Un gobierno de memes o gobierno como meme: la guerra de imágenes
¿Qué quieren los memes? Si las imágenes tienen signos vitales, agencias, deseos, afanes o apetitos, como cosas vivas, hay que interrogarlas, ¿qué quieren?[1] ¿qué buscan en la conversación de Telegram? El teórico de la cultura visual, WJT Mitchell afirma que las imágenes visuales son poderosas, pero también que carecen de él, que son débiles. Aunque podemos caer en la tentación de que “la imagen es todo”, no siempre es así y no tienen vida, aunque parezca.[2] En esta emergente sociedad global visual en que vivimos, donde creamos y compartimos imágenes de todo tipo por las redes sociales,[3] ¿qué lugar juegan los memes en una conversación “privada” entre el gobernador y su círculo más allegado de asesores?
Quiero iniciar aquí una exposición, emborronar unas ideas, sobre un análisis crítico sobre lo que considero la visualización del colapso gubernamental de esta administración. La filtración de las once páginas, de las ochocientas y tantas, de una conversación, con todo tipo de detalles expresados en palabras e imágenes visuales, perturba, a la vez que resulta elocuente. La conversación en sí misma, o al menos lo que vamos teniendo acceso, es un documento histórico en sí mismo, con el cual podemos analizar una variedad de asuntos.
De los varios ángulos, entiendo que esta conversación ha sacado a la luz la guerra de imágenes que se está produciendo en el gobierno meme de Ricardo Rosselló.[4] De su padre, no nos recuerda mucho. Por cierto, una de las primeras imágenes visuales públicas que tenemos del puberto Rosselló fueron dos incidentes hacia 1994, uno vinculado con un accidente automovilístico, donde murió una mujer y su hijo, y otro con un “fourtrack”.
Las “escasas” referencias que apuntaban alguna involucración fueron tapadas con otras imágenes, las de la publicidad efervescente del gobierno de su padre, del que solo podemos vincular los esfuerzos mediáticos como narcótico de lo político. Este gobernante y su “anillo palaciego”, como le llama el historiador político Néstor Duprey, ha construido sus propias imágenes, urdiendo todo tipo de intrigas a través de memes otorgándolo una dimensión visual al drama político.
La conversación en Telegram catapulta el colapso gubernamental, cuya crisis se ha mostrado ante nuestros ojos con el desfile de funcionarios públicos de primer nivel declarando ante diversas instancias investigativas federales. En estos días nos levantamos esperando cuál será el nuevo escándalo, una experiencia visual del fracaso gubernamental a manos de “millenialls”. Hoy, sin esperarlo, se nos mostró el ver.[5] Hemos visto cómo los cuerpos de Ricardo Rosselló, Alfonso Orona, Ramón Rosario, Ricardo Llerandi, Rafael Cerame D’Acosta, Carlos Bermúdez, Edwin Miranda, Christian Sobrino y Fdo, supuestamente Elías Sánchez Sinfonte (el niño símbolo) son el medio de transmisión de imágenes mentales. Sus cuerpos son el médium de las imágenes[6] de guerra entre el poder ejecutivo y Thomas Rivera Schatz, presidente del Senado, que simbolizan en memes en una conversación cotidiana de intriga política como las que no habíamos visto.
Ante la confesión de Ricardo Llerandi de la nota pasada al periodista por encargo, le sigue el comentario donde Ramón Rosario se refiere al presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Aníbal José Torres, como “La Jossie”. Acto seguido, visualiza su comentario con una fotografía donde aparece Rivera Schatz y la comisionada residente, Jenniffer González. La imagen busca darle contudencia a la homofobia con dos personajes políticos antinómicos, conocido el “tiburón” por sus tendencias discriminatorias contra las minorías. El Gobernante del País le riposta con que es “Bella la foto”.
Detrás aparece el propio Rosselló con su construcción visual, Carlitos Bermúdez quizás, de inocente y desentendido, que vemos que es una máscara, como en la Antigüedad, para hacerse de otro cuerpo. En el chat, Rosselló se quita la máscara y se muestra como uno más.
No pasemos por alto que la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, se utiliza como una imagen ofensiva, para atacar al presidente del Senado tras su “absolución”. Hacen de ella una imagen de espectáculo y el propio Gobernador, como el espectáculo romano con los cristianos, tirando a los leones a la “Gobernadora interina”. Antes de eso, nada sabe de Rivera Schatz, “dolido” por la derrota política de la no culpabilidad de Vázquez, y el meme busca darle sentido a la sorna:
El “viaje oficial” es un artilugio de relaciones públicas que hace del dinero y la gestión pública, la imagen de pujanza administrativa y de colaboración generacional (fue Rosselló con el secretario de Estado, Luis Gerardo “LG” Rivera Marín). Si golpeamos las imágenes lo suficiente para que hablen, pero no como para destruirlas, vemos que la imagen es nada. Siempre subjetiva, cada cual hace una lectura diferente, una imagen que se deshace ante nosotros al saber que es una guerra visual de la política y no solo una guerra política de lo visual. Algunos otros, sin conocer a Michel Foucault, se apropian de la vigilancia como formas de mirar, y como el panóptico, ven sin saber ser vistos: “Damaris Suárez le da like, pero no dice nada” o “Hasta este… hace sentido”, sin pasar inadvertidas los “screenshots” de columnas de opinión y publicaciones de redes sociales.
“Wanda te pasó por la piedra” es otro meme con la cara sonriente, mirando de reojo, del presidente cameral Johnny Méndez, quien parece afirmar el mensaje en palabras sobre la fotografía, donde Rosselló dialoga con el “tiburón” y este sonríe a lo que el mandatario le dice. La afirmación con la imagen fotográfica pareciera ser “sí, me pasó por la piedra”.
Para Fdo, como “Los memes están fuera de control” y “Los más fuertes son los de tres pelitos, el señor V”, lo colocan como prueba ineludible de ser, no por ser el más fuerte, sino el de mayor burla. La conversación se torna visual, pero Christian Sobrino no se percata del mensaje visual, paradójico, por cierto, que muestra una foto montaje con la cabeza de Rosselló cargando un tiburón grande. Por más grande que sea el tiburón, Rosselló se ve pequeño y aniñado, con quien no puede con la carga, la cual parece, visualmente cada vez más pesada.
Los memes de la conversación de Telegram forman parte de lo que muchos estudiosos han denominado un giro hacia la imagen en el pensamiento de la cultura contemporánea. Es importante comprender que los memes, más que una imagen de entretenimiento que conforma un mensaje por medio de un chiste o una sátira, es una forma de ver y entender el mundo. Estos memes son pequeños mundo, más que ventanas para ver el mundo, que dejan ver cómo un reducido grupo de asesores con el Gobernador visualizan su guerra política con el presidente del Senado por medio de imágenes que buscan destruirlo políticamente.
Las implicaciones de la conversación textual y visual son calibradas por algunos miembros de la oposición política desde la nostalgia como respuesta. Incapaz de articular una oposición contundente por lo que significa para el País, el representante popular Luis Vega Ramos es uno de los pocos que saca la cara y lo hace con una imagen fotográfica. Vega parece adoptar una “mentalidad mágica” en cuanto a las imágenes y entiende que la abundancia de imagen en esa foto explica por sí solo el rublo moral que diferencia a unos de otros. El bohío, la reminiscencia de la sociedad agraria tradicional, dicta la cátedra y los “errores honestos” con “algún vinito o hasta un chiste subido de tono” son, en esencia, superioridad sobre los medios sociales. Como si debajo del bohío se pueden escampar de la lluvia de errores que con Telegram no pueden.
Unos adoptan actitudes mágicas y otros, aunque utilizan memes, son iconoclastan, buscan ofender con sus retóricas visuales. Al querer matar al “tiburón”, tienen que matar su imagen como político indestructible, ofendiéndolo y de paso, vigilando todo aquel que no vea como ven esa camarilla. Las imágenes de todo tipo, las visuales, las mentales y las verbales siempre cuentan. Pero cuidado que la imagen de absolución de la secretaria de Justicia no sea la “condena” del gobierno y el Gobernador. Los memes de la conversación son la imagen visual del gobierno (o la “clase política”) como meme.
Referencias
[1] Parafraseando la propuesta de WJT Mitchell con que titula una de sus obras más fundamentales en torno a la aproximación a las imágenes visuales como objeto de estudio y teorización. Véase, “¿Qué quieren las imágenes?” en ¿Qué quieren las imágenes?: una crítica de la cultura visual. Trad. de Isabel Mellén. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: San Soleil Ediciones Argentina, (2005) 2017.
[2] WJT Mitchell, “Signos vitales/Terror clónico”. En ¿Qué quieren las imágenes?…, 31.
[3] Consúltese el excelente trabajo de otro de los destacados teóricos de la cultura visual, Nicholas Mirzoeff, Cómo ver el mundo. Una nueva introducción a la cultura visual. Trad. de Pablo Hermida Lazcano. Barcelona: Paidós, (2015), 2016.
[4] WJT Mitchell, Cloning Terror: The War of Images, 9/11 to the Present. Chicago: University of Chicago Press, 2011.
[5] WJT Mitchell, “Mostrar el ver. Una crítica de la cultura visual”. En ¿Qué quieren las imágenes?…, 428.
[6] Otro trabajo fundamental de la academia alemana, del historiador del arte Hans Belting, Antropología de la imagen. Trad. de Gonzalo María Vélez Espinosa. Madrid: Katz Editores, (2002), 2007, 264-266.