tanto con él como con otras personas que lo conocen, destacando entre estas a la cantante y actriz danesa Annette Blichman, que gentilmente nos donó algunas de las fotos que ilustran este artículo y quien escribió un perfil de Leopoldo en el portal de Internet All About Jazz que incluye su discografía. Para otros datos biográficos de Leopoldo F. Fleming que no reseño en este artículo pueden consultar las notas escritas por Bibiana Hernández en el portal de Internet “Puerta de Tierra, San Juan, Puerto Rico”.
La vida de Leopoldo F. Fleming es en muchos sentidos paradigmática de la vida de todos los caribeños para quienes la emigración ha sido una actividad definitoria. Nació el 16 de septiembre de 1939 en el complejo de vivienda pública conocido como el Falansterio, que se inauguró en 1937 en Puerta de Tierra. Su madre fue la puertorriqueña Asunción Burguillo Díaz, quien nació en ese mismo barrio en 1918 o 1919.
Su padre, Leopoldo W. Fleming (Leo) –de quien Leopoldo heredó el nombre y la vena musical– llegó con su madre a San Juan siendo un niño proveniente de la isla vecina de Saint Thomas. Leopoldo padre se crió en los residenciales públicos Las Casas y San Antonio. Leopoldo hijo –conocido por sus amigos y familiares como Poldo– tuvo una hermana mayor que todavía vive y un hermano menor ya fallecido.
En 1947, cuando Poldo tenía ocho años de edad, sus padres se separaron y su padre, Leo, lo llevó a él y a su hermana a Saint Thomas. Allí estuvieron por cuatro años hasta que finalmente su padre los llevó consigo a Nueva York, estableciéndose en la calle 117 en el Spanish Harlem.
Poldo dio muestras de talento musical desde muy niño. Según él nos contó, la tía paterna con la que vivió en Saint Thomas por cuatro años hasta irse a Nueva York, se quejaba de que “ese niño va a ser tamborero porque se pasa dando cantazos en las mesas y sillas…”. Todavía a sus 77 años Leopoldo bate en las mesas y lo hacía intermitentemente mientras lo entrevistábamos. Esa tía de seguro tenía un buen oído para notar el talento musical de su sobrino porque en la familia paterna de Leopoldo ha habido varias generaciones de músicos. Su abuelo, William ‘Willie’ Fleming tocaba mandolina y trombón y uno de sus tíos, Bill Fleming, tocaba trompeta y armónica en orquestas de jazz en Saint Thomas.
Su padre, Leo Fleming, era mecánico de equipos diesel y músico. Tocaba tres cubano y luego cambió al bajo con el que se destacó en la escena musical tanto de San Juan como de Nueva York. Don Leo trabajó, entre otros, con Mon Rivera, Soneros de Oriente, Son de la Loma y el conjunto Alfarona X que fundó el reconocido músico puertorriqueño Luis Cruz en 1941 en Santurce y que luego se trasladó a Nueva York en el verano de 1945.1 También acompañó a las Hermanas Sustache, al conjunto Alma Juvenil y al Cuarteto Mayarí, entre otros.
Leopoldo, hijo, (Poldo) comenzó a tocar clarinete en la banda de su escuela mientras aprendía a tocar tumbadoras y otros tambores en el barrio. Comenzó primero con la rumba cubana y luego aprendió bomba puertorriqueña con su padre. Cuando tenía unos quince años de edad ya tocaba percusión en una escuela de baile del sistema de Katherine Dunham. Nos contó que su trabajo consistía en tocar ritmos “afro” de Haití y también “ritmos africanos” durante las clases de baile. Ahí lo vieron tocar y lo reclutaron para una big band que dirigían el saxofonista Red Dixon y el trombonista Jesse DeVore. Ellos hablaron con Leopoldo padre y obtuvieron su permiso para que su hijo pudiera tocar en la banda con la condición de que lo buscaran y lo llevaran a su casa. De esa manera, a la temprana edad de quince años, Leopoldo comenzó su carrera como músico profesional.
Esa agrupación tocaba principalmente jazz, pero también tenía en su repertorio mambo y calipso.
Una noche en 1965 Poldo recibió una llamada del trompetista sudafricano Hugh Masakela –en ese momento esposo de Miriam– para invitarlo a un ensayo del trío que acompañaba a Makeba. Nos contó que días antes de recibir esa llamada, su novia de entonces le había comentado: “Poldo, tú que eres tan buen percusionista por qué no estás tocando con Miriam Makeba”. En ese momento Poldo estaba tocando con la banda de Joe Panamá, pero no dejó pasar la oportunidad de integrarse a la agrupación de Miriam Makeba. Nos dijo que desde muy niño sentía una gran afinidad con África. Uno de sus tíos paternos que trabajaba como carpintero itinerante por diversas islas del Caribe era, según las propias palabras de Poldo, un afrocentrista que comulgaba con las ideas de Marcus Garvey. También nos contó que cuando tenía unos ocho años de edad su madre le dijo: “…nunca olvides que antes de todo eres africano”. De hecho, Leopoldo afirma que su madre le contó que la abuela de ella era original del Congo y que había estado esclavizada en Puerto Rico. Hasta el día de hoy Poldo reclama que tiene un espíritu congo que lo ayudó a aprender a tocar los tambores. Esta afirmación de negritud que hace Poldo confirma lo que Hilda Lloréns y otros(as) estudiosos(as) de la Diáspora Africana señalan como retos que se hacen desde los márgenes a los discursos nacionales de blanqueamiento que han sido parte fundamental del imaginario cultural construido desde el poder en Puerto Rico y en otros lugares del Caribe y de las Américas2). La manera en que Leopoldo y su familia se identifican con África muestra que la ideología del blanqueamiento no siempre logra ser totalmente hegemónica, en tanto y en cuanto hay personas, familias y comunidades que siguen afirmando su negrura y se visualizan como parte de una comunidad afrodescendiente a distintas escalas.
Leopoldo F. Fleming pasó a formar parte de la banda de Miriam Makeba justo cuando ella estaba comenzando su vertiginoso ascenso al estrellato mundial. Además de sus extraordinarios dotes como cantante, otro factor que contribuyó a que Miriam se ganara la posición de ser la primera estrella africana a escala mundial fue su militancia en contra del sistema racista del Apartheid en Sudáfrica, a favor de las luchas por los derechos civiles de los afroestadounidenses y su solidaridad con las luchas de independencia y los procesos de descolonización en África.
La primera grabación de Makeba donde participó Leopoldo fue en el álbum Click Song publicado en 1966 por la casa disquera Fontana3. Ese mismo año visitó África por primera vez cuando Makeba se presentó en Ghana para cantar durante una reunión de la African Union. Leopoldo nos dijo que en su primera llegada a Ghana lo que más le impresionó fue “…el olor de la tierra”. Miriam Makeba era recibida como realeza en todos los países africanos que visitaba y ya durante la segunda mitad de la década del sesenta se había convertido en un ícono mundial de la música africana contemporánea. Incluso en países de este lado del mundo la popularidad de Miriam Makeba estaba en pleno ascenso. Leopoldo describe que durante su visita a Surinam, Miriam tuvo “un recibimiento apoteósico…la llevaron en procesión hasta el monumento de Kwa Koe, el libertador de los esclavizados en Surinam”.
En 1967, Miriam Makeba publicó la canción titulada “Pata Pata” (LP Reprise RS6274) que tuvo un éxito de ventas inesperado y que se convirtió en su canción más famosa y más solicitada por el público hasta el final de su vida. Pata Pata fue la canción que le terminó de abrir todas las puertas del éxito comercial a Makeba. De esa composición se han hecho una enorme cantidad de versiones (“covers”) incluyendo una que El Gran Combo de Puerto Rico publicó en 1968 y otra en la que participó el cantante puertorriqueño Chayanne publicada en 1988. Esta canción es una composición de la zimbabuense Dorothy Masuka quien vivió en Sudáfrica desde 1947, cuando tenía doce años edad, hasta comienzos de los 1960 cuando tuvo que exilarse huyendo de la represión del gobierno sudafricano. Tanto Miriam como Dorothy habían publicado sendas versiones de la canción Pata Pata en Sudáfrica en tiempo de marabi durante la década del 1950. Sin embargo, la versión más famosa, y en mi opinión la mejor, sigue siendo la de 1967 porque tenía un arreglo musical distinto. El arreglista que aparece en los créditos del álbum es Jerry Ragovoy, pero el ritmo característico de Pata Pata fue una aportación de Leopoldo. (Pueden ver y escuchar a Miriam Makeba interpretando Pata Pata aquí. Noten a un juvenil Leopoldo F. Fleming en las congas.) Este nos contó que el ritmo que él aportó a Pata Pata fue una adaptación de un ritmo que aprendió mientras estaba de visita en Brazzaville, República del Congo, específicamente en el barrio Poto Poto. Según Leopoldo, Poto Poto significa “fango” y dice que se sintió muy identificado con ese barrio porque de niño vivió un tiempo en la comunidad obrera de San Juan, ya desaparecida, que le llamaban “El Fanguito”, donde nació su hermano de padre y madre.
El ritmo que Poldo le puso a la canción Pata Pata es el de una variante de la rumba congoleña que fue popular en los Congos durante la década de 1960 y que se conocía como boucher. Uno de sus pioneros fue Johnny Bokelo Isenge (circa 1939-1995).4 La rumba boucher fue tan popular en Congo-Brazzaville que su presidente de entonces, Alphonse Massamba-Débat, la declaró baile nacional. En mi opinión la popularidad de la canción Pata Pata se debe a su pegajoso ritmo bailable y a su carácter panafricano. Para empezar, su letra está en xhosa (que era el primer idioma de Miriam), la compuso una artista de Zimbabwe que vivía en Sudáfrica y su ritmo fue una aportación de un puertorriqueño utilizando una variante de la rumba congoleña que aprendió mientras estaba de visita con Makeba en Brazzaville, República del Congo. Además, la rumba congoleña es en sí misma un género musical que en sus orígenes y a lo largo de su historia se desarrolló en diálogos con música afrocaribeña5. Otras aportaciones rítmicas de este boricua “panafricano” a la música de Makeba las podemos notar en las versiones que ella hizo de canciones como Kilimanjaro donde Fleming tocó en la conga fraseos de merengue dominicano. 6
Mientras Poldo trabajaba con Miriam Makeba tuvo la oportunidad de viajar por casi toda África. En 1973, durante una visita a Uganda, el grupo de Makeba tuvo una cena con el nefasto presidente ugandés Idi Amin. Leopoldo nos contó que Amin se mostró extremadamente sorprendido cuando se enteró que él no había nacido en África e inmediatamente autorizó a que se le concediera un pasaporte de Uganda.
Leopoldo F. Fleming también fue el percusionista de Nina Simone por casi diez años y su bagaje y vocación panafricana tuvieron un papel importante en algunas de las canciones de la diva afroestadounidense. Una de ellas fue “My Way” donde el ritmo a doble tiempo que hace Leopoldo en el bongó es fundamental para el sentimiento de urgencia que comunica la interpretación de Simone. En un concierto acompañó a Nina con un ritmo de plena mientras ella cantaba See Line Woman. Nina solía decir que Leopoldo la hacía bailar y esto lo podrán notar en un video de esa canción que está disponible en YouTube.
Es interesante, además, que Leopoldo hizo la percusión en un álbum que grabó en 1976 (publicado en 1978) el afamado músico José Carlos Schwarz, Zé Carlos (1949-1977), quien fue uno de los creadores de la llamada “música de intervención” –que fue fundamental en la lucha de liberación de las excolonias portuguesas en África– y es considerado como el más importante pionero de la música popular contemporánea de Guinea Bissau. El disco se titula Djiu di Galinha y Zé Carlos lo grabó en Nueva York gracias a las gestiones de Miriam Makeba quien participó haciendo coro.
Con este breve recuento del papel que tuvo Leopoldo F. Fleming en el trío de Miriam Makeba, acompañando a Nina Simone y en el trabajo discográfico del guineano José Carlos Schwarz he querido ilustrar, por un lado, cómo los eslabones de la larga cadena de influencias mutuas alrededor de la diáspora africana aparecen en diversos lugares aún cuando no siempre seamos conscientes de ello. Por otro lado, también he querido hacerle un homenaje a este músico boricua afrodescendiente con raíces en Saint Thomas y en Nueva York que fue compañero de batallas culturales de dos de las divas más célebres de la música afrodescendiente del siglo XX y de uno de los fundadores de la música popular de Guinea Bissau. Las aportaciones de Fleming al trío que acompañaba a Makeba durante los años sesenta eran tan importantes que en los conciertos ella frecuentemente lo presentaba –siempre último– diciendo “…and last, but not least, the man who can play almost anything and that keep us all together, the African via Puerto Rico: Leopoldo Fleming”.7
- Leopoldo Fleming, padre, dirigió al conjunto Alfarona X desde aproximadamente 1960 hasta 1965. Parte de la historia del conjunto Alfarona X la cuenta Edwin Martínez Torres en http://www.herencialatina.com/Alfarona/Alfarona_X.htm . [↩]
- Lloréns, Hilda, “Beyond Blanqueamiento: Black Affirmation in Everyday Life in Twenty-first Century Puerto Rico”, Paper presented at Latin American Studies Association, May 30, 2015, San Juan, Puerto Rico. (En proceso de publicación. [↩]
- Hasta donde llega mi conocimiento, el único puertorriqueño que había grabado con un músico africano fue Ray Barretto quien lo hizo con el nigeriano Babatunde Olatunji en el álbum “Olatunji and his Percussion, Brass, Woodwind, and Choir” (1961, Columbia CL-1634). [↩]
- Un ejemplo de boucher es la canción Tambola Na Mokili interpretada por Bokelo Isenge con su banda Conga Succès y la pueden escuchar en https://www.youtube.com/watch?v=Sbr03AnUEVw . Otro ejemplo es la canción “Tala likambo ya Catherine” de Franco Luambo Makiadi y lo pueden escuchar en https://www.youtube.com/watch?v=DlhBZIIYuGU. La variante boucher de la rumba congoleña también se extendió por otros lugares de África. Un ejemplo es la canción “Binin Hounnin” de la Orchestre Super Borgou de Parakou de Benín, cf. el disco The Bariba Sound 1970 – 1976, Analog Africa, AACD 071, 2012. [↩]
- Para leer la letra de Pata Pata y una traducción pueden consultar: http://lyricstranslate.com/en/pata-pata-pata-pata.html-1 . [↩]
- Kilimanjaro la pueden escuchar en el video https://www.youtube.com/watch?v=7coXOfz5zY0 . [↩]
- En un segmento del documental Mama Africa, Miriam Makeba presenta los miembros de su banda y deja para el final a Leopoldo. Por un error ella lo identifica como Leopoldo Silva, aunque sí dice que es de Puerto Rico. Leopoldo nos dijo que no se puede explicar por qué el error de Miriam quien en todas las otras ocasiones lo presentó con su apellido correcto. [↩]