Petición de perdón

Como trabajadora social, creo que la ciudadanía se construye desde la niñez, abriéndole espacios de análisis, respeto y participación. No podemos pretender que, al cumplir los 18 años, y por arte de magia, se conviertan en los buenos ciudadanos y ciudadanas que esperamos. En la espera a que el gobernador iniciara su mensaje, la pequeña me acordó la marcha aquella en la que participamos reclamando el derecho a la educación y no al cierre de escuelas: -“mamá, si hay menos niños pues que tengan grupos más pequeños y aprenden mejor, y así tienen tiempo para jugar más”-. Esa fue su respuesta cuando aquella discusión tomaba fuerza en los medios de comunicación. Claro, ella tenía toda la razón. Era el mejor momento para transformar el sistema educativo del país. Eso era en palabras de adultos, lo que ella quería decirme. Nada más sabio. Siempre he reconocido la capacidad de los niños y las niñas de resolver de forma tan sencilla, transparente y genuina los problemas en los cuales los adultos nos ahogamos. De hecho, indigna y es inaceptable escuchar como algunos analistas comparan a los participantes de este repulsivo chat con un grupo de pequeñines, aludiendo a que se “comportan como niños o adolescentes”. No, no permito tal ofensa a mis hijas y a ningún niño o joven de mi país. Su impresentable contenido nada tiene que ver con esta etapa de desarrollo.
Durante esta espera, también hablamos de cómo la falta de honestidad y la malversación del dinero del pueblo tiene implicaciones en las personas, particularmente las que viven en mayor pobreza. Hablamos de lo que ocurre todos los días a personas enfermas cuyas vidas depende de que una compañía aseguradora apruebe su tratamiento, particularmente las personas bajo la Reforma de Salud. Dichas historias ellas las tienen muy presentes, pues han gravitado en la vida de seres que amamos y que ya no están entre nosotras. Es indigno conocer propuestas de reducción de presupuesto al Centro Médico, como fue el caso de los 30.8 millones menos, y tener entre tus manos noticias donde se conspira a favor del enriquecimiento de compañías privadas viendo cómo generar más dinero con los servicios de salud. Sin embargo, estas noticias no me toman por sorpresa. Hacen más de una década, organizaciones de la sociedad hemos estado proponiendo la transformación en el modelo de prestación de servicios de salud en Puerto Rico, a uno fuera de la lógica lucrativa. La propuesta ha sido clara, un Sistema Universal de Salud que provea una cubierta universal y que adopte un pagador único como método de financiamiento. No es un concepto nuevo. Todos los países industrializados excepto Estados Unidos, tienen sistemas universales de salud con variaciones en el método de financiamiento. Además, la literatura científica identifica una amplia lista de beneficios de estos sistemas, entre los cuales se destacan: a) el reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental, b) la reducción de los costos de salud, c) la eliminación de los costos administrativos destinados a compañías aseguradoras privadas, d) la provisión de cobertura a todes (inclusión de todos los géneros) por igual reduciendo las desigualdades en salud, e) el énfasis en la prevención y bienestar de las personas y no en el tratamiento a la enfermedad, f) le devuelve la credibilidad y respeto a la clase profesional de la salud, g) entre otros. Sin embargo, las trayectorias de las políticas en el campo de la salud en Puerto Rico han dirigido los esfuerzos a emular el modelo norteamericano de la salud y la solicitud y pareo de fondos federales como tratamiento paliativo para el financiamiento del mismo.
Sí, ese modelo que ha llevado a que las deudas en salud de los norteamericanos sean una de las principales razones de bancarrotas en ese país (1). Un modelo que tiene cerca de 29millones de personas sin cubierta médica pese a que se invierte alrededor de 3.5 trillones de dólares (18%) del presupuesto en gastos de salud, dos veces más que el promedio de los países desarrollados (2). Peor aún es cuando se miran los estudios que evidencian los resultados de este sistema en la salud de la población. La prevalencia de condiciones de salud, incidencia de hospitalizaciones por condiciones prevenibles, errores en medicamentos y laboratorios, muertes por enfermedades respiratorias, endocrinas, nutricionales y de metabolismo, son más altas que países comparables como lo son Australia, Suecia, Japón, Francia, Austria, Alemania, entre otros (3).
Mientras la población que vive en ese país enfrenta a diario las penurias de ese sistema, el campo de los negocios a nivel de los Estados Unidos reconoce que el cuidado de la salud es el terreno de mayor crecimiento en ganancias. Por ejemplo, el Modern Health Care News, en mayo de este año publicó una noticia donde expresa que la industria del cuidado de salud es la que beneficios más altos ofrece a sus CEO’s (4). Basta con mirar las compensaciones salariales que reciben los principales empresarios de compañías aseguradoras en Estados Unidos quedan cuentan de lo lucrativo de este negocio (véase tabla 1).
Tabla 1: Compensaciones salariales de CEOs de principales compañías de seguros de salud en Estados Unidos.
Por si fuera poco, de acuerdo a la organización Physicians for a National Health Program, los líderes principales de la industria de salud se llevaron unos 2.6 billones de dólares en compensaciones el pasado año que debió ir dirigido al cuidado de salud del pueblo norteamericano (5).
Sería ingenuo no pensar el poder que ejercen estas corporaciones en la política norteamericana para el mantenimiento de esta lucrativa y vil industria. Esto es algo muy parecido a nuestra realidad y que recientemente ha provocado todo un escándalo de corrupción en la Administración de Servicios de Salud (ASES), agencia llamada a administrar el Plan de Salud del Gobierno de Puerto Rico, conocido como la Reforma. Para que tengamos una idea de quienes son los que se sientan a la mesa a negociar con ASES, les expongo algunos datos que limitadamente son revelados. Las tasas salariales y compensaciones del CEO de la compañía de Seguros Triple S, ascendieron un 35.7% del año 2014 al año 2015, al igual que el CEO de Molina Health Care con un 30.4% de aumento. Las compensaciones del CEO de Triple S para el año fiscal 2019 ascienden a 3.2 millones (6). Mientras tanto, ASES negocia con estas corporaciones y la gente no logra alcanzar mínimamente condiciones de salud dignas (7).
Bueno, pero finalmente el gobernador salió frente a las cámaras y tomó el podio. –Míralo ahí mamá-. Me dijo una de las nenas. Y de entrada nos pidió perdón, como lo hacen a diario miles de agresores en un intento por neutralizar rabias, frustraciones, corajes. Mientras pasaban los minutos de su mensaje, contrario a su petición de perdón, era más evidente las falsedades. Pues no Ricky Roselló, no aceptamos su petición de perdón, ni el perdón de los brothers (los de su confianza que fueron parte de este esquema). Sus acciones le costaron y continúan costando vidas y precariedad. No, no aceptamos su petición de perdón, pues no le devolverá la vida a la gente que amamos y que hemos visto morir por la denegación de tratamientos, porque no había ambulancia disponible, porque murió con la esperanza de llegar con vida a la cita de su médico especialista que tomó 8 meses. Quienes justifican la reducción de 31 millones para ASEM, pero se roban los de la Reforma en ASES.
No, no aceptamos su petición de perdón, por los que tienen que acudir a las luces, a la televisión o al “Go fund me” para salvarle la vida a un ser querido. No, no aceptamos su peticiónde perdón, pues jamás estarán con nosotros y nosotras las 4,645 personas que fallecieron a consecuencia no del Huracán María, sino de un desastre de salud pública prevenible que hace años venimos gritando y que cobra vidas a diario en nuestro país. No, no aceptamos su petición de perdón, por las madres y padres queesperaron y aún esperan semanas a que le entreguen sus hijos e hijas, metidos en vagones en Ciencias Forenses.
No, no aceptamos su petición de perdón, por los numerososvagones que se encontraron con alimentos que en ningún tiempocalmaron la sed, el hambre y el dolor, y sería utilizado para campañas mediáticas.
No, no aceptamos su petición, pues aún encuentro en mi memoria el lamento de niños, niñas y madres desesperadas ante la noticia de los cuestionables cierres de escuelas. Eso no es otra cosa que violentarle el derecho a nuestra niñez a educarse, para luego hacer caudal con ellos y ellas en las instituciones juveniles y cárceles de este país.
No, no aceptamos su petición de perdón, por las reformas laborales que fomentan la precariedad en nuestros y nuestras trabajadoras. No, no aceptamos su petición de perdón, porque no hay violencia más fuerte que vivir la desigualdad provocada a conciencia, y luego sentir la burla, la humillación, el estigma y el discrimen cuando nos levantamos y exigimos nuestros derechos y la justicia social. No existe peor violencia que esta.
Y mientras pensaba en todo esto, Ricky terminó el vacío mensaje. Las nenas quedaron dormidas, las miré y fui yo quien les pedí perdón a ellas con la convicción de que seguiré luchando para cambiar esta historia mientras me quede “la última gota de sangre”.
Nuestra censura y rechazo se fortaleció como pueblo cuando utilizó la iglesia para reponer su credibilidad. Pues no Ricky Roselló, sus actos no comparan con ningún otro caso. Basta de creer que “coge de pendejos a todos”.
Referencias
1) Himmelstein, D., Lawless, R., Thorne, D., Foohey, P. & Woolhandler, S. (2019). Medical Bankruptcy: still common despite the Affordable Care Act. American Journal of Public Health Association, 19 (3), p. 431-433. Accedido en: https://ajph.aphapublications.org/doi/10.2105/AJPH.2018.304901?eType=EmailBlastContent&eId=8dba8d1b-ef09-492a-9ac4-578d32496032
2) Committee for a Responsible Federal Budget. American Health Care: Health Spending and the Federal Budget. May 16, 2018. Accedido en https://www.crfb.org/papers/american-health-care-health-spending-and-federal-budget
3) Sawyer, B. & McDermontt, D. (2019). How does the quality of the U.S. healthcare system compare to other countries? Kaiser Family Foundation. Accedido enhttps://www.healthsystemtracker.org/chart-collection/quality-u-s-healthcare-system-compare-countries/#item-start
4) Modern Healthcare. Healthcare CEOs again lead the way in pay. Accedido en https://www.modernhealthcare.com/finance/healthcare-ceos-again-lead-way-pay
5) Physicians for a National Health Program. (Julio, 2019). Accedido en https://twitter.com/PNHP/status/1149351668229844998?eType=EmailBlastContent&eId=8dba8d1b-ef09-492a-9ac4-578d32496032
6) Triple-S Management Corp. Compensation by Company. Accedido en https://www1.salary.com/TRIPLE-S-MANAGEMENT-CORP-Executive-Salaries.html
7) Muñoz Sosa, N., Rivera Díaz, M., y Correa Luna, J.F. (2018). Right to health in the oldest colony of the world: an interdisciplinary participatory action research. Revista de Estudios Críticos del Derecho, 14, p. 119. Acceder en: https://2019.vlex.com/#vid/772214313