Proyecto WAR 800: Wesley Vázquez, Andrés Arroyo y Ryan Sánchez
Los tres atletas de élite de los 800 metros, ahora comparten entrenamientos, ideas y filosofías a través de un acuerdo entre sus entrenadores y grupos de trabajo. Se trata del llamado programa WAR 800, al utilizar las siglas con las iniciales de sus protagonistas (Wesley, Andrés y Ryan), y que tiene la intención de, no tan solo optar por las medallas en las dos vueltas en Tokio 2020, sino de convertir a Puerto Rico en un destino para que los mediofondistas del mundo entero vengan a entrenar.
Frente al programa está Carlos Guzmán, profesor de la Universidad Ana G. Méndez, seleccionador nacional de la Federación de Atletismo de Puerto Rico y entrenador de Wesley Vázquez. Guzmán es un estudioso de las artes fisiológicas, un científico cuyas hipótesis ha podido probar con marcas y medallas alrededor del mundo. Ahora, su tesis más importante es demostrar que los puertorriqueños, por su composición étnica pueden destacar en el medio fondo mundial [carreras de 800 metros hasta 3,000] y que ya, con tres participaciones internacionales dentro de los mejores 50 del mundo, Puerto Rico necesita un programa que promueva la Isla como un destino de entrenamiento para atletas de otros países.
“Es un programa de alto rendimiento que tanto [Jorge] París (entrenador de Ryan) y yo, estamos desarrollando en conjunto”, dijo Guzmán. [Se trata] “tanto un programa de competencias, como de una planificación, y que ellos puedan compartir entrenamientos aunque sea una o dos veces a la semana en esta parte de fondo. Pero, además de eso, nos hemos reunido en primera instancia para que los programas de competencia sean compatibles”.
Wesley Vázquez, de 25 años, encabeza el proyecto. Con domicilio en Orocovis, muchos entendidos opinaron que por su constitución física no correría tan rápido los 800 metros. Pero, ¡vaya que los ha hecho quedar mal! El palmarés de “Super Wes” incluye dos participaciones olímpicas, y ya clasificó para su tercera, es medallista de Juegos Centroamericanos y Panamericanos, ha competido en la Liga Diamante de la IAAF y llegó quinto en el Campeonato Mundial de la IAAF en Doha. Fue esa carrera, la que dejó al mundo con los nervios de punta, y a varios de sus compañeros pidiendo la receta de sus entrenamientos. Tan solo en 2019, Vázquez quebró su antigua marca nacional de 1:44.64 seis veces y ha cronometrado 1:43 en múltiples ocasiones.
“Nosotros pensamos que, si pudimos lograr lo que hemos logrado solos, sin ningún empuje de un compañero, [pues] si nos unimos, podemos sacarle provecho y correr muy por debajo de lo que estamos corriendo. Y esa es la idea”, dijo Vázquez.
Ryan Sánchez es el más joven del trío, con 21 años, es. ganador de múltiples medallas de oro en la Liga Atlética Universitaria de Puerto Rico compitiendo para la Universidad Ana G. Méndez. Al igual que Vázquez, Sánchez ostenta medallas Centroamericanas y Panamericanas. El corredor natural de Carolina, ya detuvo el reloj en 1:44 en 2019 y a comienzos de temporada estremeció los rankings mundiales cronometrando 1:14 en 600 metros, la mejor marca del año para aquel momento. Allí venció al campeón centroamericano de 2018 y de paso, enseñó sus cartas de potencial internacional. Su padrastro y entrenador París, es el complemento de Guzmán en la parte técnica-táctica del programa que desarrollan en conjunto por el bien colectivo de los tres atletas y la patria.
“Básicamente estamos trabajando en las debilidades”, dijo Sánchez quien se encuentra terminando su grado de Bachillerato en Sistemas de Información. “En este caso una de ellas es el fondo, que es el reto de nosotros. Especialmente para mí fondear es bien difícil y pues estamos trabajando en conjunto ¿qué mejor manera de que lo hagamos los tres [juntos]? ¡Y nos va bien! Ahora mismo lo que estamos trabajando son carreras largas que es la primera fase a la preparación a Tokio”.
Cierra el grupo Andrés Arroyo, quien sobresalió como estudiante-atleta de la Universidad de Florida (Campeón bajo techo 2017 en 800m). Dentro del grupo es quien tiene la mayor versatilidad como corredor, capaz de navegar entre los 800 metros [1:44.96] y los 1,500 [3:41.95] sin mucho problema. Con 25 años, Arroyo cuenta con medallas en Campeonatos Iberoamericanos así como apariciones Centroamericanas, Panamericanas, Mundiales y Olímpicas. Natural de Bayamón, Arroyo es uno de los atletas que ha puesto toda su esperanza en las manos del entrenador Guzmán y del programa WAR. El año pasado, Arroyo tomó la difícil decisión de relocalizarse a la isla para compartir entrenamiento [y entrenador] con Vázquez, esto, a escasas semanas de partir al Mundial en Doha, donde no pudo adelantar de la ronda preliminar, tras cronometrar 1:46.96. Se necesitaba un cambio.
“Yo vengo entrenando solo casi cinco años y pues esa es una de las cosas que mi entrenador de Florida y yo estábamos viendo”, dijo Arroyo. “No es que yo estaba metiéndole menos presión en los entrenamientos, pero es bien diferente la dinámica de uno entrenar solo, a uno entrenar con una pareja o un partner que te lleve a ese próximo nivel en los días que tú no vengas con los mejores ánimos a la pista. Fue una decisión de acuerdo a la experiencia que estaba teniendo entrenando solo en la Universidad de Florida y también la situación económica que estaba pasando. Esos fueron los dos factores más grandes de yo tomar la decisión de entrenar aquí en Puerto Rico.”
No es la primera vez que la Isla tiene tres representantes de alto calibre en una disciplina. En 2012, Puerto Rico llevó tres corredores de 400 metros con vallas a las Olimpiadas en Londres con Javier Culson, Eric Alejandro y Jamele Mason. Sin embargo, ahora tiene una magnitud distinta, pues no se trata de estar juntos antes de una gran competencia, sino de compartir entrenamientos y recursos, y colaborar para promocionar el país y el deporte de atletismo ante el mundo. Y más importante aún, inspirar a la próxima generación de atletas que llevarán el azul, rojo y blanco en el pecho, y en el corazón.
“No es la primera vez que ocurre”, dijo Guzmán sobre la naturaleza del programa. “Pero [al] darle esa magnitud de que pueden entrenar juntos y que puedan integrarse atletas de otras nacionalidades a Puerto Rico para que puedan ver y divulgar cómo entrenamos. Queremos hacer un trabajo en los medios de comunicación para poder promocionar el deporte y [que esto] ayude a levantar y a motivar el atletismo de la generación futura”.
Y es que el profesor Guzmán está convencido de que el atleta puertorriqueño tiene el pedigrí para destacarse en los eventos de media distancia y otros eventos combinados.
“Nosotros entendemos que, [hace años plantee esa tesis] Puerto Rico en su genética tiene para hacer atletas de medio fondo, atletas de vallas, 4×400 y pruebas combinadas”, dice Guzmán. “Históricamente los resultados lo avalan, como ocurrió con la pértiga en un momento. Nosotros no estamos en la línea extrema ni en fondo largo ni corto, nosotros estamos en el punto medio de 800 hasta 1,500 hasta 3,000 metros. Yo creo que el puertorriqueño por su constitución mediterránea, africana, árabe, tenemos los elementos genéticos para poder desarrollar esas pruebas”.
Aunque la única medalla olímpica -y dos mundialistas- en atletismo para Puerto Rico, la dieron las piernas de Culson en 2012, la historia parece está a favor de Guzmán.
En los últimos 20 años, seis corredores de ascendencia puertorriqueña han corrido 1:47 o menos en los 800 metros. Ocho corredores han estado por debajo de 3:44 en 1,500 metros. Cuatro semifondistas han superado la barrera de los 9 minutos en los 3,000 metros con obstáculos y otros cuatro han roto la barrera de los 50 segundos en los 400 metros con vallas.
A nivel Centroamericano, Puerto Rico es una potencia en el medio fondo. El evento de los 800 metros ha traído medallas en cada una de las últimas tres justas, incluyendo dos en Barranquilla 2018. En 3,000 metros con obstáculos lograron además una plata con Ricardo Estremera allí en Colombia. En 2010, en Mayagüez, las piernas de Alexander Greaux ganaron la medalla de oro en los 3,000 metros para el equipo boricua. Puerto Rico también logró la medalla de plata en los 400 metros con vallas y Beverly Ramos logró tres medallas en 1,500, 3,000 con obstáculos y 5,000 metros en femenino.
En los Juegos Panamericanos 2015, Puerto Rico logró la medalla de plata en 400 metros con vallas y fue finalista en los 800 metros. En 2019 lograron clasificar tres atletas al 800 de Lima y Vázquez y Sánchez ganaron la plata y el bronce respectivamente.
Por eso las autoridades deportivas de Puerto Rico pusieron un grupo de trabajo a disposición de los muchachos que dio grandes resultados con Vázquez en 2019 y que se espera puedan darse también con Sánchez y Arroyo. Ese grupo técnico incluye a Luis R. López como preparador físico, a Daylin Chacón como terapista, Carmen Nevárez como nutricionista y Fernando Sepúlveda como médico deportivo.
El programa ha despertado el interés de varios atletas a nivel global que vieron a Vázquez convertirse durante la pasada temporada en protagonista y agente catalizador en cada pista internacional que pisó en 2019.
Entre ellos está el venezolano Lucirio Garrido, campeón sudamericano en los 800 metros y el colombiano Rafith Rodríguez quien ha representado a su país en tres Campeonatos Mundiales de Atletismo y dos Juegos Olímpicos. Ambos atletas ya se encuentran en Puerto Rico entrenando de lleno con el WAR 800.
“El año pasado, Wesley y Carlos estuvieron en Medellín y ellos vieron que yo estaba medio quitado y pues me invitaron a venir acá a Puerto Rico para entrenar y recuperar nivel”, dice Rodríguez, un atleta de 30 años con marca personal de 1.44.31. “Muchos queremos llegar a la final de un Mundial u Olimpiada, eso es un logro, estar entre los ocho mejores del mundo ya que Wesley quedó quinto. Este va a ser hacer un año muy bueno por ser año olímpico y creo que todos van a querer estar en forma para poder llegar a obtener una medalla”.
Rodríguez también elogió las facilidades para entrenamiento deportivo que ofrece Puerto Rico en comparación a su país, desde las múltiples pistas y gimnasios, hasta los campos de grama y terrenos más suaves para minimizar el impacto del entrenamiento en las articulaciones.
Garrido, por su parte, a sus 27 años dice ser un admirador de Vázquez y espera aprender de todo durante su estadía en la Isla, que pisa por primera vez.
“A Wesley yo lo admiro porque es un gran atleta”, dice Garrido, quien proviene de una familia con un amplio bagaje en el atletismo, y cuyo mejor registro es de 1:46.02. “Es una gran persona también aparte del deporte. Admiro su trayectoria como deportista y me gustaria llegar a lograr las marcas que ha hecho, y me gustaria en lo personal aprender mucho de los entrenamientos, pienso que tienen muchas cosas positivas y por lo cual me gustó venir aquí a Puerto Rico a entrenar con Carlos y su grupo”.
Para Vázquez esto no es problema. No se trata de un secreto ni de píldoras mágicas, para él, el crecimiento está en la colaboración de una carrera que no dura para siempre.
“Yo soy un chamaco que no soy egoísta”, dice Vázquez. “El atletismo no dura tanto y después del atletismo lo que queda es la amistad que uno haga con cada atleta y para mí el pensar es vamos a correr duro to’ el mundo. Todo el que quiera venir que venga a entrenar. Compartimos nuestra ideas, tengo amigos de Australia, de Alemania, de Canadá de todas partes del mundo y le hemos enviado el plan de trabajo para que lo vean y si entienden que hay algo que les pueda ayudar pues que lo utilicen. Nada [es] secreto”.
Guzmán confiesa que la temporada 2019 de Vázquez le permitió comprobar que muchas de sus ideas de entrenamiento eran ciertas y además se convenció de lo importante de tener un grupo de trabajo completo que combina profesionales de varias generaciones. Ahora espera poder traspasar todo ese conocimiento al mundo entero.
“Nadie tiene un secreto”, dice Guzmán. “Esto es parte de aplicar ciencias, conocimiento, experiencia y hacer modificaciones y con humildad esperar los resultados. Yo creo que se pueden seguir reproduciendo”.
El trío de corredores ha comprado la idea del profesor Guzmán y están convencidos de que en la unión está la fuerza.
“Carlos es un genio, de las pocas personas que saben tener un atleta”, dijo Vázquez. “Porque no es saber qué darle sino que estudia eso. Cada atleta que le llega se entrena diferente en base a su fuerza. Yo pienso que es uno de los mejores entrenadores”.
De la misma manera piensa Arroyo. “Nosotros tres entrenando juntos nos vamos a estar empujando y vamos a estar asimilando ese ambiente de competencia”, sostuvo el corredor. “Ese empujoncito todas las prácticas y constantemente estar a lado de un atleta de ese mismo nivel, yo entiendo que te va ayudar a llevar a tu cuerpo a los límites”.
Sánchez, por su parte, ve favorable la colaboración para que más jóvenes sigan desarrollándose en el atletismo. “A la gente le gusta, le ha sorprendio y me escriben, el público se ve bien contento y motiva a los demás atletas”, dice Sánchez. “Así que vamos a ver si poquito a poco se incorpora gente. Siempre va a hacer positivo cualquier colaboración dentro y fuera del deporte. La ventaja es que las debilidades mías las voy a cubrir con ellos y viceversa. Estos programas fortalecen lo que es el mediofondo nacional. Ahora mismo en el Caribe nos están elogiando. Unos de los coaches de Jamaica elogió a Puerto Rico por tener tres corredores de nivel mundial en el mediofondo y ellos no tienen ninguno. Yo lo veo mega positivo, de eso no cabe duda, no hace falta ni preguntarlo”.
El proyecto proveerá oportunidades para compartir no tan solo entrenamientos en Puerto Rico, sino que también se espera que vayan a campamentos de entrenamientos juntos en Colombia, y que sus calendarios de competencia estén alineados, hasta llegar con tres semanas de anticipación a Tokio.