Matar con permiso
If all insects on Earth disappeared, within 50 years all life on Earth would end. If all human beings disappeared from the Earth, within 50 years all forms of life would flourish. – Biologist Jonas Salk
Estoy segura que no me equivoco cuando declaro que todos los días están matando un árbol en algún lugar de Puerto Rico. Alrededor de toda la isla asociaciones de comunidades y complejos de vivienda caen en manos de grupos sedientos de cualquier cosa que se parezca al poder y que no teniendo nada más interesante que hacer con su tiempo, se dedican a destruir. Y lamentablemente son estos grupitos los que están tomando decisiones faltas de cualquier atisbo de sensibilidad, decisiones que al final nos afectan a todos. (Todavía no he conocido un ser humano que no necesite oxígeno para vivir.)
Esa es la lamentable historia de Garden Valley Club en Cupey. Un grupo de vecinos con un poco de poder y un permiso de Recursos Naturales en mano está matando árboles, helechos y todo tipo de plantas. Escuché cuando una de ellas expresó con alegría que los pájaros que tanto ensuciaban se irían cuando terminaran de cortar todos los árboles. Les molestan las hojas, las raíces, las hormigas…
¿Quién recuerda los tiempos cuando para matar un árbol de la casa había que solicitar un permiso a Recursos Naturales? Yo lo recuerdo. Pues resulta que desde hace unos años ya no necesitas pedir autorización. Puedes tumbar todos los árboles que desees si están en tu propiedad.
¿Sabías que en Puerto Rico tenemos “biólogos” que se dedican a conseguir permisos para destruir masivamente árboles y todo tipo de vegetación en diferentes complejos de vivienda? Pues yo no lo sabía. Definitivamente que esta no era la imagen que yo tenía de lo que siempre me pareció tan noble profesión. El «biólogo» responsable de la “matanza con permiso” en Garden Valley Club se dedica normalmente a este tipo de trabajo y me contó que en varios lugares en los que ha hecho este mismo tipo de trabajo los residentes le han lanzado objetos como muestra de su indignación.
He llorado cada uno de estos irremplazables árboles. Cada uno de ellos representa para mí una bendición, un regalo de Dios, un milagro de vida, una maravilla de la creación. Cada uno de ellos representa para mí una vida sagrada que por años nos regaló sombra, fresco, oxígeno, belleza, el hermoso sonido de los pájaros y tantas otras cosas cuyo valor es incalculable.
Este vídeo es mi manera de contarle al mundo su historia. Este vídeo es solo una muestra de la brutal «matanza con permiso» cometida por un grupo de residentes de Garden Valley Club, en San Juan, Puerto Rico entre finales de 2012 y principios de 2013. Al momento de crear este vídeo todavía no se han destruido los árboles y las plantas de los edificios #4 y #5. Hoy escribo estas líneas mientras se oye el sonido de la sierra. Ya están cortando los del edificio #4.
Me preocupa que en Puerto Rico desde hace unos años se ha ido haciendo más y más fácil la matanza de árboles. Es posible que algunos de estos mercaderes de la «biología» tienen conexiones en Recursos Naturales para facilitar la otorgación de permisos, ya que seguramente este tipo de trabajo debe significar mucho dinero para ellos.
No me fue posible detener esta inmoral matanza, porque los que la cometieron obtuvieron un permiso para matar. No obstante, seguramente destruyeron mucho más de lo que ese documento les permitía.
Creo que ya es hora de que se investigue ¿por qué se ha hecho tan fácil en Puerto Rico matar un árbol? ¿Quién cambió las leyes? ¿Quién está otorgando estos permisos? ¿Por qué se están otorgando tantos permisos? ¿Es todo lo «legal» correcto o moral? Como dijo John Sawhill CEO de The Nature Conservancy y 12vo presidente de New York University: “Una sociedad se define no sólo por lo que crea sino por lo que se rehusa a destruir.”