Necrópolis
minutos a veces horas con los libros
los opongo
al tiempo real del purgatorio
Mastico palabras que son versos capítulos convertidos en
pedazos de cadáveres que acaso sólo
trajeron pan a la mesa de un impresor
Vivo en una necrópolis
pervivo luego de una catástrofe y recorro
su ciudad iletrada
Aquí los títulos de los lomos allá el costillar
de un clásico al tornar la esquina
un error de compra almacenado cargado
en mudanzas innumerables ilegible inútil
Ha sido desmesurado el número de escritores
para los lectores del mundo
Su memoria que también es una biblioteca
atravesada por la equivocación resulta
una carga inhumana
Soy un lector si algo ha sobrevivido en mí
es este hecho
Cargo el peso enorme de la tinta
No sé hacer otra cosa en este camino
que se dirige a la utopía de la necedad
Vivo en una necrópolis dije
Habrá algunos que me contendrán en la suya
y nos desconoceremos en el desierto
de las calles diarias
El mundo ha obrado contra el papel
El mundo perteneció a otros
Se entiende pues es innecesario el peso
de lo escrito para los que se piensan propietarios absolutos
Soy un sepulturero
Trabajo una lápida digna
para toneladas de páginas
Otro algún día vivirá en la necrópolis
Otro leerá fechas nombres
familias amigos generaciones