Siguiendo el ejemplo de Maritza
Breve reflexión del profesor José «Che» Paraliticci en ocasión del homenaje rendido a su compañera de vida, Maritza Díaz Alcaide, en la Escuela de Comunicación de la UPR.
Hoy mientras agradecía a los exalumnos y a la Escuela de Comunicación de la UPR en Río Piedras el honor conferido a Maritza, expresé que el periodismo hoy en todo el mundo pasa por uno de sus peores momentos. Que los periodistas, más allá de para quién laboren, dije, tienen la responsabilidad de ser honestos, de decir la verdad y de respetarse así mismos.Son ellos, amplié, quienes firman las notas periodísticas y los reportajes. Les corresponde a ellos, entonces, estar con la verdad. Es por esto que el buen periodismo NO puede falsear la verdad, como tampoco crear la mentira. Ese fue el corolario de la gran periodista que fue Maritza Díaz Alcaide. Ella fue, como expresé, una periodista de vocación. Fue periodista todo el tiempo, aún fuera de su taller periodístico, porque el buen periodista tiene que vivir todo momento para poder saber informarlo y analizarlo. Por esto es el periodista un comunicador social y, por lo tanto, se debe al ente humano.
Ojalá la labor de tantos años de Maritza, su vocación, su honestidad, su compromiso con la verdad y el jamás haberse prestado para decir alguna mentira o manipulación, sea el ejemplo que todos sigan. Espero que este mensaje, el que expuse hoy ante una excelsa asistencia de estudiantes y profesores de la Escuela de Comunicación, la cual Maritza admiró muchísimo, haya calado en todos o, por lo menos, en algunos… y tendremos buen periodismo, por lo tanto, verdad y jamás engaños. ¡Eso sería justicia!