Mar de Tormentas: Una historia de los huracanes en el Gran Caribe
Comentarios al libro: un camino hacia Mar de Tormentas: desde Colón hasta María, de Dr. Stuart B Schwartz[1]
El 20 de septiembre de 2017 la isla de Puerto Rico fue atravesada por el huracán María provocando uno de los impactos socioeconómicos y ambientales más significativos de las últimas décadas de nuestra historia contemporánea. El ciclón nos hizo recordar decenas de anécdotas que nos relataron nuestros familiares sobre los huracanes del pasado, como fueron San Ciriaco (1899), San Felipe (1928), San Ciprián (1932), Santa Clara (1956) y los más recientes como Hugo (1989), Hortense (1996) y Georges (1998). El huracán María, sin duda alguna, nos llevó a reflexionar sobre la fragilidad de nuestro país en general, como también sobre la ineficiente respuesta gubernamental ante estos escenarios. Ahora bien, no solo Puerto Rico sufrió en el año 2017, también gran parte de nuestros países hermanos caribeños experimentaron de los efectos del Mar de Tormentas.
Cuando analizamos la historia del Caribe observamos que desde los primeros encuentros con los europeos a partir del siglo XV, la región experimentó miles de efectos y consecuencias a través de la conquista, la colonización, la esclavitud y la trata negrera y posteriormente, con los procesos de liberación, el caudillismo, la corrupción, las dictaduras y entre otros.
En esa coyuntura de poder explicar y de problematizar el Caribe o el Gran Caribe encontramos en la historiografía textos que describen esas realidades, los problemas políticos, económicos y sociales, como también las diversas comparaciones realizadas desde distintos enfoques entre los países que componen la región. Ejemplos de esos intentos podemos destacar, las obras clásicas y pioneras como la de Eric Williams, titulada From Columbus to Castro: The History of the Caribbean, 1469-1969 (1970), el de Juan Bosh, De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe, frontera imperial (1970), y las diversas aportaciones de los investigadores Gordon Lewis, Sidney Mintz, Franklin Knight, Anthony Maingot, Antonio Gaztambide, Frank Moya Pons, Oscar Zannetti, como también, las publicaciones más reciente como la de UNESCO, General History of the Caribbean (2003), y la compilación sobre la Historia de las Antillas (2009-2014) coordinada por Consuelo Naranjo y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Todos esos trabajos, realizados la mayoría durante el último tercio del siglo XX nos ayudan a entender los denominadores históricos que existen entre los países que componen el Caribe
No obstante, a partir de la década de los 70s en adelante, dos fenómenos marcaron la forma y el modo de conceptualizar el campo de la historia, que notablemente influyó en cómo escribir la historia del Caribe. El primer fenómeno, se debió al nacimiento de nuevas corrientes historiográficas, como lo fue el posmodernismo y el giro cultural, junto al surgimiento de nuevas formas o tendencias de hacer historia, como la historia cultural, la microhistoria, la historia de género y la historia ambiental, entre otras. Esas nuevas formas de hacer historia, sin duda alguna cuestionaron, replantearon y ampliaron los acercamientos metodológicos usados en el Caribe, como era, la historia económica de la escuela de Anales, el materialismo histórico y el marxismo británico.
En segundo lugar, la preocupación a nivel global por el acelerado cambio climático y los desastres atmosféricos-naturales, que provocó en la academia un genuino interés por entender y desarrollar nuevos problemas de estudios, en el cual se enfocaron en examinar las realidades contemporáneas, específicamente en la región del Caribe. Uno de esos ejemplos que se relaciona a lo antes señalado y que coincide con los cambios metodológicos lo observamos en el libro De Bosque a sabana: azúcar, deforestación y medio ambiente en Cuba, 1491-1926 (2004) del colega cubano Reinaldo Funes Monzote, y en el caso nuestro encontramos la obra de Fernando Picó, Puerto Rico y la sequía de 1847 (2015).
Ahora bien, ante esa nueva visión historiográfica en el Caribe, se destaca una obra recientemente publicada, que lleva como título Mar de Tormentas: una historia de los huracanes en el Gran Caribe desde Colón hasta María del reconocido historiador y distinguido profesor en Yale University, Stuart B. Schwartz. Mar de Tormentas, publicado por Ediciones Callejón, es la traducción que realizó la profesora de la Universidad de Puerto Rico, Aurora Lauzardo Ugarte,[2] del libro Sea of Storms: A History of Hurricanes in the Greater Caribbean from Columbus to Katrina publicado en 2015 por Princeton University Press. La producción del texto es el esfuerzo de una investigación de más de 20 años, en cual recopiló y rastreó diversas fuentes en distintos archivos y bibliotecas, y que dieron fruto al libro que reseñamos.
No obstante, el interés del autor por entender el Caribe proviene de mucho antes y coincidió con el apogeo historiográfico de la economía de la plantación; en el cual se produjo desde finales de la década de los 70 y gran parte de los 80, los mejores estudios sobre el tema en la región, destacándose las investigaciones de Manuel Moreno Fraginals, Hebert Klein, George Beckford, Lloyd Best, Richard Dunn, Andrés Ramos Mattei, y el propio Stuart. En el caso de Stuart concentró sus estudios en las plantaciones de azúcar y la esclavitud en Brasil.[3] Aunque como el propio autor ha señalado, desde mediados de los 80 y principios de los 90, ya daba los primeros pasos hacia los estudios de los fenómenos del Mar de Tormentas en el Caribe, influenciado por varios sucesos que merecen destacar.
El primero, una pequeña estadía como profesor visitante en el año 1992 en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras. El segundo, la relectura del clásico texto de Fernand Braudel El Mediterráneo y el Mundo Mediterráneo en la época de Felipe II, y el último elemento, sus lazos matrimoniales con nuestra Isla de Borinquén. Ahora bien, el producto de su nueva visión sobre el Caribe generó dos artículos importantes que marcaron el camino hacia su obra Mar de Tormentas y que obviamente abrió la puerta hacia nuevas consideraciones historiográficas y de problemas de estudios. El primero de ellos publicado en el año 1992 en la revista Historia y Sociedad con el título de “El Huracán San Ciriaco: desastre, política y sociedad en Puerto Rico, 1899-1901”, y el segundo, “Los huracanes y la formación de las sociedades circumcaribenas” publicado en el año 2009 en la revista Op. Cit. del Centro de Investigaciones históricas de la Universidad del Puerto Rico.
En relación a Mar de Tormentas, compuesto de nueves capítulos, Stuart describe los fenómenos naturales más preminentes que azotaron la región del Caribe a lo largo de cinco siglos, desde los tiempos de Colón hasta nuestro días, pero, complementa esa visión cronológica con el análisis de la evolución en la responsabilidad y la respuesta gubernamental ante los fenómenos atmosféricos, lo cual convierte ese acercamiento en uno inédito en la historiografía caribeña. Un ejemplo que se destaca sobre este último señalamiento, es la comparación que hace el autor en cómo el gobierno de Cuba respondió hacia los estragos causados en la Gran Antilla por el paso del huracán Irma a principios de septiembre de 2017 y cómo el Gobierno de Puerto Rico y la Agencia Federal de manejo de Emergencias (Fema, por sus siglas en inglés) hicieron lo propio ante el paso de María por nuestra Isla. En Ambos escenarios, posiblemente para sorpresa de muchos, encontró que la respuesta fue totalmente distinta.
Por último, un detalle visual que llama la atención del libro y que todos nosotros estamos familiarizados, es la imagen usada en la portada. En ella observamos unas de las escenas más características de nuestra realidad geográfica, y es el grabado “Temporal”. El grabado representa en nuestra memoria colectiva uno de los grandes temores que vivimos cada año y ejemplifica la incertidumbre que experimentamos ante el paso de los huracanes por Puerto Rico. Sin duda alguna, la nueva obra de Stuart es una gran aportación a la historiografía caribeña y una provocación a desarrollar nuevos debates y diálogos sobre las nuevas tendencias o formas de hacer historia en la región.
Mar de Tormentas: un acercamiento a la historia ambiental
Un aspecto a destacar de la obra Mar de Tormentas y que llama la atención del lector, es el hecho de que su título sugiere un relato cronológico de los huracanes que han pasado por nuestra región en quinientos años; no obstante, tal visión contrasta con el contenido del mismo. A diferencia de otros trabajos de investigación publicados en el pasado, como los realizados por el meteorólogo cubano José Carlos Millas sobre los huracanes en las Antillas o el trabajo del puertorriqueño Luis A. Salvia sobre la Historia de los temporales de P.R. y las Antillas (1492 a 1970), en esta ocasión, se presenta una investigación sobre los ciclones en la región, bajo un enfoque multidisciplinario, que incluye, la historia ambiental. Este enfoque logra reunir a las ciencias naturales, a las ciencias sociales y a las humanidades con un mismo fin: reconocer la importancia que ha jugado los huracanes en la historia social y ambiental del Caribe y esta última obra del historiador estadounidense nos sirve como ejemplo para incluir una perspectiva ambiental en nuestros respectivos estudios.
Esta perspectiva o metodología llamada historia ambiental no es tan reciente en la historiografía americana. La misma, surgió a mediados de los años 70’ en los Estados Unidos y tuvo una gran acogida en historiadores tales como Alfred W. Crosby Jr. con su obra The Columbian Exchange (1970) y Donald Worster con Natures Economy (1977). Tuvieron como influencia la escuela de los Annales, sobre todos los trabajos iniciales de geohistoria de Lucien Fevbre y Ferdinand Braudel; la geografía humana de Carl Sauer, la ecología cultural de la escuela antropológica de Julián Steward y los movimientos ambientalistas en diferentes partes de América y Europa.[4] Pero, ¿Qué es la historia ambiental? Para muchos historiadores, definir que es historia ambiental ha sido un verdadero “Mar de tormentas”. Por ejemplo, en palabras de uno de sus más reconocidos teóricos, John R. Mcneill, en su artículo traducido al español en el 2005, por la profesora Ana Rita Moreno, titulado: “Naturaleza y cultura de la historia ambiental”, sostiene que, este método significa muchas cosas para mucha gente, sin embargo, la definición que prefiere utilizar es que la historia ambiental es el estudio de la relación mutua entre el género humano y el resto de la naturaleza.[5]
Por otra parte, según el teórico e historiador francés Gregory Quenet, en el libro Debating new approaches of history (2018), expone que al tratar de definir qué es historia ambiental, se ha convertido en uno de los mayores retos de ese nuevo enfoque de estudios. Ante el nuevo reto epistemológico al que se enfrenta el historiador ambiental, Stuart B. Schwartz, como veterano historiador, está muy consciente de eso y evita caer en ellos. Según el historiador, uno de los tropiezos epistemológicos que cometen los autores de dicha corriente es el constante determinismo geográfico o ambiental en que se hunden, al estudiar el tema ambiental como una variable aislada de los aspectos culturales o políticos.
Por otro lado, la insistencia en estudiar fenómenos naturales que anteceden la vida humana puede acarrear en extender demasiado las fronteras del campo de estudio y entrar en terrenos más científicos que históricos. Por estas razones es que el profesar Schwartz insiste que el enfoque de su trabajo es el modo en que los huracanes han moldeado la vida social y política del Gran Caribe y cómo a su vez, los patrones sociales y políticos del Gran Caribe han influido en el impacto de las tormentas.
No obstante, respetando los objetivos principales del profesor sobre su libro, es indudable que, dentro de las diferentes aportaciones historiográficas que hace esta obra, una de ellas se encuentra al campo del estudio de la historia ambiental en el Caribe. Para explicar esto, hemos decidido contestarnos las siguientes tres preguntas: ¿por qué Mar de Tormentas debe considerarse como una aportación a este campo? Al igual que los geo-historiadores de la década de los 70’, el profesor Stuart B. Schwartz, reconoce que es influenciado por Ferdinand Braudel y su obra El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, para escribir su Mar de Tormentas. Este ejemplo historiográfico es una clara muestra que nos ofrece el autor para dejarnos saber la importancia que ocupará la geografía, tanto física como humana, en este estudio sobre el Caribe. En otras palabras, reconociendo que el Caribe es uno plural y diverso en términos políticos, económicos y culturales, guardan una relación en común en su geografía física y en los fenómenos naturales que las asechan. Por lo tanto, los huracanes han creado un sentimiento pan caribeño en nuestra sociedad, raíz del intercambio de ideas y sugerencias para enfrentar, resistir y sobrellevar estos fenómenos naturales a través de su historia.
Según la reciente publicación de la Fundación Amigos del Yunque titulada: Puerto Rico y el mundo: el cambio climático (2019), cuando un sistema social o ecológico se enfrenta a un disturbio, ya sea no antropogénico o antropogénico, se determina su nivel de adaptabilidad al disturbio por el grado de resiliencia que exhibe ante el fenómeno. La historia social caribeña ha demostrado una capacidad de resiliencia ante estos fenómenos meteorológicos, desde tiempos de la colonización europea hasta el presente y es precisamente esa esencia la que recoge esta obra. Todos los sistemas sociales y ecológicos tienen estructuras, exhiben funcionamiento, cambian a través del tiempo y responden a disturbios, tal y como lo han demostrados las sociedades en el Caribe.
En segundo lugar, ¿cuáles son los elementos que encontramos en esta obra para insistir en su meritoria contribución a este objeto de estudio? Uno de los elementos que contiene esta obra es el lenguaje científico en el cual ha tenido que sumergirse el autor para explicar los aspectos técnicos y especializados de las materias. Lo primero que tiene claro es la diferencia entre climatología y meteorología, que, aunque son disciplinas bastante similares, estudian los fenómenos naturales en diferentes periodos de tiempo. En otra parte, el uso de nuevas fuentes primarias para el estudio, tales como tesis doctorales inéditas, ponencias en diferentes conferencias académicas, así como una nueva mirada a otras fuentes clásicas, tanto de las ciencias naturales como de ciencias sociales y de historia, contribuyó a un análisis fresco y renovado sobre el tema. Al igual que la historia ambiental, el autor no reconoció fronteras políticas ni culturales y consultó fuentes de diferentes archivos universitarios tales como Universidad de Michigan y la Universidad de Barcelona. Examinó documentos en archivos y bibliotecas que van desde los Estados Unidos hasta Brasil y pasó por las Antillas, tanto mayores como menores. Esto solo evidencia años de investigación al respecto y un amplio conocimiento sobre el tema y el estado de la cuestión. Por último ¿Cómo esta obra rompe con paradigmas epistemológicos sobre la historia ambiental?
El estudio multidisciplinario que ha realizado el profesor Schwartz solo es posible con su particular técnica narrativa coloquial que, ayuda a converger los múltiples campos de estudio que utiliza, sin la necesidad de anteponer el uno sobre el otro. Con su vasta experiencia teórica y metodológica, el autor ha sabido zurcir planteamientos ontológicos que van desde las ciencias naturales, pasan por las ciencias sociales y aterrizan en la historia. Gracias a ello, logra burlar los determinismos ambientales y geográficos y logra respetar las fronteras académicas de estudios sin olvidar sus valiosas aportaciones. A su vez, nos provoca otros temas de investigación en la región tales como una historia de los terremotos, los efectos socioambientales del aumento del nivel del mar en nuestras comunidades costeras; un análisis comparativo actual sobre las respuestas de Washington, Londres y Paris ante sus territorios en el Gran caribe después del huracán Irma y María; el desplazamiento de sobrevivientes pos-huracán a causa de grandes intereses en Barbuda y otras islas y el aumento de sequías, son algunos de los retos ambientales que nos invita a estudiar este libro, ante un futuro incierto y ante una Era cada vez más Antropocenica.
Referencias
[1] El siguiente escrito es el producto de la presentación del libro Mar de Tormentas: Una historia de los huracanes en el Gran Caribe desde Colón hasta María que realizaron el Dr. Javier Alemán Iglesias y el profesor Jorge Nieves Rivera, el 13 de marzo de 2019 en la Universidad Ana G. Méndez, recinto de Gurabo; y 14 de marzo de 2019 en la Librería Libros AC en Santurce.
[2] La doctora Lauzardo es Catedrática del Programa Graduado de Traducción en la Universidad de Puerto Rico. Otra obra importante que también tradujo es, el libro Puerto Rico en siglo Americano: su historia desde 1898 del Dr. César J. Ayala y el Dr. Rafael Bernabe publicado por Ediciones Callejón.
[3] Sugar Plantations in the Formation of Brazilian Society Bahia: 1550-1835 (Cambridge: Cambridge University Press, 1985).
[4] La revista Annales fundada en Francia en 1929, por March Bloch y Lucien Febvre fue uno de los primeros intentos elaborados por unificar la historia y el ambiente (sobre este particular ver David Arnold: La naturaleza como problema histórico, 2000); El Dr. Carl O. Sauer se le considera el padre de la de geohistoria estadounidense con su obra: Agricultural Origins and Dispersals (1952). El antropólogo Julián H. Steward es el responsable de acuñar el término “ecología cultural” debido a sus estudios sobre el impacto del medioambiente en la sociedad indígena estadounidense. A mediados del siglo XX, trabajó en Puerto Rico junto a otros antropólogos estadounidenses y puertorriqueños que incluyeron a Sídney Mintz y a Eric Wolf y publicaron: “The people of Puerto Rico” en el 1956.
[5] John R McNeill. Naturaleza y cultura de la historia ambiental. Nómadas (Col) [en línea] 2005. [Fecha de consulta: 2 de marzo de 2019] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105116726002> ISSN 0121-7550