Tráfico, drogadicción, legalización, ¿hacia dónde vamos?
Uno de los artículos seminales en el tema se publicó en la revista The Economist hace varios años.
Por cada adicto que existe, éste tiene que convertir a la adicción a aproximadamente cinco más para poder mantener su vicio. Es una cadena en pirámide. Al ser las drogas ilegales, éstas escasean y su demanda aumenta, sobre todo ante el deseo esclavizante del adicto.
El tráfico de drogas ilícitas se ha convertido en el negocio más lucrativo actualmente existente, con un margen de ganancia enorme al final de la cadena por cada dólar invertido, porque hay un mercado de adictos que pagan lo que sea y hacen lo que sea con tal de obtener la dosis para mantener su vicio.
Esta actividad, adictiva, económica y social, inmoral e ilegal, crea una poderosa red de lumpen empresarios o dueños de puntos nacionales y carteles internacionales. Alrededor de esa poderosa industria se desarrollan relaciones sociales y de distribución y una superestructura y cultura que la fomenta y protege. Ese aparato incluye la corrupción de políticos – Coquito, la orden de excarcelar a Junior Capsula para la que se señaló a un representante a la cámara, etc.-, policías, guardias penales, abogados y sistemas adjudicativos y correccionales. En la esfera de la cultura tenemos el reguetón con promotores como Angelo Millones, lavado de dinero en conciertos multitudinarios que nadie explica como se paga el alto costo de boletos en el Choliseo, e incluso una religión (la del ex adicto que se proclama Jesús Hombre) que predica que se puede matar porque el pecado no existe, Jesús lo abolió y todos están salvos, incluyendo capos y gatilleros. No sólo se ha desarrollado una poderosa narco cultura sino también hasta hay una iglesia atractiva.
Si en el medioevo los artistas pintaban sólo imágenes religiosas ante el predominio material y político de la religión, en la época del predominio del narcotráfico, éste desarrolla un gran tejido de relaciones sociales y un aparato cultural y superestructural.
El adicto roba y mata para sostener su vicio. Se inyecta en condiciones insalubres. La calidad de vida en Puerto Rico es insostenible y muchos boricuas se plantean como solución emigrar aún cuando tienen empleos.1 Los costos médicos incrementan y se hace mucho más difícil la creación de un seguro universal de salud, pues, quien costea el incremento del Sida, hepatitis, enfermedades contagiosas y tratamiento de heridos en balaceras y prisiones.
La juventud se lumpeniza, y le rinde culto al capo del punto, a los blin blin, autos y artículos de lujo y a la violencia injustificada.
En esa escuela de la vida de nada vale la campaña más agresiva de cero tiros al aire, ni las arengas o gritos moralizantes desde la farándula, o el pulpito, si las pistolas sustituyeron los lápices y las tizas de la escuela formal. Ya las películas de héroes no se ven por los niños, ahora atraídos por un alud de vídeos que promueven las decapitaciones y los baños de sangre humana.
Paralelo al aparato ilegal, se ha desarrollado toda una estructura de cabildeo y apoyo, industrial y comercial de seguridad, política, policial y correccional y hasta religiosa que le sirve de cabilderos en contra de la legalización.
Si se legaliza la droga se venden menos alarmas, rejas, servicios de guardias de seguridad, cierres de calle, no hay que contratar tantos policías, guardias penales o funerarias que preparan muertos parados, ni adquirir tantos chalecos, patrullas, armas o pasajes para emigrar.
Con la legalización y reglamentación de la droga se elimina:
1. El incentivo económico del capo. No es rentable el negocio. Si la dosis diaria no le cuesta un centavo al adicto, no se la tiene que comprar al capo a un costo de $300 diarios; ya el capo no tiene clientes y si desea hacer dinero tiene que meterse a panadero o comerciante tradicional que paga impuestos y sus controversias no las tiene que dirimir con armas sino con argumentos en la negociación o en las cortes.
2. El grave problema del crimen. El adicto no tiene que matar, robar o escalar para sostener su vicio.
3. El incremento en adictos. Ya el adicto no tiene que crear cinco nuevos adictos para sostener su vicio.
4. El incremento de los gastos públicos en salubridad, hospitales, medicinas, seguridad, cárceles, guardias penales, contratos con compañías de guardias de seguridad, cámaras, policías, cuarteles, etc., Se cambia el orden de prioridades presupuestarias. El presupuesto ahorrado, que ronda los miles de millones de dólares, puede aer reinventido en educación y cultura, plan de salud universal, deportes, infraestructura y desarrollo económico.
5. El incremento en la emigración. Con un país más seguro y productivo disminuye la emigración de profesionales y trabajadores. Ver las estadísticas de artículo reciente del Nuevo Día. La migración de más de 500 mil boricuas en los últimos años cuesta cerca de tres mil millones de dólares anuales a la economía de Puerto Rico.
¿Como se articula la legalización de la droga y un registro de adictos?
1. Se da un trato diferenciado a las drogas menos dañinas: Marihuana o hashih. Pueden despenalizarse. Esto merece estudio más profundo. Pero estos adictos son mas funcionales, no son tan violentos ni causan los mismos problemas que los adictos a otras sustancias.
2. Para las drogas fuertes, cocaína, heroína, crack y otras se establecen medidas específicas, de medicación. De las incautaciones se puede establecer un almacén de las sustancias. Se crea un registro de adictos, se tienen sus datos personales, dirección, se le provee la sustancia, instrumentos y facilidades para su uso gratuitamente.
3. Se combina lo anterior con planes de rehabilitación, sicológicos y familiares.
La drogadicción, narcotráfico legalización y medicación de las drogas adictivas son temas para investigaciones, publicaciones y simposios urgentes que desemboquen en discusiones públicas y en legislación. Deben ser objeto de trato coordinado con las universidades, intelectuales, medios de comunicación, instituciones de la cultura, comunidades, sociedad civil, partidos y organismos pertinentes del estado.
Un amigo a quien le expuse las anteriores reflexiones en las redes sociales me comentó que la exposición anterior era excelente pero la dificultad consistía en instrumentarlas sobre todo con leyes por una Legislatura colonial.
Le respondí que este asunto es cuestión de sobrevivencia de todo(a)s. En un país como el nuestro, con la debacle estructural y espiritual, el vicio y el crimen van subiendo exponencialmente. Los humanos somos seres de costumbre, nos acomodamos al estado actual de las cosas-status quo-. Pero cambiamos por necesidad. Meditemos; ¿cuándo y por qué se cambia de trabajo o de una relación de años? Por necesidad, que es partera de grandes cambios. La mejor base para la persuasión es la necesidad. A eso se le llama también coyuntura histórica, cuando las condiciones objetivas están maduras para un cambio jurídico o supra estructural.
Están muy en boga plebiscitos y referendos, pero son sobre asuntos que dicta el neoliberalismo o la derecha fundamentalista (invito a la lectura del libro de David Harvey sobre el neoliberalismo sobre estos tópicos). ¿Por qué el gobierno pierde su esfuerzo y el control de su agenda y les da audiencia a los fundamentalistas mercantiles en cuanto a la celebración de un referendo sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo? Ese tipo de problema no es asunto fundamental del país y, además de ser patentemente discriminatorio e inconstitucional, coloca a la defensiva al gobierno y el fundamentalismo de derecha dicta la agenda de la discusión pública.
Es hora de que a cada gran problema real y fundamental del país debe dársele la centralidad de los debates. Por eso, los referendos deben promoverse hoy en día para que sirvan para expandir la educación y el debate sobre los temas trascendentales para la superación material y espiritual de nuestro país. Así debería haber referendos sobre la legalización y medicación de las drogas, sobre la enmienda o derogación de las leyes de cabotaje, esos son asuntos que resueltos elevarán a cumbres más altas la vida buena en nuestra querida tierra.
- Ver la encuesta reciente de El Nuevo Día y «Pierde el País $ 3mil millones con el éxodo», El Nuevo Día, 20 de enero del 2013. [↩]