Nube de censura en la Corporación de Cine
Una de las piezas ganadoras del certamen ‘Micros 2010’ de la Corporación de Cine de Puerto Rico (CCPR) fue retirada de la competencia «por un intento de censura por parte de la Corporación». Se trata del corto “Yo te ayudo”, de la cineasta puertorriqueña Narielis Méndez Carrasquillo, el cual inscribió a participar del certamen, que convocaba a cineastas a someter historias relacionadas con el ‘amor’. 10 piezas habrían de ser premiadas, 5 de ficción, y 5 de no ficción. “Yo te ayudo”, pieza previamente registrada por su autora, resultó una de las seleccionadas en la categoría de ficción. Sin embargo, poco tiempo después de anunciarle a Narielis que su pieza había resultado electa, y que recibiría fondos para su filmación, se le comunicó que una de las escenas de la película, la última, tenía un contenido demasiado ‘fuerte’ y que no era tan ‘feel good’ como las otras seleccionadas. Se le solicitó a Narielis que «trabajara la escena con otro tratamiento».
La Corporación alega como razón para esta solicitud, que las piezas deben ser de carácter ‘para todo público’, ya que se exhibirían en lugares donde quizás, podrían haber niños. Cabe destacar que en las reglas del concurso no especificaban esto, ni sugerían que las historias de amor tenían que necesariamente tener ‘feel good endings’.
Narielis, tras consultar con su equipo creativo decidió que era imposible cambiar el tratamiento de la escena, pues, además de presentar «un claro acto de censura», la verdad es que la escena a ‘alterar’ era el punto culminante de la pieza, y el alterarla, cambiaría la esencia del corto, con lo cual ya no sería el mismo que la misma CCPR seleccionó.
Las reacciones de repudio a esta acción de la CCPR han sido expresadas en varios foros de Internet, incluyendo en el espacio de la misma afectada, Narielis Márquez. En la carta que la cineasta envió a la CCPR se expresa su negativa a cambiar su escena, y anuncia el retiro de su pieza del certamen. Su reacción y sus palabras contienen toda la razón y la fuerza que causa su indignación.
A continuación publicamos la carta íntegramente que la cineasta envió a la Corporación de Cine:
Quiero que la presente sirva para informarles que tanto el guión titulado “Yo Te Ayudo” como el “director’s treatment” que fue sometido con el guión, permanecerán intactos tal y como fueron evaluados y premiados por los cinco jueces que la CCPR convocó con ese propósito. Hemos analizado las reglas del concurso según se presentaron en la convocatoria inicial y entendemos que cumplimos con todos los requisitos. No fue hasta dos semanas después de anunciar los ganadores, que la Productora Ejecutiva de la CCPR le informó a esta servidora de la necesidad que recae sobre la CCPR de “justificar el uso de fondos gubernamentales”; y de la determinación de la CCPR, sin expresar con qué criterio, de que el final de esta historia es muy “fuerte” y no tan “feel good” como las demás historias premiadas.
Uno de los propósitos de la CCPR es facilitar el desarrollo y la producción de numerosas iniciativas o propuestas para hacer cine nacional. Al tomar un proyecto premiado por los propios jueces seleccionados por la CCPR y presionar a su autora a cambiar su obra para la obtención del premio sobre el cual fue galardonada, da visos de caprichos inhóspitos de los actuales miembros de la CCPR que más bien disuaden el proceso creativo de nuestro país.
Dado el estado macilento actual en que se encuentra la industria de cine en Puerto Rico, es importante que la CCPR logre justificar su trabajo y que las personas que encabezan la misma tengan alguna “obra” a la que puedan señalar antes de finalizar el año. El que una falta de compromiso como este conduzca a una convocatoria como la de “Micros 2010”, es totalmente legítimo y comprensible, sin embargo, es totalmente inaceptable que, luego de nombrar los ganadores, los actuales miembros de la CCPR dicten unos términos que resultarían en la mutilación de una obra de arte que ya ha sido registrada.
Más aún, el modo en que el anuncio de la convocatoria omitía dichos términos, amén de los artículos publicados recientemente en la prensa en los que la CCPR alega que vienen $100 millones en proyectos para Puerto Rico antes de finalizar el 2010, dan señas del uso de anuncios engañosos por parte de la CCPR para justificar su existencia, de modo sumamente descarado y alarmante.
No cabe duda de que Puerto Rico es un país que censura libros y a escritores. Me preocupa bastante darme cuenta de que, tanto por mi experiencia con la CCPR como por expresiones emitidas por la Directora Ejecutiva de esa entidad en la televisión, la industria de cine también sufra de censuras por parte de personas o agencias con agendas ocultas y de criterios dudosos. Lamentablemente este no es el momento para hacer cine nacional con la ayuda de la CCPR, es el momento de hacer cine nacional a pesar de la CCPR. No me interesa formar parte de un grupo de cineastas que tuvo que cambiar sus historias, ni el modo de contarlas, para asistir a una agencia gubernamental a reproducir una imagen de Puerto Rico que es totalmente antiséptica y va a tono con el modo en que un grupo limitado visualiza a Puerto Rico. A mí me interesa hacer historias que aún no se hayan contado y que, aunque puedan resultar “difíciles” de procesar, se acerquen más al Puerto Rico en el que la mayoría vivimos. Un Puerto Rico en el que la gente se suicida, en el que uniformados de la policía matan a civiles inocentes y reparten palos frente al Capitolio, en el que la tasa de desempleo sube al mismo ritmo que el costo de vida… no es el Puerto Rico de los anuncios de la Compañía de Turismo, pero son las historias que hay que contar y de las que la gente tiene que hablar, si es que algún día seremos capaces de mirarnos de forma honesta como pueblo y nos atrevamos a buscar la manera de sanar la sociedad tan enferma en la que vivimos.
No pretendo que los miembros actuales de la CCPR logren algún día comprender lo importante que es lograr que los pueblos se vean a sí mismos a través del cine nacional y que, bueno o malo, hay que abrir el diálogo sobre muchas cosas desagradables que afligen a nuestros pueblos. De todos modos, yo tengo la obligación de pedirles que, aunque no lo comprendan, al menos deban tener la elegancia de respetar las obras de los escritores, directores y productores que intentan aportar obras diferentes, ya sea por su honestidad o por su valentía. Al final del día, el cine es arte, y ustedes administran los fondos de un programa de arte, entonces, si en vez de apoyar a los artistas, intentan usar los fondos de la CCPR para convertir a la industria de cine local en una máquina de cortos para hacerles las relaciones públicas a la misma CCPR, evidentemente ya no existe justificación para la CCPR ni siquiera para desempeñarse como administradores de un programa de arte.
Tanto mi grupo de colaboradores creativos como yo estamos seguros de dos cosas, primero, que “Yo Te Ayudo” es una historia con la que estamos comprometidos y que queremos contar tal y como el proyecto fue sometido; segundo, que 5 mil dólares no compran ni a “Yo Te Ayudo” ni al grupo de profesionales que estamos comprometidos con la historia.
Sin nada más por el momento, quedo,
Sinceramente,
Narielys Márquez Carrasquillo
Escritora
A continuación, la carta de la contestación de la CCPR, que luego fue publicada en Facebook.
Estimada Narielys:
He recibido tu comunicación. Aunque difiero por completo, respeto tu opinión sobre el cine en Puerto Rico y las labores de la Corporación de Cine. Debo decirte que el desconocimiento sobre los procesos y las labores que realizamos lleva a tomar ese tipo de posturas violentas que no adelantan la causa del cine de Puerto Rico.
Por otro lado, me extraña muchísimo que de nuestra conversación via Skype sobre trabajar en equipo para que tanto la Corporación de Cine como tú, pudiéramos llegar a un punto medio en cuanto al tratamiento cinematográfico de la escena final de “Yo te ayudo”, hagas el tipo de argumentos que presentas en la carta. Micros es un proyecto de carácter “para todo público” y se exhibiría en espacios públicos y agencias de gobierno en donde podrían haber niños. Jamás se te pidió que eliminaras la escena. Se te pidió que presentaras alternativas al tratamiento de la misma. Incluso, hablamos de que podrías tener tener tu corte de director que podrías utilizar en los festivales/eventos/foros de cine fuera de Puerto Rico.
Entiendo de tu comunicación que no estás en la disposición de trabajar un tratamiento alterno. Recibirás una comunicación oficial a esos efectos.
De otra parte, de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana circuló una misiva dirigida hacia los cineastas del país que expresa su rechazo a acciones de censura de parte de la Corporación:
La carta publicada hoy en la página 70 de El Nuevo Día que aparece arriba es un síntoma muy claro de la situación deplorable del cine en Puerto Rico. Encauzar el buen funcionamiento de los fondos públicos para fomentar la producción de cine en Puerto Rico puede tomar un tiempo largo, pero podemos provocar una atención pública exigente.
El “Centro para el Periodismo de Investigacción”, dirigido por Omaya Sosa Pascual y Oscar Serrano, que forma parte de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, podría realizar una investigación profunda del funcionamiento de la Corporación y revelar públicamente situaciones que se pueden remediar. Esta investigación concurriría con varias estrategias que buscarán sanear nuestro oficio para garantizar empleos y el desarrollo de un cine que responda a nuestras idiosincracias.
Debemos reunirnos para dar mayor puntería a esta estrategia, pero antes, solicitar de alguno o alguna de ustedes ofrecer un lugar en donde podamos reunirnos lo más pronto posible. Favor de comunicarse con Félix Joaquín Rivera o con Inés Mongil para ofrecer un espacio de reunión. ¡Seamos ágil!