Oscar López, el ruiseñor de la Patria
A Oscar López, símbolo de la patria irredenta, dedicamos este número de la Revista Cultural. Oscar ha logrado que gente de diferentes ideologías religiosas, políticas, sindicales, grupos de interés, grupos de presión, gente de pueblo, de luchas comunitarias, se hayan involucrado en la solicitud al presidente de Estados Unidos en reclamo de su excarcelacion, no de su liberación, porque él es un hombre libre. Tal vez uno de los hombres más libres de América porque ha entregado su vida y su libertad personal a la lucha por la autodeterminación de los Puertorriqueños. Oscar ya es símbolo de valor, de entrega absoluta al ideal.De la Revista Cultural que edita Gilberto Gerena Valentín, reproducimos este editorial publicado en su más reciente edición impresa.
Vive como viven los enfermos del ideal, como decía el maestro Hostos. En la pobreza de la celda, en la soledad de la mazmorra, en el alejamiento de su familia y de su patria, su corazón no deja de producir amor para la nación puertorriqueña. Para los que creen como él y para los que opinan distinto, porque la libertad es para todos, para los que nos gustan y para los que no nos entienden ni comparten nuestros ideales.” La libertad Sancho, es el mayor bien que nos ha sido dado en los cielos y en la tierra y hay que pagarla a cualquier precio” Así dijo El Quijote a sancho y Oscar nuestro Quijote de San Sebastián y de Puerto Rico, porque ya es una figura nacional, vive y lucha honrando la entrega al ideal de la libertad para su pueblo esclavo.
En tiempos en que el cinismo prevalece, en que la salvación se considera un proceso individual. En tiempos en que la corriente mayoritaria es que uno vale por lo que tiene, no por sus valores ni sus principios. En momentos en que la vida tiene poco valor y nuestros jóvenes la entregan en las calles y en el mercado de la droga que se alimenta de la pena de muerte, para que su mercado subsista. Quien plantea, como lo hace Oscar, que el trabajo es un valor supremo, que todos debemos organizar comunidades para tener una sociedad más justa, que la educación debe ser liberadora y que ninguna nación, por poderosa que sea, puede reclamar el derecho a ser dueña de otra nación, pequeña o débil pero iguales en dignidad, está postulando verdades trascendentes.
Las enseñanzas de Oscar son fuente de esperanza y blasón que nos hace ser optimistas de que la patria puede salvarse con el esfuerzo y la entrega de sus mejores hijos e hijas.
El Papa Francisco, citando una encíclica papal, señala que la pertenencia a un pueblo, tiene un fuerte valor teológico. Dios en la historia de la salvación ha salvado a un pueblo. No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Nadie se salva solo, como individuo aislado. Es lo que Mandela y el obispo Tutu, llaman Ubumtu, somos gente en función de los demás. Por eso la lucha de Oscar López es por su pueblo y la lucha ya consensuada, por encima de tantas diferencias, del pueblo de Puerto Rico es por Oscar López. Esa imbricación de pueblo y líder, de líder y pueblo, para la salvación mutua, se da en la lucha para excarcelar a Oscar y con esa lucha nos liberamos un poco cada uno de nosotros.
Comunicamos al Presidente de Estados Unidos que tiene en la cárcel a uno de nuestros hijos más preclaros y cada día que pasa en prisión, es un acto de tiranía, ejercida a nombre de la fuerza bruta, porque no existe razón, ni en derecho ni en justicia, para que esa opresión de una nación contra un hombre por sus ideas, subsista.
Dicen que el Ruiseñor es el único animal que no soporta que sus hijos vivan en cautiverio, cuando le atrapan un avecilla merodean la jaula para matarla y evitar la ignominia de que viva en cautiverio. El coloniaje es la jaula de oro en el imaginario del colonizado. Los luchadores por la libertad, los combatientes anticolonialistas, son los ruiseñores de la patria, que ahora estamos todos representados por Oscar y su plena entrega. Los que no piensan como él le respetan y combaten la injusticia de que siga preso. Los que compartimos sus ideales, hemos jurado luchar por lo que él representa, la lucha anticolonial y el derecho a la libertad de los puertorriqueños, hasta que tengamos el ultimo hálito de vida.
Así consignamos que su sacrificio y su entrega a los ideales que le animaron no será en vano. Por eso la lucha para excarcelarlo es una causa que nos une a todos, hombres y mujeres de buena voluntad, de ideales colectivos, de vergüenza y dignidad.