Los diálogos de la vagina
En esta ‘vagina’ metimos manos y mentes bastantes personas.
Está bien. No es literalmente una vagina pero así le llamamos todo este último año: ‘Cuándo sale la vagina’, ‘pudiste editar la vagina’, ‘quién transcribió la vagina’, ‘qué te pareció la traducción de la vagina’, ‘saca esa idiotez de la vagina’… Doce meses esperando que alguien se acordara de ella; una mirada de fulana, el toque especial de mengana, el regreso de perencejo, las metáforas vagas de Juan del Pueblo. Todo en función de ‘sacar la vagina’.
Pero lleguemos al punto (¿G?) de esta historia. Larry Forney, nuestro entrevistado, es un biólogo estadounidense, profesor en la Universidad de Idaho (UI). Todos los años viene a Casa Pueblo en Adjuntas para ofrecer voluntariamente un curso científico para estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez junto a Eva Top, científica belga, también profesora en UI y Arturo Massol, profesor de Microbiología en el RUM. En los últimos años, he conversado con Forney sobre la vagina. Un día le dije que grabáramos una de esas conversaciones de sobremesa y publicáramos una entrevista.
Pero no quise hacerla sola. Sabía que mi amiga Vanessa Vilches Norat, escritora y profesora de literatura, gozaría haciéndole preguntas a Larry. Así que en la conversación-entrevista estuvimos Larry, Vanessa, Eva, Arturo y yo (Mari).
Posteriormente, Beatriz Ramírez Betances transcribió pacientemente la entrevista y Sylvia ‘Pimbi’ Solá nos hizo una extraordinaria traducción al español (cuando Alida Millán, directora de Claridad, se negó a publicarla en inglés). A ambas va nuestro agradecimiento, seguras de que, sin su intervención, esta entrevista hubiese tardado media vida más.
En fin. Aquí la conversación (bastante editada) sobre la vagina.
Mari Mari. En vista de que eres hombre y científico dedicado al estudio de microorganismos vaginales, ¿has confrontado sexismo?
Larry. No le llamaría sexismo. Pero sí hay una cantidad de mujeres que no expresan libremente sus experiencias con sus vaginas. Creo que les interesa conversar sobre ello, pero en general los hombres no están dispuestos a hablar sobre asuntos relacionados a la salud de las mujeres, sobre la salud reproductiva de las mujeres.
MMN. ¿Los hombres en el ámbito académico o los hombres en general?
Larry. Cualquier hombre. Podría ser interesante si alguna vez algún hombre me hiciera una pregunta, quizá una o dos sobre ciencia, pero no de lo que hace una mujer cuando tiene olor vaginal, por ejemplo. Un hombre no haría una pregunta como esa. Es un gran secreto. Otro ejemplo sería aquello a lo que Procter & Gamble le coloca antedatas [colocar una fecha de manera anticipada]. Lo hace con los tampones. Pasaban los paquetes de tampones perlados, para que la gente viera el tampón, el aplicador, el empaque, etc. Y esa fue la primera vez que me di cuenta de que nunca había visto uno.
MMN. ¿En serio?
Larry. Había visto el paquete, la envoltura pero nunca lo había abierto. Creo que la mayoría de los hombres no tienen ni idea.
VVN. No creo que sean solo los hombres. Conozco una ginecóloga que tiene problemas con la vagina como parte real del cuerpo. Es bien insistente con la higiene y limpieza de la vagina. Dice que es un lugar muy sucio.
MMN. (Riendo a carcajadas) Pero qué clase de ginecóloga es esa…
Larry. Los suizos culminaron un estudio sobre lo que les ocurre a las jóvenes al llegar a la pubertad, las bacterias en las mujeres. Reclutaron chicas por tres años, y se les tomaban muestras cada tres meses. Nos dio mucho trabajo conseguir la aprobación para hacer ese tipo de estudio con adolescentes negras de 14 a 18 años porque la junta evaluadora institucional que supervisa los estudios o investigaciones con seres humanos no creía que fuese apropiado insertar un sorbeto en la vagina de una chica virgen. Mi colega, que es ginecólogo, dice que casi todo el mundo piensa que la vagina es un “lugar sagrado”. Se le vincula a la virginidad y la castidad.
MMN. Y al honor.
Larry. Exacto. Se le asocia a muchos valores, por lo que la sola propuesta de tomar una muestra de ahí sería… Pensaban que sería problemático en términos emocionales. La función del instituto es proteger los derechos del paciente, su privacidad y escuchar las preocupaciones de la comunidad. Pero he aquí lo que se nos ocurrió: cuando se reclutaron las chicas, lo hicimos de manera que se obtuviesen muestras cada trimestre, pero también reclutamos a sus madres, de quienes obteníamos muestras anuales. Así que hicimos un experimento madre/hija. Se les tomaban muestras a ambos grupos, por lo que se comparaban a las madres con sus hijas. Al momento de tomar las muestras con las chicas, se obtenían muestras de los labios vaginales y de la vagina, pero si en algún momento la chica decía que no quería continuar, nos deteníamos. El resultado fue que nos faltan datos en el estudio porque no se tomaban muestras si las chicas expresaban incomodidad o renuencia, lo que ocurría casi siempre en la primera y la segunda visita con algunas de ellas. Pero, por otro lado, la cantidad de participantes que abandonó el estudio fue bien, bien baja, porque al hacer el estudio junto al grupo de mujeres mayores, querían ayudar a que se entendiera mejor de qué se trataba.
Hay mujeres que quieren ayudar a que estos asuntos se entiendan. Y va más allá de lo que muchos se hubieran imaginado. Muchos de estos estudios conllevan muestreos diarios, registrar información diaria, múltiples muestras por día, siete días a la semana, que se congelan y se llevan al laboratorio, es mucho trabajo y es invasivo. Queremos saber si tuvieron relaciones sexuales, si practicaron sexo oral o anal, si fue con una nueva pareja, si utilizaron lubricantes. Comparten toda esta información porque les importa, porque aunque tienen sus propios prejuicios ante el tema, saben que hay muchos problemas sin resolver, misterios médicos que hay que comprender mejor. ¿Qué causa el olor vaginal, qué causa las secreciones, qué causa la infecciones por hongos? ¿Es cierto que si haces esto te pasará aquello? Hay tantos mitos por ahí, y mujeres comprometidas y dispuestas a hablar de estos asuntos para encontrar respuestas y soluciones.
MMN: Cuéntame algo sobre ser hombre y hablar sobre este tema con tanta autoridad.
Larry: Una de las experiencias más raras que he tenido se dio en una Universidad, cuando asistí a una cena de ex alumnos, donde yo era orador. Allí estaba yo frente a este grupo de señoras con pelo azul, de entre 70 a 77 años de edad. Me parecía como si estuviese hablando con mi abuela. Fue estupendo, hicieron muchas preguntas. Y yo pensaba, pues, bien, qué puedes decirles que no sepan ya, que no hayan experimentado, sea por ellas mismas o a través de una amiga o familia? No se asombraban ni escandalizaban con nada.
MMN. Pero a veces pienso que puede que las mujeres no sepan, porque la vagina es algo que está medio escondido y no es usual que la miremos en su interior. En una ocasión me mandaron a entrevistar a un grupo de mujeres que estaban reunidas para algo en una playa. Resultó ser un grupo bastante hippie. Querían que usáramos un espejo para dibujar nuestra vagina. Yo me fui antes de que me obligaran a ese ejercicio. Era bien joven y pensé que eran demasiado hippies para mi gusto. Siempre me ha disgustado esa insistencia propia del “newageism” de compartir intimidades. Pero la verdad es que no es muy usual (realmente examinar tu propia vagina). Es algo secreto y misterioso. Incluso durante el parto no la ves, todo el mundo la ve menos tú.
Larry. Pues sí, por eso es que cuando me dirijo a grupos hablo del tema muy abiertamente, exponiendo los hechos y evitando hacer chistes, con la intención de desmitificar. Es una parte de tu cuerpo, no algo mágico. Algo que quiero resaltar es que yo tengo la ventaja de ser un científico. No soy un cura ni un pornógrafo sino un científico, por lo que puedo afirmar que en algunos aspectos soy un experto de la vagina, y que conozco mucho de lo que sucede en una. Puedo hablar de ella como incluso muchas mujeres no pueden hacerlo. Un tema, por ejemplo, es el de la vaginitis atrófica, que es cuando la vagina se encoge y se reseca. Le sucede a las mujeres pos-menopáusicas. El epitelio se reseca y se agrieta. Es doloroso, el coito es doloroso igual y te provoca inflamación, por lo que la vagina te arde y te pica debido a la resequedad.
De manera que te encuentras ante esta situación que hace que tener relaciones sexuales sea imposible. Estamos tratando de averiguar qué terapias podrían funcionar, como por ejemplo la aplicación en la vagina de dosis bajas de estrógeno. Tratamos de ver qué sucede con las bacterias en la vagina. La primera vez que supe de esto, le pregunté a un ginecólogo: ¿y por qué pasa esto? ¿cuán común es? Y dijo que a un 25% de las mujeres les ocurría. Y probablemente si te hubiese preguntado si has oído de esta condición me hubieses dicho que no. ¿Cómo es posible que el 25% de las mujeres pos-menopáusicas vivan con dolor, inflamación, etc., y con la vergüenza de no poder ser una pareja sexual adecuada? Con lo avergonzada e incómoda que esto te hace sentir y el no poder hablar francamente con tu pareja sobre por qué estás evitando las relaciones sexuales. Eso resume el problema mental que le ocasiona a la mujer.
MMN. ¿Y por qué crees que eso sucede?
Larry. Porque no hablamos sobre las vaginas.
MMN. ¿Y crees que sea por una razón sexista?
Larry. No. Los hombres no hablan sobre sus penes.
VVN. Eso es verdad.
MMN. Pero se manufacturan muchas cosas para los penes, como el Viagra.
Larry. Bueno, igual hay Premarin, para tratar la atrofia vaginal, que ya se consigue sin receta. No creo que sea un asunto de los hombres velando por los intereses de los hombres. Los hombres ocupan puestos de poder e influencian a qué investigaciones se les dará prioridad.
MMN. ¿De verdad piensas que los hombres no hablan sobre sus penes? Yo creo que sí.
VVN. No, no lo hacen.
Larry. No, no creo que lo hagan. Y de seguro no hablan.
MMN. Pero hay hombres famosos (Anthony Weiner, Randy Boehning, etc) que hablan sobre el tamaño de sus penes, que envían fotos por Facebook. Y, además, el pene está a simple vista, no está escondido. Lo tienen presente siempre.
Larry. Eso es verdad. Pero nadie habla de ninguno de estos dos.
MMN. Será nuestra herencia victoriana!
Larry. Ahí lo tienes, es por eso. Los prejuicios puritanos. No se habla del coito o del placer sexual, de seguro que no hablamos de si “tu pene es lo suficientemente grande”. Hemos visto que al tener este tipo de conversaciones, las mujeres preguntan si su olor vaginal es el que debiera ser y los hombres si su pene es lo suficientemente grande. Y nadie dice ‘pero bueno, ¿y cuán grande es el tuyo? ¿es lo suficientemente grande?’ Son temas tabú. Nadie quiere hablar sobre las profundas preocupaciones respecto a la adecuacidad.
VVN. ¿Y qué de la disparidad económica en las investigaciones sobre la vagina?
Larry. Yo creo que hay más investigaciones sobre las mujeres que sobre los hombres.
MMN. Pero, por ejemplo, los seguros médicos, cubren a los hombres más que a las mujeres en muchos casos. Ahora cubren la píldora pero eso es muy reciente. Les tomó décadas hacerlo. Mientras que el Viagra lo cubrieron desde el principio.
Larry. Creo que el grupo que más se investiga es el de las personas en edad reproductiva. El segundo grupo más investigado es el de las mujeres embarazadas, aún cuando hay mucho riesgo [de demandas].
MMN. ¿Será porque son las mujeres las que deciden cómo gastar el presupuesto doméstico la razón para que sean las más investigadas?
Larry. Pero no deciden en qué se hará la investigación.
MMN. No, pero la decisión de qué investigar reflejará dónde está el dinero.
Larry. La mayor parte de las investigaciones tienen que ver con enfermedades de transmisión sexual, SIDA, clamidia, etc.
VVN. Volviendo al tema del olor vaginal y la higiene, también existe el mito de que el olor vaginal se debe a que la mujer [que lo padece] no es limpia.
Larry. Por eso es que hace falta que tengamos discusiones más francas. No está relacionado con la higiene sino con las bacterias que viven en la vagina. Cerca de un 25% de las mujeres tiene bacterias propensas a ocasionar olor desagradable y es normal y saludable. Es como tiene que ser.
MMN. Pero, ¿por qué desagradable?
Larry. Es desagradable en parte porque es un estigma social.
MMN. Pero, ¿por qué decir desagradable? Si, una vez ese olor se asocia al placer sexual, deja de ser desagradable…
Larry. No necesariamente, existe un porcentaje que no se supone que huela así.
MMN. ¿Cómo se supone que huela?
VVN. ¿A desodorante?
Larry. Hay verdadera angustia con eso. Tiene que ver con la proporción de lactobacilos. Eso es lo que muchas mujeres experimentan. Pero es normal. Encuestamos mujeres extranjeras y descubrimos que el 25% tenía ese olor. Pero es por las bacterias. No es que la mujer no esté limpia. Pero es horrible porque entonces el impulso es lavar la vagina, que no necesita limpieza, irte a la farmacia y comprar productos como Eve, o querrán aplicar una ducha, que es peor porque usan vinagre. Y esto es algo que no se debe hacer. Todo por la creencia de que no debería oler así y recurres a echarte ácido en la vagina. Se ha probado que esto causa más daño. Y si supieras a lo que se llega: en una época se mercadeaba el Lysol como producto para duchas vaginales.
He aquí el problema que tenemos: la gente piensa que las bacterias son gérmenes y que los gérmenes son malos. Pero en la vagina hay 100 millones de bacterias por milímetro de secreción vaginal. Además, hay sobre 200 bacterias. En realidad son muy beneficiosas para la salud de las mujeres, lo que no quiere decir que no surjan cuestiones de olor y secreciones. También hay antibióticos que podrían causar malos efectos secundarios.
MMN. Vanessa ha estudiado extensamente el discurso médico porque escribió un libro de cuentos cortos sobre los disturbios mentales, la psiquiatría y las mujeres.
VVN. ¿Crees que el discurso científico tiene influencia sobre nuestro concepto cultural de las vaginas? Porque uno de los discursos más importantes sobre las vaginas es el científico y tomamos el discurso científico como cierto.
MMN. Cuando algo nos viene de las ciencias, presumimos que es totalmente veraz.
VVN. Pero cuando se lee la historia del discurso médico, del desarrollo de la prosa sobre el cuerpo, te das cuenta de que ha cambiado al pasar del tiempo. Por lo que hay que cuestionar la veracidad del discurso científico sobre la vagina y cómo ha moldeado nuestra idea sobre ella.
Larry. Creo que existen dos niveles diferentes en ese discurso, uno que está basado en el discurso médico y en la ciencia pero también está el discurso de la realidad de la mujer. No importa cuánto se haya escrito sobre algo, si estoy experimentando olor, entonces es mi problema, es mi asunto, es una experiencia personal. Y ese es un discurso de tipo diferente. Lo real es lo que experimentas directamente.
MMN. Puede que se trate de la ausencia de un discurso, precisamente porque es una cosa tan misteriosa…
Arturo. La ‘verdad’ es lo que digan (acerca de) las mujeres en Estados Unidos, por ejemplo. Así es como se define la salud.
MMN. O sea, que la salud se define por parámetros de la raza blanca.
Larry. Lo que se considera saludable es un ph vaginal de menos de 4. Cinco (5) es saludable, el tipo de lactobacilo que está bien, no tienes problemas. Pero entonces, cuando se hace un estudio con la comunidad latina o negra, comparándolo con mujeres blancas, descubres que, en términos de ph vaginal, las latinas y las negras son muy diferentes. Las asiáticas se asemejan más a las blancas pero de todas formas tienen su propia identidad, también hay diferencias. La literatura científica no parece ponerse de acuerdo sobre cómo debería lucir.
MMN. Pero podrían decirme que hay algo malo en mí como latina.
Larry. Y a lo mejor te recetan un antibiótico porque no eres “normal”. Tu ph es muy alto.
MMN. Y esa es una manera de moldear el discurso.
Larry. Es el concepto de normal y saludable. Un médico te dice que no eres normal y sales con una imagen distinta sobre ti, de que no eres normal, que eres rara, que hay algo malo en ti. Se refuerza que no eres típica, que eres anormal.
Pero tenemos datos de que cada mujer tiene diferentes tipos de bacterias, que no hay dos mujeres que sean iguales. Lo que tengas, es lo normal en ti. Tú eres la única que puede decir lo que es normal. Un muy respetado colega que enseña en Cornell cuenta que, cuando una mujer se va a hacer un examen [vaginal], el médico pregunta si tienes secreciones. Él piensa que la pregunta debiera ser más bien si has experimentado algún cambio en tu secreción vaginal. Tú estás determinando, de acuerdo a tu historial, si han habido o no cambios. Es el concepto ético de la autonomía, que es la capacidad de una persona de tomar decisiones por sí misma, lo que es normal para ti.
La otra cuestión es el paternalismo, cuando una figura de autoridad te dice lo que tienes que hacer, lo que te conviene. No se toma en consideración nada sobre ti. A las mujeres se les pone en la posición de tener que depender de otro para sentirse validadas. En algunas de mis charlas he incluido la teoría de Platón sobre la forma ideal, de que todo se puede clasificar de acuerdo a alguna referencia a priori. Por ejemplo, si decimos silla, pueden ser con brazos, o sin ellos, de esta forma o de esta otra, pero se tiene una idea [previa] de lo que es. Creo que las mujeres han tenido que vivir con esta pre-concepción de lo que es ideal en ellas por mucho tiempo.
VV. Pero las mujeres tienen que lidiar con esa idea de “normalidad”.
Larry. Pues así es la cosa, cuán alta debes ser, cuánto debes pesar, cuán grandes deben ser tus senos. Todos tenemos una idea de cómo debe lucir una mujer ideal. Ahora tenemos ese problema con la vagina. ¿Cómo debe lucir la vagina ideal? ¿Cómo el labio mayor, el menor? Las mujeres se someten a cirugía plástica para reducir el tamaño de sus labios vaginales. Eso es un problema. Y luego extiendes eso a lo del olor. La gente dice: “eso no es normal”. ¿Normal para quién? ¿Para ti? Estamos partiendo de que saludable equivale a normal. ¿Cómo define la Organización Mundial de la Salud lo que es salud? Lo definen como el completo bienestar físico, emocional y espiritual. Completo. Eso es salud. Se tiene que pensar lo normal y saludable como categorías distintas.
Para ser una sociedad que habla sobre la importancia de la diversidad, hay un momento en que ya no es tan así y no queremos ser diferentes. Quieres ser normal y saludable, no anormal y enfermizo. Por lo que se trata de una distribución. Si se tomaran muestras de todas las mujeres del planeta, terminarías con una distribución. La mayor parte de las mujeres serían de un tipo y puede que tú no caigas en ese tipo, pero solo porque no seas como la mayor parte de las mujeres no significa que tienes algo malo. Lo único que significa es que no eres como la mayor parte de las mujeres. Aceptar a aquellos que no son como la mayoría siempre es un reto. Siempre me quedo asombrado de cómo promulgamos la diversidad y queremos aceptar cualquier diferencia, hasta que se llega a un tema como este.
La normalidad es un fenómeno matemático. Es lo promedio en todo el mundo. Eso es todo lo que es.
Arturo. Si te pidieran una lista de los crímenes contra la vagina…
Larry. Crímenes contra la vagina. Las duchas vaginales.
VVN. Una filósofa francesa, Sarah Kauffman, dice que la vagina es como la cabeza de la Medusa, porque es un lugar de placer y de horror para la cultura occidental.
MMN. Está la vagina a la que le salen dientes y garras, se convierte en un monstruo.
VVN. ¿Has escuchado sobre el mito de la vagina dentada?
Larry. Realmente, me gustaría poder hablar de la vagina sin tanto misterio a su alrededor. Tengo dos vaginas en mi oficina.
MMN. ¿Cómo te interesaste en ellas entonces?
Larry. Me interesé en las vaginas cuando me interesé en los microorganismos, en cómo viven, cómo reaccionan a los disturbios, cada vez, si se replicaban algunos de ellos, si saldrían iguales. Esas son interrogantes en el campo. ¿Existen los mismos tipos de organismos en el mismo ambiente? Si hay un disturbio, ¿cuántos regresan y regresan igual que como se fueron? ¿Comienzan una nueva etapa? Hice un estudio con aguas residuales para Procter & Gamble y fue exitoso, y se fijaron en que trabajé con la ecología microbiológica, y les interesaba el tipo de bacterias que vivían en las vaginas de mujeres saludables. Ellos venden tampones y otras cosas y estaban preocupados con el Síndrome de Shock Tóxico, así que querían saber cuál era el ambiente de una mujer normal y saludable.
MMN. ¿Es cierto que los tampones tienen blanqueador y que esto afecta el sistema reproductivo de la mujer y que puede ocasionar cáncer?
Larry. No, son fibras de algodón. Son fibras de algodón modificadas. No, no tienen químicos ni blanqueadores que produzcan cáncer.
MMN. Es bueno saberlo.
Larry. Es algodón modificado para absorber más agua.
MMN. Qué información le darías a la gente, cosas que debamos saber sobre la vagina.
Larry. Esa es una pregunta difícil. Voy a volver a referirme al colega que decía que había que hacer una mejor pregunta sobre las secreciones vaginales. Cuando vayas a un médico y te estén haciendo un examen, tienes que decidir en qué momento intervenir. En qué momento quieres hacer algo respecto al problema relacionado con la secreción vaginal. Porque te preocupan las consecuencias. El gran misterio es cuándo harás la decisión. Porque aumenta el riesgo. En vez de un promedio que toma en cuenta a muchas otras personas, se trata de cuándo buscarías ayuda.
VVN. Pero el individuo necesita algún conocimiento. Es muy difícil para las mujeres hablar al respecto. Muchas pacientes son mudas, no hablan, no preguntan. Tienen miedo de preguntarle al “dios-doctor”.
Larry. Así es.
MMN. O si le dices algo al doctor, te dice que es normal.
VVN. Yo siempre hago muchas preguntas y se me percibe como problemática. Y lo único que quiero es saber.
Larry. Es tu cuerpo, tienes derecho a decidir. Muchos médicos no contestan muchas preguntas porque ni ellos mismos conocen las respuestas.
VVN. Recuerdo un médico que me dijo que era rara por las preguntas que le hacía.
Larry. No eres normal. Obviamente no eres normal porque haces demasiadas preguntas. Así que te tildan de histérica. Tienes a esta persona de autoridad diciéndote: “Todo estará bien si te tomas el medicamento.”
MMN. También puede ser relajante, porque puedes convencerte de que el doctor tiene razón y así desentenderte de tu ansiedad.
Larry ¿Qué es lo más importante que deberíamos saber? Deberíamos saber más sobre las diferencias que existen entre las mujeres y cómo cambian las vaginas con la edad. No tenemos información suficiente sobre adolescentes y mujeres pos menopáusicas. Todo el mundo la pasaría mejor si aceptaran que somos seres individuales y que no se supone que seamos todos iguales. Puedes ser como eres y estar bien. Son cuestiones de auto-estima, la idea de que soy quien soy y no hay problema con eso.
*Esta entrevista fue publicada originalmente en el periódico Claridad.