“History of Puerto Rico has not been a Happy One”
A pesar del gran apoyo multitudinario, la reforma tuvo desde sus inicios varios críticos. Algunos, como Carlos Chardón, manifestaron sus preocupaciones y dudas desde el seno mismo del gobierno o desde el propio Partido Popular Democrático. Este expresó dudas con respecto a la instauración de las pequeñas fincas (Ayala y Bernabe 2007). Por su parte, las compañías azucareras, particularmente las ausentistas, criticaron y rechazaron la reforma agraria, argumentando, entre otras cosas, que implantar la cláusula de los quinientos acres y establecer fincas pequeñas afectaría adversamente la productividad del sector, y, por supuesto, las ganancias económicas (Dietz 1986). Hubo otras críticas, las que probablemente se expresaron en diversos medios y espacios. Pero, y a pesar de ello, conocemos muy poco de estas. Mucho menos se conoce sobre el carácter y contenido de la crítica socialista. Esto se debe en gran parte a que un sector del socialismo puertorriqueño apoyó el programa de justicia social del PPD. Pero, no todos los socialistas lo apoyaron.
Hace unos días examinaba algunos textos cuando me topé con un artículo titulado The West Indies in Review: Recent Developments in the Caribbean Colonies publicado en New International en 1943 por W.F. Carlton. Se sospecha que Carlton era en realidad C.R.L James, aunque no he podido confirmarlo. El artículo es un comentario crítico del libro de Eric Williams The Negro in the Caribbean. Para Carlton el libro de Williams, quien no era Marxista, curiosamente confirmaba con su análisis de la historia caribeña la “teleología impuesta sobre el caos histórico por el esquematismo marxista,” como si en el Caribe la “historia hubiera concentrado en forma de tabloide la historia de cuatrocientos años de la civilización capitalista.” Y en Puerto Rico la gran concentración de aquella historia era evidente, pues en unos pocos años, insistía el autor, el capital financiero estadounidense había logrado una devastación que tomó siglos en otras islas.
Un argumento importante del artículo era la posición del autor vis-a-vis los propietarios campesinos y la tenencia de tierras. Contra la propuesta agraria de Williams, Carlton rechazaba algunas medidas políticas, económicas, sociales y legislativas para modificar la estructura de la propiedad y producción de la tierra, una estructura caracterizada en el Caribe por la formidable concentración de la propiedad en haciendas y latifundios cuyos propietarios no estaban radicados en la región. Esos centros de producción agrícola estaban caracterizados además por una baja productividad. Para Carlton, y desde el punto de vista histórico, segmentar los latifundios y establecer predios pequeños era un movimiento reaccionario y retrógrado. Pero, y desde el punto de vista político, era necesario apoyar el derecho de los ciudadanos a reclamar una reforma agraria, aun si los cambios reclamados fuesen reaccionarios. Carlton favorecía la expropiación de los latifundios pero no la producción individual en fincas pequeñas. Favorecía, como muchos socialistas, la producción agrícola colectiva y cooperativista, la que solo podía lograrse mediante una revolución socialista.
La razón por la que llamo la atención sobre ese artículo es que en el mismo Carlton hace referencia a una serie de artículos sobre Puerto Rico escritos para Labor Action por un tal V. Segundo (1943). Labor Action era un rotativo del Workers Party (WP) atado la Cuarta Internacional. C.R.L. James fue miembro de aquel partido. Ese partido se formó como consecuencia de una división en el Socialist Worker Party (SWP), a su vez producto de diferencias con respecto a la Unión Soviética. El WP era socialista, anti-imperialista pero tremendamente crítico del estalinismo y también crítico de algunas posturas del trotskismo, particularmente en asuntos raciales.
No sé quién era V. Segundo. Es muy probable que se tratara de un miembro de la comunidad puertorriqueña en los Estados Unidos. Es factible porque en las primeras décadas del siglo veinte muchos puertorriqueños en Estados Unidos participaron de los movimientos laborales, socialistas y comunistas de esa nación. De hecho, el liderato de la comunidad puertorriqueña estuvo en aquellos años dominado por radicales de izquierda, muchos de ellos miembros de organizaciones partidistas como Socialist Labor Party, Socialist Party of America, Communist Party U.S. A. y organizaciones atadas a estas como el International Workers Order (Rodríguez-Morazzani 1998; Denning 1997). Así que es enteramente posible que varios puertorriqueños fueran miembros del Workers Party. Claro, también es posible que se trate de algún residente de la Isla que tuviese contacto con la izquierda socialista en Estados Unidos, como ocurría con algunos líderes obreros, socialistas y comunistas puertorriqueños (Ayala y Bernabé 2007). Pero indiferentemente de la identidad de Segundo, lo significativo de sus artículos es, primero, que confirman que la cuestión colonial puertorriqueña se comentaba, discutía y estudiaba en los circuitos mediáticos de la izquierda estadounidense, aun en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Además, nos da pistas adicionales sobre el discurso socialista acerca de Puerto Rico, incluyendo su crítica a la reforma agraria de los cuarenta.
Los artículos de Segundo afirmaban la posibilidad de concretar la socialización de la tierra en Puerto Rico. Sin embargo, y aunque reconocía el derecho de los puertorriqueños a decidir de qué manera distribuir la tierra, rechazaba subdividir las tierras de las corporaciones azucareras en pequeños predios para ser cultivados por colonos. En sus palabras: “A socialist can say only this: In general, aside from the special requirements of certain crops, large holdings are better than small ones, and the larger they are the better. But the land must be owned by the men who work it, owned cooperatively and worked cooperatively.” Para Segundo las fincas pequeñas eran simplemente ineficientes vis-a-vis las fincas grandes, citando el caso de Haití como ejemplo de su ineficiencia. Curiosamente, las corporaciones azucareras utilizaban un argumento similar, refiriéndose constantemente a la baja productividad de las fincas pequeñas. El productivismo—la confianza en la producción industrial y las virtudes de la eficiencia y el desarrollo tecnológico— era compartido por capitalistas y socialistas. La industrialización y el desarrollo de las “fuerzas de producción” eran procesos celebrado por los soviéticos, tanto leninistas como estalinistas.
Para Segundo la socialización de la tierra requería de decisiones políticas: “How the Puerto Ricans will divide up their land among themselves is an academic question until they get the land, and how to get it is a political question.” Por supuesto, esas decisiones políticas, tenían para Segundo mucho que ver con el estatus colonial de la Isla. El autor también afirmaba y defendía la posibilidad de concretar la independencia de Puerto Rico y las otras colonias caribeñas. Pero, rechazaba una independencia que mantuviera en Puerto Rico la presencia del capital estadounidense y de las fuerzas militares estadounidenses en la isla. Aunque reconocía esa independencia como un “paso al frente” que debía apoyarse proponía que la independencia de Puerto Rico se pensara en el contexto de la independencia de otras colonias caribeñas y en términos de la eventual realización de una federación caribeña: “The Caribbean islands are a unit, and only in their joint Independence and a federal government will they be able to find the strenght to build up from the low level to which British and American imperialism has brought them.”
Segundo encontró en ese “bajo nivel”, evidente en la pobreza y hambruna extrema que afectaba a muchos puertorriqueños, la justificación de su proyecto socialista, independentista y federalista. Presentó evidencia de aquella pobreza, negando que la misma fuese el resultado de la Segunda Guerra Mundial. Para él, la pobreza era el resultado del imperialismo estadounidense, de la condición colonial del país: “Actually, if the people of Puerto Rico are starving (and they are), it is not for the first time. And it is not merely because of the war: they have been starving for many decades now. The causes are more fundamental. They go back to the day the island was occupied by American tropos, and beyond.” Además, planteaba que las políticas estadounidenses para ayudar a los puertorriqueños habían fracasado, incluyendo los programas del Puerto Rico Emergency Relief Administration (PRERA), los de Puerto Rico Reconstruction Administration (PRRA) y los del Plan Chardón. Para él, la historia de Puerto Rico, como indica el título de este artículo, palabras de Segundo, no había sido una historia feliz.
Segundo cuestionó desde sus inicios el ambicioso proyecto populista y su reforma agraria, una que inclusive contaba con el apoyo de varios sectores de la izquierda puertorriqueña. Pero el socialismo puertorriqueño es heterogéneo, uno con varias corrientes ideológicas y discursivas que aún nos queda por examinar.
REFERENCIAS Ayala, C. J., & Bernabe, R. (2007). Puerto Rico in the American Century. Chapel Hill: The University of North Carolina Press.Carlton, W. (1943, Junio). The West Indies in Review. New International, 9(6), pp. 181-194. Denning, M. (1997). The Cultural Front. London: Verso. Dietz, J. L. (1989). Historia Económica de Puerto Rico. Río Piedras: Ediciones Huracán. Rodríguez Beruff, J. (2007). Strategy as Politics. San Juan: La Editorial Universidad de Puerto Rico. Rodríguez-Morazzani, R. (1998). Political Cultures of the Puerto Rican Left in the United States. In A. Torres, & J. Velázquez (Eds.), The Puerto Rican Movement (pp. 25-47). Philadelphia: Temple university Press. Segundo, V. (1943, April 12). A History of Poverty and Oppression: Puerto Rico: The India of the United States. Labor Action, 7(15), p. 3. Segundo, V. (1943, April 19). The India of the Western Hemisphere: Puerto Rico and the New Deal. Labor Action, 7(16), p. 3. Segundo, V. (1943, May 3). The India of the Western Hemisphere: Puerto Rico Starves for Democracy. Labor Action, 7(18), p. 3. Segundo, V. (1943, May 17). The India of the Western Hemisphere: Puerto Rico Starves for Democracy. Labor Action, 7(20), p. 3. Segundo, V. (1943, May 24). The India of the Western Hemisphere: Puerto Rico: Which way towards Independence? Labor Action, 7(21), p. 5.